
Los centros comerciales ya no solo compiten por precios o variedad de tiendas. Hoy enfrentan un desafío distinto: captar la atención de un consumidor que pasa buena parte de su tiempo en entornos digitales. En Lima, por ejemplo, el 46 % de los ciudadanos visita centros comerciales al menos una vez al mes, y más de la mitad valora positivamente los eventos familiares y los espacios temáticos de entretenimiento, según un estudio de Ipsos Perú (2024).
Frente a este cambio de hábitos, los centros comerciales apuestan por integrar tecnología y entretenimiento como eje central de la experiencia de visita. “Hoy el punto de venta no puede limitarse a vender; debe conectar y ofrecer contenido. La experiencia de juego no es solo para adolescentes: en un mismo módulo pueden compartir niños, padres y abuelos. El vínculo familiar también se construye”, comenta Sandro Ruju, gerente general de la unidad SP Retail.
El uso de la tecnología no es accesorio: de acuerdo con la Asociación de Centros Comerciales del Perú (ACCEP), el 64 % de empresas del sector ya ve un impacto alto o moderado de la inteligencia artificial en la experiencia del cliente, incluyendo asistentes virtuales, pantallas interactivas y gestión inteligente de flujos de visitantes (ACCEP, 2025). La tecnología no solo funciona como soporte de estas actividades, sino como un catalizador que redefine la relación del visitante con el espacio físico.