¿Cuál es el principal mensaje que busca transmitir este nuevo reporte de sostenibilidad?
El mensaje principal es claro: en SKY seguimos avanzando con convicción hacia una aviación más responsable, inclusiva y ambientalmente consciente. Queremos dejar claro que para nosotros la sostenibilidad no es una moda: es una forma de operar y tomar decisiones. El reporte muestra cómo nuestro crecimiento —más aviones, más rutas, más pasajeros— está íntimamente ligado a una gestión ambiental, social y ética responsable. Y, lo más importante, esta rendición de cuentas es totalmente voluntaria. Lo hacemos porque creemos en la transparencia, en la mejora continua y en el valor de escuchar a nuestros grupos de interés.
¿Cómo se ha transformado la visión de sostenibilidad de la aerolínea en los últimos años?
Muchísimo. Ha evolucionado desde una mirada centrada en la eficiencia operativa hacia una gestión integral que incorpora la sostenibilidad como eje transversal de nuestras decisiones. Hoy, la sostenibilidad está presente en decisiones tan estratégicas como la renovación de nuestra flota con aeronaves 100 % neo, la incorporación futura del A321XLR para vuelos de largo alcance con menores emisiones, o el lanzamiento de iniciativas como “Mujer, Atrévete a Volar”, que promueven la equidad de género en áreas operativas tradicionalmente masculinizadas.
¿Qué avances concretos ha logrado la aerolínea en este frente durante el último año?
Varios. Gracias a nuestra flota 100 % Airbus neo, en el 2024, evitamos la emisión de más de 315 000 toneladas de CO₂, lo que equivale a cerca de 12 898 vuelos entre Santiago y Lima. Además, implementamos nuevas tecnologías que mejoran la eficiencia en rutas y despegues, y aplicamos medidas como el single engine taxi, uso de un solo motor en la etapa de taxeo, esta y otras acciones de eficiencia operativa, nos permitió ahorrar más de 7 millones de litros de combustible.
También reducimos en 7.4 % la generación total de residuos de nuestra operación y obtuvimos la certificación ISO 50001, cumpliendo con lo establecido por la Ley de Eficiencia Energética en Chile. Un gran paso para un sector que necesita moverse rápido.
El sector aéreo suele tener una baja representación femenina en roles técnicos. ¿Cómo están avanzando en equidad de género, especialmente en roles técnicos como pilotaje?
Mientras que el promedio global de mujeres piloto es de solo el 5 %, nosotros cerramos el 2024 con un 11 % de mujeres piloto a nivel de holding, más del doble. Celebramos con convicción que la participación femenina en cabina haya crecido de forma significativa, esto es resultado de todos los esfuerzos que se vienen desarrollando por impulsar la representación femenina. Desde SKY tenemos el objetivo de promover una mayor equidad de género en la industria, no solo por cumplir una cuota, sino por el compromiso de reconocer y potenciar el talento. Cada aterrizaje liderado por una piloto es una muestra clara de que la excelencia no tiene género.
«También apostamos por la compensación de emisiones y el apoyo a programas de conservación de la biodiversidad».
¿Cómo se compara eso con años anteriores? ¿Qué políticas o programas tienen para impulsar una mayor participación de mujeres en la operación aérea y en posiciones de liderazgo?
Desde 2022, con el programa “Mujer, Atrévete a Volar” venimos buscando acercar a más mujeres a la aviación, especialmente como pilotos. En 2024, más de 150 postularon y 25 vivieron una experiencia inmersiva en nuestra base de mantenimiento. Además, firmamos un compromiso con el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género en Chile para mantener nuestra dotación por encima del promedio mundial y aumentar en un 15 % las contrataciones en 2025 y otro 20 % en 2026. También estamos fortaleciendo el liderazgo femenino interno con programas de desarrollo profesional.
En el Perú, el 48 % de los cargos de jefatura, subgerencia, gerencia y dirección en nuestra organización están ocupados por mujeres, un reflejo de una tendencia que también se observa en otros actores del sector. Esta evolución impulsa nuevos estilos de liderazgo, enriquece la toma de decisiones con diversidad de pensamiento y fortalece entornos laborales más inclusivos.
