¿Por qué es clave para las compañías incorporar el concepto de sostenibilidad en sus operaciones?
Hoy en día, la sostenibilidad no es una tendencia pasajera ni un trending topic, sino una necesidad. Este concepto se sustenta en tres esferas: la económica, la medioambiental y la social, que deben avanzar de la mano. Ya no basta con que una empresa busque crecer económicamente o duplicar su facturación; debe hacerlo de manera sostenible y responsable, cuidando el medioambiente, a las personas y los derechos sociales.
¿En el Perú cobra una gran relevancia este concepto a nivel empresarial?
Sí, cada vez más. Se está consolidando un ecosistema de sostenibilidad en el que se requieren proveedores capaces de reportar su huella de carbono, así como garantizar el respeto de los derechos laborales. En un país como el Perú, donde predomina el sector primario —agricultura, minería y pesca—, muchas empresas y cadenas de suministro globales buscan proveedores locales que cumplan con estos estándares.
¿De qué manera enfoques como el Lean Thinking contribuyen a la efectividad de las compañías y a la sostenibilidad?
El Lean Thinking es una filosofía de trabajo orientada a generar valor para el cliente reduciendo ineficiencias o desperdicios. Este enfoque busca minimizar el uso de materias primas o energía, lo que se alinea directamente con los principios de la sostenibilidad y la economía circular. En ese sentido, el Lean Thinking contribuye a la sostenibilidad, aunque esta última abarca un espectro mucho más amplio.
¿En qué consiste la visión de silos organizacionales dentro de las empresas?
La visión de silos ocurre cuando una organización se divide en departamentos que operan de forma aislada, sin comunicación ni cooperación entre sí. Cada área persigue sus propios objetivos sin considerar el impacto en las demás, lo que genera ineficiencias. Por ello, es esencial alinear todos los departamentos hacia un objetivo común; en este caso, hacia una estrategia integral de sostenibilidad.
«Uno de los efectos más visibles es la tendencia hacia cadenas de suministro más locales y menos globales».
¿A qué se debe la presencia de estos silos?
Es un problema recurrente que suele originarse por estructuras organizacionales demasiado verticales, una visión interna y de corto plazo o la creencia de que la tecnología, por sí sola, resolverá los desafíos. Sin embargo, la sostenibilidad requiere una mirada transversal (cross-functional) y la colaboración de todas las áreas. Derribar los silos es clave para avanzar hacia una verdadera integración sostenible.
¿Por dónde se debe empezar para diseñar una estrategia de sostenibilidad? ¿Cuál sería la clave?
Como se dice en gestión de operaciones, “no se puede mejorar lo que no se puede medir”. El primer paso es evaluar el punto de partida de la organización. Si hablamos del componente ambiental, por ejemplo, se debe analizar toda la cadena de valor e identificar qué eslabones generan mayores emisiones de CO₂. A partir de ahí, se pueden priorizar acciones sobre los puntos con mayor impacto, como los proveedores o el uso del producto por parte del cliente, que suelen ser los más relevantes en las industrias manufactureras.
Una de las malas prácticas en este ámbito es el greenwashing. ¿Por qué las empresas caen en ello?
El greenwashing ocurre cuando una empresa no incorpora realmente la sostenibilidad en su ADN, sino que realiza pequeñas acciones aisladas o difíciles de verificar y luego las comunica ampliamente. Es una tentación frecuente: resulta más fácil anunciar acciones sostenibles que implementarlas de manera coherente. Lo complejo es desarrollar una estrategia integral, con objetivos medibles, reportes transparentes y evidencia de resultados. Ninguna empresa está completamente libre de críticas, pero la transparencia es fundamental.
¿Cómo se puede involucrar a los colaboradores en el compromiso de sostenibilidad de la empresa?
Es fundamental que los colaboradores comprendan y se identifiquen con la estrategia de sostenibilidad. Esta debe comunicarse por diversos medios: la misión, visión y valores corporativos, la página web, los reportes de sostenibilidad o incluso mediante videos institucionales. Es común que el CEO participe en entrevistas o mensajes internos para explicar el enfoque sostenible de la organización y reforzar ese compromiso en todos los niveles.
¿Qué rol juegan las tecnologías de la cuarta revolución industrial en la sostenibilidad?
La tecnología puede ser una gran aliada para impulsar la sostenibilidad y simplificar tareas complejas. Sin embargo, debe aplicarse “con un toque humano”. Herramientas como el blockchain, por ejemplo, permiten garantizar la trazabilidad de los componentes adquiridos, verificar el cumplimiento de normas por parte de los proveedores y conocer el origen de los productos, asegurando que las condiciones laborales sean seguras. La tecnología es un soporte, pero las decisiones clave siguen dependiendo de las personas.
Finalmente, ¿qué impacto tiene la coyuntura geopolítica y económica en las cadenas de suministro?
Uno de los efectos más visibles es la tendencia hacia cadenas de suministro más locales y menos globales. Las empresas buscan reducir su dependencia de regiones afectadas por conflictos o tensiones comerciales. Esta relocalización busca fortalecer la resiliencia y asegurar la continuidad de los procesos frente a un contexto internacional cada vez más incierto.









