José Antonio Talledo, Co-Presidente de Sistema B Perú, dialogó con Stakeholders sobre el impacto positivo de las Empresas B en el país. Actualmente, hay más de 50 empresas B en Perú, abarcando diversos sectores.

Por Stakeholders

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En estos últimos años, las Empresas B han asumido la responsabilidad de construir un futuro más justo, equitativo y regenerativo para todas las personas y el planeta, usando la fuerza de su negocio para hacer el bien. Son empresas que miden y gestionan su impacto social y ambiental. Están certificadas internacionalmente por B Lab y en Perú son promovidas por Sistema B. En ese sentido, Stakeholders conversó con José Antonio Talledo, Co-Presidente de Sistema B Perú.

¿Qué implica ser una Empresa B y cómo trabaja Sistema B en Perú?

Las empresas B son empresas que se han propuesto transformar la economía en general para beneficiar a todas las personas, a todas las comunidades y al planeta. Tienen un propósito más grande, que es impulsar una nueva visión colectiva: utilizar la fuerza de los negocios para hacer el bien. Todos imaginamos nuestro querido Perú como un país más inclusivo, equitativo y regenerativo.

¿Cuántas empresas B hay en el Perú? ¿Hay algún sector predominante?

En el Perú, actualmente, hay más de 50 empresas. Estamos en varios sectores, desde las grandes empresas hasta las muy pequeñas. Desde turismo (5), finanzas (3), logística (1), construcción (2), textil y joyería (8), cosmética y cuidado personal (2), manufactura y hogar (1), servicios profesionales y estrategia corporativa (12), agricultura y alimentación (8), gestión ambiental (4), salud y bienestar (3), educación (1), tecnología (1), de las cuales emplean a más de 5 mil trabajadores y suman ingresos colectivos anuales por 1059 billones de dólares.

Según un estudio realizado por ustedes, el 86% de las Empresas B recomendarían la Certificación de Empresa B. ¿Cuáles crees que son las razones detrás de esta alta recomendación?

Las empresas certificadas sienten que estamos avanzando, a pasos agigantados, en hacer cosas positivas para nuestras comunidades y para el planeta. Esto trae consigo un efecto en cascada. Es un círculo virtuoso en los empresarios. En el caso de los consumidores, no solo encuentran unos buenos productos, sino que también vienen con un propósito más grande.

Se menciona que el 67% de las Empresas B tuvieron alianzas comerciales con otras Empresas B en Perú en 2022. ¿Cómo benefician estas alianzas a las empresas y qué impacto tienen en sus objetivos sociales y ambientales?

Para ir a través de la evaluación y finalmente la certificación B, las empresas tienen que cumplir muchos capítulos en muchos ámbitos. No es únicamente lo que uno hace dentro de su empresa, sino tu relación con los proveedores, tu relación con los clientes, porque tu impacto es en toda la cadena.

¿Cuáles son algunos de los desafíos que enfrentan las Empresas B en Perú en la actualidad en su búsqueda de un impacto social y ambiental positivo? ¿Y qué oportunidades pueden surgir en el futuro?

Las empresas B trabajan en triple impacto económico, social y ambiental. Uno de estos tres vectores fundamentales es el impacto ambiental, donde las Empresas B han sido muy vocales y muy activas. La mayoría de empresas, no ahora sino largo tiempo atrás, vienen trabajando en su huella de carbono y tratando de llegar – de forma anticipada – a los objetivos que se han planteado para el 2030 , según las Naciones Unidas y las últimas COP.

Entonces en esa parte, las empresas B no únicamente están haciendo la tarea que se requiere de todos, sino están adelantados.

¿Cómo ves el panorama de las Empresas B en Perú en los próximos años? ¿Hay algún cambio o desarrollo significativo que se espera en este sector?

Afortunadamente el mundo está cambiando. Me entusiasma ver que las nuevas generaciones son los que más conciencia tienen y se dan cuenta de los retos que tenemos de caras al futuro. Son ellas quienes privilegian sus compras individuales o colectivas hacia empresas con propósito. Veo con una ilusión increíble el crecimiento que esto va a tener en nuestro país.

Estamos construyendo un movimiento de personas que utilizan los negocios como una fuerza para el bien. Esto es posible y lo estamos demostrando. Estamos acelerando la acción colectiva. Hemos creado estándares, políticas herramientas y programas que cambian el comportamiento, la cultura y la estructura propia del capitalismo.

Estamos haciendo liderar el cambio en los sistemas económicos que van a hacer realidad nuestra visión de una economía inclusiva, equitativa y regenerativa.

Cifras que respaldan

Desde la llegada de la certificación de Empresa B, las organizaciones han tratado de brindar las mismas oportunidades generacionales, es por ello que, según el informe de impacto de Sistema B Perú, confirma que más del 50% de mujeres ocupan algún cargo de gerencia en las Empresas B peruanas. Sin embargo solo 16 de las 50 Empresas B son lideradas por mujeres.

En el Perú, el 56% de estas empresas cuentan con un programa formal para evaluar cómo reducir la generación de residuos sólidos peligrosos y no peligrosos. También, el 14% utiliza al 100% energías de fuentes renovables. Además de ello, el 63% monitorea y registra el consumo de agua para que no sea malgastado, es por ello que el 32% (de los 63%) ya se han establecido metas de reducción para los próximos años.







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