¿La sostenibilidad también se refleja en el compromiso social? ¿Tienen alianzas o causas que acompañan?
Sí, y es una parte que nos llena de satisfacción. A través de nuestro programa “Compromiso SKY”, hoy apoyamos a 15 instituciones en Perú y Chile, facilitando traslados para impulsar desarrollo regional, atender emergencias o llevar oportunidades a donde más se necesitan. En 2024, pusimos a disposición 2400 pasajes para causas sociales. Un ejemplo es nuestra alianza con la Liga Contra el Cáncer en Perú, que permite el traslado de especialistas a zonas vulnerables. También colaboramos con CARE Perú en la atención a mujeres y niñas afectadas por desastres naturales.
¿Cuántos pasajeros transportaron durante el año reportado? ¿Qué significa esa cifra en términos de conectividad o acceso para el país?
En 2024 transportamos a más de 9.3 millones de pasajeros a nivel holding, lo que representa un crecimiento del 6.6 % respecto al año anterior. Dentro de Perú, movilizamos a 2.7 millones de pasajeros, lo que equivale al 29 % de la operación total de la aerolínea.
Ese año (2024) fue especialmente significativo para SKY en el Perú: tras cinco años de presencia en el mercado local, alcanzamos los 10 millones de pasajeros transportados en nuestras rutas nacionales. Más allá de la cifra, esto habla de nuestro compromiso con conectar más y mejor, a precios accesibles, con una red de 14 destinos domésticos.
Desde la mirada de sostenibilidad, ¿cómo se equilibra ese crecimiento en volumen de pasajeros con el compromiso ambiental?
En SKY gestionamos de manera eficiente el consumo energético mediante iniciativas que optimizan el uso de combustible y reducen el impacto ambiental, gracias a nuestra flota moderna y eficiente. En el 2024 a pesar de que nuestra flota creció un 20 %, el consumo de combustible solo aumentó un 5.8 %.
También apostamos por la compensación de emisiones y el apoyo a programas de conservación de la biodiversidad. Un ejemplo de ello es la compensación de las emisiones de CO₂ generadas por todos los vuelos de las selecciones de fútbol de Perú y Chile, desde la Copa América 2024 hasta el Mundial de 2026, lo que beneficiará al proyecto de conservación “El Último Hábitat”, ubicado en la selva amazónica del Perú.
Sabemos que crecer no puede significar más impacto. Por eso, trabajamos para desacoplar el crecimiento de nuestra operación de las emisiones de CO2.
¿Cuál dirías que es el mayor reto para la sostenibilidad de la aviación en América Latina?
Sin duda, la gestión de emisiones. A nivel estructural, todavía hay un rezago importante en políticas públicas, infraestructura y acceso a combustibles sostenibles como el SAF. Hoy, ningún país de la región produce SAF a escala, y su alto costo lo hace inviable sin subsidios o incentivos. Mientras en Europa o EE. UU. se avanza con fuerza, en Sudamérica aún estamos lejos. Pero creemos que, con colaboración y voluntad, podemos acortar esa brecha.
¿Cómo se imagina la operación de la aerolínea dentro de cinco años en términos sociales y ambientales?
Nos proyectamos como una aerolínea low cost de largo alcance, operando rutas de más de siete horas con los nuevos Airbus A321XLR, que llegarán próximamente, y con una operación aún más eficiente y baja en emisiones. Seguiremos avanzando hacia nuestra meta de ser carbono neutrales al 2050, con pasos concretos, trabajando en la optimización de rutas y la eficiencia energética de nuestras aeronaves.
En lo social, buscamos consolidar “Compromiso SKY” como un verdadero catalizador de oportunidades, apostando por la equidad, el acceso y el desarrollo en todos los territorios donde volamos. Nuestro objetivo no es solo conectar personas, sino transformar realidades.









