En un informe, la entidad pidió reducir la contaminación en el sector farmaceutico con el fin de evitar la generación de bacterias que puedan crear resistencia a los antobióticos. 

En un informe, la entidad pidió reducir la contaminación en el sector farmaceutico con el fin de evitar la generación de bacterias que puedan crear resistencia a los antobióticos. 

Por Stakeholders

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Hasta 10 millones de fallecimientos anuales podrían producirse para el año 2050 debido a la propagación de superbacterias resistentes a los antibióticos, así lo advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Agregó que es vital disminuir la contaminación proveniente de los sectores farmacéutico, agrícola y de salud.

“Reducir la contaminación proveniente de los sectores farmacéutico, agrícola y de salud es esencial para reducir la aparición, transmisión y propagación de superbacterias, unas cepas de bacterias que se han vuelto resistentes a todos los antibióticos conocidos, y demás casos de patógenos con resistencia a los antimicrobianos (conocida como RAM)”, explicó el ente en un informe.

Esta situación, de acuerdo con lo que ha puntualizado el organismo, está afectando gravemente no solo a la salud de los seres humanos, sino también a los animales, plantas y a la economía; así como a la seguridad alimentaria. En materia económica, el panorama incidiría en una caída del PIB de al menos 3.4 billones de dólares anuales al 2030, dato que aumentaría la pobreza extrema en 24 millones de personas.

«El creciente uso y abuso de antimicrobianos y otros factores de estrés microbiano (por ejemplo, la presencia de metales pesados y otros contaminantes) crean condiciones favorables para que los microorganismos desarrollen resistencia», indicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

«Tres sectores económicos y sus cadenas de valor son los principales causantes de la aparición y propagación de la RAM en el medio ambiente, por tanto, este informe presenta un análisis de: productos farmacéuticos y demás productos químicos, agricultura y alimentación, y los sistemas de atención en salud, junto con los contaminantes del saneamiento deficiente, las aguas residuales y los efluentes de desechos en los sistemas municipales”, acotó el PNUMA.







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