La Conferencia de la Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), que debió culminar el 1 de noviembre, se extendió hasta las 8:30 de la mañana del sábado 2 de noviembre. Tras más de 10 horas de negociaciones, los países aprobaron dos acuerdos claves sobre el reconocimiento de los pueblos indígenas, comunidades locales y afrodescendientes en el Convenio de Diversidad Biológica (CBD).
También se alcanzó un consenso sobre uno de los temas más complejos: el mecanismo multilateral para el reparto de beneficios derivados del uso de información de secuencias digitales de recursos genéticos (DSI). Los países acordaron la creación del Fondo de Cali, en el que las empresas deberían aportar parte de las millonarias ganancias que obtienen del uso de DSI para la creación de otros productos.
Pese a la buena noticia de estos dos logros, que se fueron alcanzando entre la noche del viernes y la mañana del sábado. Los países del norte global expresaron sus desacuerdos ante la propuesta de crear un nuevo mecanismo financiero. “Un nuevo fondo no significa nuevo financiamiento”, afirmó el representante de la Unión Europea.
La respuesta de los países en vías de desarrollo no se hizo esperar. Acusaron que no se formularon soluciones a la negociación y que se estaban quedando con menos capacidad de respuesta, pues gran parte de sus delegaciones se retiraba a sus países de origen. “Solicito que en base a la regla 30 se realice una verificación del quórum”, propuso el representante de Panamá. El conteo arrojó que, en efecto, la reunión no contaba con el quórum necesario para tomar decisiones y la sesión se suspendió.
“Creo que es un buen resultado de la COP16, aunque con un final inesperado y poco feliz. Hubiera sido ideal que todo se cierre en la COP16 y que Colombia y Cali celebren, pero esto no se pudo dar por una mala administración del tiempo”, señaló al medio OjoPúblico, Manuel Pulgar-Vidal respecto al fin abrupto de esta COP.
Osver Polo, representante de Climate Action Network en América Latina, coincide con el descontento por el inesperado final de las negociaciones y resalta que lo conversado en esta cumbre es clave para la región latinoamericana.
“América Latina es una región altamente vulnerable y tiene grandes riquezas de biodiversidad, por lo que debe reforzar sus políticas de protección. Pero se necesitaba llegar a acuerdos sobre el financiamiento, para que tengan la confianza de que cuentan con fondos. Sin fondos, no van a poder implementar sus planes”, puntualizó
Una cumbre con logros históricos
“Ha sido una jornada súper exhausta. Estamos muy satisfechos. Esta ha sido una COP histórica para el Convenio de Biodiversidad”, fueron las primeras palabras de la presidenta la COP16, Susana Muhamad, la ministra de Ambiente de Colombia, tras el cierre del evento y de las negociaciones.
Por su parte, Manuel Pulgar-Vidal, líder de la Práctica Global de Clima y Energía de WWF Internacional señaló “Yo creo que Montreal [la Cop15, en 2022] y Cali son históricas para el Convenio de Diversidad Biológica, porque hay que considerar que antes las COP solían ser espacios con mucha ausencia de actores, poca participación, pero ahora se genera una dinámica que yo espero siga rigiendo a la Convención para adelante”.
Sin embargo, el otro hecho histórico es también el abrupto final de la cumbre de biodiversidad. “Hay pocas experiencias de suspensión, pero no es la única: en Biodiversidad no estoy seguro que haya existido, en Cambio Climático, sí. En aquel caso se llevó lo no tratado a una continuación de negociaciones al siguiente año”, recordó Manuel Pulgar Vidal. Lo que sigue será llevar los temas pendientes a la reunión provisional en Bangkok (Tailandia).
Actores claves
Uno de los actores cuya presencia ha crecido en esta COP16, además de las industrias, es la de los pueblos indígenas y comunidades locales. Tan solo a unos días del fin de la COP16 presentaron sus reclamos por el aumento de actividades ilegales en la Amazonía y su complicidad con funcionarios públicos.
“Los grupos criminales no solamente son quienes siembran la coca sino que están vinculados a funcionarios públicos, policías, militares y la autoridad política”, denunció Herlín Odicio, líder Kakataibo y vicepresidente de la Organización Regional Aidesep Ucayali (Orau) en el desarrollo de esta cita.
Esta cumbre ha logrado que los países se pongan de acuerdo para crear un nuevo órgano permanente para los pueblos indígenas y las comunidades locales, tal como se dio en la sesión plenaria del Convenio de Diversidad Biológica. Esta se suma a los ya existentes de asesoramiento científico y técnico, así como al de implementación. Además, días previos al cierre de la COP, habían aprobado también el plan de trabajo para pueblos indígenas y comunidades locales hasta 2030.
“Esta es una ocasión sin precedentes en la historia de los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente. Este nuevo órgano subsidiario es un referente para el resto del mundo, en el que las partes reconocen la necesidad continua de nuestra participación plena y efectiva”, señaló Camila Paz, representante del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad en la plenaria de cierre.
Además, la presidencia de la COP16, Susana Muhamad, logró que se aprobara su propuesta de reconocer a los pueblos afrodescendientes dentro del artículo 8J. “Otro objetivo de la delegación colombiana, que se patinó muy fuerte con Brasil, fue el reconocimiento de los pueblos afrodescendientes”, afirmó la ministra colombiana.
Además de esos acuerdos, las 196 partes también avanzaron en la implementación de un mecanismo que reparta de forma justa y equitativa los beneficios que las empresas obtienen del uso de información de secuencia digital de recursos genéticos (DSI, por su sigla en inglés).
En la plenaria de cierre y luego de más de 10 horas de discusión, se aprobó —aproximadamente a las 7:30 de la mañana del sábado— la creación del Fondo de Cali. Este propone que las empresas que utilizan DSI [información de secuencias digitales de recursos genéticos], para crear sus productos, aporten una parte de sus ganancias al fondo. Aunque este acuerdo no señala obligatoriedad ni un porcentaje específico de las ganancias, como se propuso al inicio de la COP, sí se estableció que el 50% del fondo será destinado a los pueblos indígenas y a las comunidades locales.
Aunque los dos acuerdos logrados son claves para reconocer y hacer justicia a los pueblos históricamente invisibilizados en estas discusiones internacionales, quedaron pendiente dos temas que, de no solucionarse, afectarían el cumplimiento de todo lo acordado: el financiamiento y el monitoreo del cumplimiento del Marco Global de Biodiversidad.
Por su parte, las organizaciones civiles manifestaron su preocupación por los pocos avances en estos temas. “La discordia entre los países donantes y los países en desarrollo, poco antes de la suspensión de la reunión, lamentablemente no sorprende, pero sí decepciona. Los países llevan años divididos y no han logrado encontrar una solución que funcione para todos. Sin embargo, esperar más para tomar la necesaria decisión sobre el fondo dedicado al Convenio de Diversidad Biológica amenaza el cumplimiento de los objetivos de naturaleza para 2030”, dijo Bernadette Fischler Hooper, directora de Incidencia Internacional de WWF-Reino Unido al cierre de las negociaciones.