La diversidad lingüística de Perú, con sus 48 lenguas indígenas, se encuentra en peligro. No obstante, un ambicioso proyecto liderado por Grupo AJE y UNESCO busca revitalizar estas lenguas en las comunidades de Loreto.

Por Stakeholders

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Por: Denisse Torrico

En un esfuerzo sin precedentes por preservar y revitalizar la riqueza de estas lenguas, Grupo AJE y su movimiento Amarumayu, en colaboración con UNESCO Perú y el respaldo del Ministerio de Cultura, han iniciado un proyecto que abraza los corazones de las comunidades indígenas en la región de Loreto, específicamente en los pueblos de San Jorge, San Antonio e Intuto.

Bajo el nombre de «Inventario participativo de elementos del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) y revitalización de lenguas indígenas en la Amazonía peruana», este programa se ha comprometido a revivir las lenguas ikitu, kukama-kukamiria y taushiro, brindando a las generaciones jóvenes la responsabilidad y el orgullo de ser portadores de la herencia cultural de sus antepasados.

Enrique López-Hurtado, Coordinador del Sector Cultura en UNESCO Perú, enfatiza que rescatar estas lenguas implica no solo su supervivencia, sino la transmisión de la sabiduría acumulada durante siglos. Para lograrlo, la institución trabaja de cerca con las comunidades, proporcionando herramientas y apoyo para la creación de programas de revitalización.

«El proceso de revitalización es un camino largo, pero se inicia con pasos sencillos: que los niños hablen sus lenguas en la escuela, que no sientan el peso de la discriminación por expresarse en sus lenguas originarias. Este es el principio, y luego vendrán más logros, como la inauguración de señalética», destaca López-Hurtado.

El apoyo de instituciones públicas y privadas, como AJE,  se ha convertido en un pilar fundamental para este desafío.

“Para Amarumayu es muy importante apoyar la biodiversidad de donde operamos y también la cultura de los pueblos amazónicos. Hay lenguas que ya se han perdido y otras que están a punto de extinguirse. Y otras que si no las apoyamos podrían perderse, lo cual sería una gran pena para el legado del Perú sino del mundo, porque cada lengua es una cultura”, enfatiza Alberto Suárez, Gerente de Amarumayu del Grupo AJE. Agrega que el esfuerzo por preservar estas lenguas es una lucha contra el olvido y la discriminación. 

La iniciativa ha trazado su camino hacia marzo de 2024, y se centra en acciones concretas para fortalecer la transmisión de las lenguas indígenas en las comunidades. La señalética, la creación de videos para su uso en espacios formativos y comunitarios, y la publicación digital que profundizan la situación de lenguas, especialmente la lengua Taushiro, se encuentran en el horizonte. Con ello se espera beneficiar a más de 150 familias.

Un legado en marcha

Eli Tamani, un dedicado docente especializado en Educación Primaria Intercultural Bilingüe, ha abrazado la tarea de transmitir y preservar la rica herencia cultural de su comunidad. Cada miércoles y sábados, de 3 a 5 de la tarde, comparte sus conocimientos con un grupo apasionado de estudiantes. En estas dos horas, no solo se nutre el intelecto, sino que también se teje el futuro cultural de la región.

Juntos, todos tienen un anhelo común: que su lengua sea hablada al 100% en su comunidad. Su objetivo trasciende las aulas, es la revitalización y reavivamiento de su lengua materna, que es más que una forma de comunicación, es un pilar central de su cultura. «La lengua es parte de la cultura. Queremos revitalizar la cultura en general», indica. 

El último guardián del Taushiro

En un rincón remoto de la Amazonía, el Taushiro, una lengua ancestral, se encuentra al borde de la extinción. Solo una persona, Amadeo García García, de casi 80 años, tiene el poder de comunicarse en este idioma. Él no es simplemente el último hablante de Taushiro, sino un custodio viviente de una herencia que abarca siglos.

La pérdida de una lengua es, en esencia, una pérdida para toda la humanidad. Cada lengua es un portal a un universo de conocimiento, una herramienta a través de la cual la humanidad ha transmitido sus saberes a lo largo de milenios. Cuando una lengua se extingue, se desvanecen siglos e incluso milenios de sabiduría ancestral.

«Todo lo que perdemos como humanidad cuando se pierde una lengua. Todos nosotros cuando aprendimos a hablar nos apropiamos del universo mediante una lengua. Y los conocimientos que adquirimos fueron mediante una lengua. Cuando se pierde una lengua, no solo se pierden siglos, sino milenios de conocimientos ancestrales», comenta el Coordinador del Sector Cultura en UNESCO Perú.

Esta historia es un llamado a la acción, no solo para preservar una lengua, sino para celebrar y proteger la diversidad lingüística que enriquece a la humanidad. La labor de Eli Tamani y el valiente legado de Amadeo García García son recordatorios conmovedores de que cada lengua es un tesoro cultural que merece ser rescatado y apreciado.







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