La compañía se ha comprometido a que el 100% de sus proveedores de la red preferente de hogar, autos y salud, y sus principales proveedores de compras estén homologados con criterios ESG en 2024.

Por Stakeholders

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Uno de los compromisos de MAPFRE es que su cadena de suministro sea sostenible, es decir, que incorpore progresivamente prácticas ambientales, sociales y de buen gobierno en todos sus procesos, esto ayudará a reforzar la relación con sus proveedores, brindar el mejor servicio a sus clientes y fomentar su compromiso con la sostenibilidad

En ese sentido, la compañía se ha comprometido a que el 100% de sus proveedores de la red preferente de hogar, autos y salud, y sus principales proveedores de compras estén homologados con criterios ESG en 2024, es decir, cerca de 14.500, entre empresas y trabajadores autónomos, que desempeñan su actividad en países como España, Alemania, EE. UU, México, Puerto Rico, Brasil y Perú. 

Para lograrlo, ha puesto en marcha una metodología propia de homologación ESG, que permite promover que las prácticas de sus proveedores de negocio y de soporte están alineadas con la estrategia de sostenibilidad de MAPFRE

El modelo identifica factores de riesgo en aspectos relacionados al cumplimiento de la normativa medioambiental, derechos humanos, seguridad y salud laboral de los trabajadores, corrupción y seguridad de la información entre otros, y asigna una puntuación entre 0 y 100, lo que permite establecer planes de acción individualizados para acelerar la implantación de medidas que protejan el planeta, contribuyan a cerrar brechas sociales y promuevan la transparencia y la ética. 

A principios de 2019, la compañía empezó el proceso de homologación en su red preferente, lo que ha permitido homologar ya a más de 5.000 proveedores de diversos países con criterios ESG. 

Cabe resaltar que MAPFRE trabaja con cerca de 14.500 proveedores, con una facturación de más de 4.440 millones de euros, y promueve su actuación ética y socialmente responsable. 

Para lograrlo, cuenta con una norma de compras, en la que se establecen criterios económicos, ambientales, sociales y de gobierno, así como distintos principios básicos que todos ellos deben cumplir, como rechazar cualquier tipo de discriminación laboral, acoso, trabajo infantil y corrupción; y un Modelo Operativo de Gestión de Proveedores (MOP), que vela por el cumplimiento del rigor técnico, vocación de servicio, eficiencia operativa y responsabilidad de su cadena de suministro. 







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