
El Instituto Tecnológico de la Producción (ITP) viene contribuyendo a la mejora de la productividad de diferentes negocios de todo el país a través de los Centros de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica (CITE). Los sectores agroindustrial, acuícola, pesquera, forestal, textil-camélidos, y cuero y calzado son los beneficiados hasta la fecha.
En estos centros, se brindan diversos servicios tecnológicos a unidades productivas. Se ofrecen asistencia técnica para la transferencia de conocimientos especializados; ensayos de laboratorio en distintos campos (física, química, biología, etc.) para lo toma de decisiones; soporte frente a cuellos de botella o equipamiento ineficiente en procesos productivos; y diseño y desarrollo para productos nuevos o mejorados, empaques o envases.
“La red CITE cuenta con 25 centros públicos y 8 unidades técnicas, las cuales permiten ampliar la intervención de los CITE públicos con un impacto a nivel nacional. A mayo del 2025, se han brindado más de 33 000 servicios a alrededor de 6000 unidades productivas a nivel nacional, siendo los servicios de ensayos de laboratorio los más solicitados con un total de 13 000 intervenciones”, indican.
Actualmente, el instituto también despliega una potente cartera de 50 servicios tecnológicos enfocados en sostenibilidad y economía circular, beneficiando a emprendedores y empresas en 10 regiones del país. A través de 12 CITE especializados en agroindustria, pesca y acuicultura, cuero calzado y textil camélidos, se ofrecen gratuitamente capacitaciones, asistencias técnicas y ecodiseño de productos.
“Esta oferta técnica cubre temas estratégicos como la gestión circular del recurso hídrico, gestión de residuos agroindustriales, aprovechamiento de mermas, eficiencia energética, diseños con enfoque circular y reducción del impacto ambiental en procesos productivos”, mencionan.
Casos de éxito
Siamba S.A.C., operadora del reconocido restaurante La Patarashca en Tarapoto, representa un caso de éxito en la aplicación de la economía circular a la gastronomía amazónica. Desde el ITP comentan que, con el acompañamiento técnico del CITEproductivo San Martín, se ha logrado desarrollar productos innovadores como el Garum amazónico y el jamón de paiche, optimizando el aprovechamiento integral de esta especie nativa y minimizando el desperdicio.
“Su propuesta integra sostenibilidad ambiental, identidad cultural y valor agregado gastronómico, consolidándose como un referente en el uso responsable de los recursos hidrobiológicos de la región”, detallan.
Otros ejemplos son las empresas Ferreyros Productora Catering S.A.C. e Imprenta Editora Gráfica Real S.A.C. La primera, enfocada en alimentos y catering, ha llegado incluso a triunfar en un concurso de ProInnóvate con el apoyo del CITEagroindustrial Ica; en tanto que la segunda, con la participación del CITEagroindustrial Chavimochic, ha realizado la formulación de proyectos para la elaboración de alternativas competitivas y sostenibles de empaques empleados en la industria alimentaria.

Algunos desafíos
Tal como remarcan desde el ITP, la red CITE desempeña un rol clave en el desarrollo de las mipymes peruanas, atendiendo diversas cadenas productivas en todos los departamentos del país. En esa línea, también han identificado que cada sector y región enfrenta desafíos específicos, por lo que la labor como centros debe adaptarse a estas particularidades.
“Uno de los principales retos es ampliar la población objetivo, mediante una estrategia de difusión más efectiva que destaque no solo los servicios que ofrecemos, sino también las oportunidades de mejora que representan para las empresas. Es fundamental que más productores conozcan y accedan a los servicios tecnológicos, diseñados para optimizar sus procesos y aumentar su competitividad”, enfatizan.
Asimismo, han podido identificar que muchos emprendimientos mantienen métodos tradicionales de producción que, aunque sean funcionales, podrían ser mejorados significativamente con apoyo especializado.
“De este modo, muestran resistencia al cambio por temor a inversiones iniciales o modificaciones en sus procesos, priorizando resultados inmediatos sobre mejoras a mediano y largo plazo”, explican.
Advierten que la escasez de plantas de producción y de instituciones, que ofrezcan servicios tecnológicos orientados a la innovación y la transferencia tecnológica, representa uno de los principales desafíos para mejorar la productividad de los negocios en el país, con un enfoque sostenible.
“A pesar de todo ello, los resultados hablan por sí mismos: las mipymes que aprovechan los servicios logran productos innovadores y procedimientos mejorados, llegando incluso a mercados internacionales. Esto se debe a que los CITE no solo brindan asesoría puntual, sino que realizan un seguimiento continuo, fomentando una relación cercana con los empresarios para adaptarse a sus necesidades y promover nuevos servicios que impulsen su crecimiento”, manifiestan.
“Uno de los principales retos es ampliar la población objetivo, mediante una estrategia de difusión más efectiva».

Rentable y sostenible
Hoy las empresas tienen una gran oportunidad: adoptar tecnologías que, además de ser rentables, fortalecen su sostenibilidad. Para el ITP, es posible asegurar que estas implementaciones generen retornos económicos sin comprometer los objetivos de sostenibilidad, siempre y cuando se adopte una visión integrada desde el diseño del producto o servicio.
“La clave está en seleccionar tecnologías que no solo potencian la productividad, sino que generen valor agregado sostenible, como la optimización energética, el aprovechamiento de subproductos y el uso eficiente del agua. Para lograrlo, resulta fundamental contar con el acompañamiento adecuado”, argumentan.
Es en este panorama que la red CITE se posiciona como un socio técnico clave al brindar servicios de asistencia especializada y capacitación sectorial. Con este soporte, las empresas pueden transitar hacia modelos circulares mediante una implementación progresiva, con beneficios económicos concretos y mejoras ambientales verificables.
“Al aplicar estrategias como la reducción de desperdicios, la mejora de eficiencia energética o el ecodiseño orientado a prolongar la vida útil de los productos, se obtienen beneficios económicos directos y se fortalece el posicionamiento frente a clientes, aliados y mercados que valoran la responsabilidad ambiental”, finalizan.
En un contexto donde la sostenibilidad ya no es una opción sino una necesidad, el acompañamiento que ofrece la red CITE se perfila como herramienta clave para que más empresas peruanas transiten hacia modelos productivos eficientes, innovadores y responsables. El desafío ahora está en ampliar el alcance de estas iniciativas y consolidar una cultura empresarial que apueste por el cambio tecnológico con visión de futuro.