Por cada kilo de botella de plástico, el precio que se deposita aproximadamente es de un nuevo sol. 

Por Stakeholders

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Como una forma de incentivar el reciclaje en nuestro país, José Adolfo Quisocala – conocido también como el ‘banquero más joven del mundo’ – junto a un equipo de estudiantes arequipeños diseñaron y construyeron el primer prototipo de un cajero automático que deposita dinero a una cuenta bancaria a cambio de botellas de plástico. 

Cada vez nacen más iniciativas para crear conciencia ambiental, países de Europa y Latinoamérica ya cuentan con máquinas que te pagan por reciclar. Perú no es ajeno a esta tendencia global, es por ello que a sus 19 años, José Adolfo Quisocala, fundador y gerente general del proyecto del Eco Banco del Estudiante Bartselana, junto a un equipo de estudiantes del Instituto de Educación Superior Tecsup han diseñado y construido el primer prototipo de un cajero automático que deposita dinero a cambio de botellas de plástico.

José Adolfo Quisocala, contó al medio Andina que la idea de este proyecto surgió en alianza con Tecsup para generar conciencia ambiental y al mismo tiempo se pueda generar un ingreso económico.

Explicó que en el cajero automático cualquier persona puede depositar botellas de plástico y a cambio se le da dinero, el cual será abonado en su cuenta de ahorro del Banco del Estudiante Bartselana, o también se puede utilizar como donación para diferentes fundaciones.

Hace 12 años, José Adolfo Quisocala fundó el proyecto del Eco Banco del Estudiante Bartselana para promover la educación e inclusión financiera en niños, adolescentes y jóvenes, haciendo de los residuos sólidos generados en los hogares y centros de estudio, una “eco moneda” con la que realizan operaciones financieras reales.

“Hoy en día tenemos más de 8.000 niños, adolescentes y jóvenes dentro del proyecto del Eco Banco del Estudiante Bartselana y trabajamos aproximadamente con más de 30 colegios de Arequipa. En Lima, hemos firmado un convenio con la Municipalidad de Los Olivos para extender nuestro proyecto y también queremos llevar estos cajeros automáticos tal vez en una versión más pequeña a los colegios para que los estudiantes puedan utilizarlo”, señala el joven innovador

¿Cómo funciona el cajero automático?

En el cajero automático, un estudiante o cualquier persona coloca su botella de plástico y, si la botella tiene líquido,  lo identifica y lo rechaza. No debe tener ningún tipo de contenido para poder reciclarse y así la máquina lo acepta dentro de su almacén.

Si el estudiante es socio del Banco del Estudiante Bartselana, solo deberá acercar su tarjeta Visa débito al POS que hay dentro del cajero automático para recibir el pago. Por cada kilo de botella, el precio aproximado que se transfiere a la cuenta del estudiante es de un nuevo sol.

Si en caso la persona no es socia del banco, el dinero se va acumulando a una cuenta que luego se puede donar a diversas organizaciones o emprendimiento sociales.

Por ahora, el cajero automático solo acepta botellas de plástico. Sin embargo,  en otros proyectos, el Banco del Estudiante Bartselana acepta otro tipo de residuos como latas, vidrio, papel, cartón, etc.







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