Por Stakeholders

Lectura de:

Carlos Castillo
Gerente de Marketing y
Comunicaciones de NTT Data Perú

Los sentires innatos del ser humano se pueden numerar fácilmente, pero uno de ellos cobra una real importancia en este momento, por sus características vinculadas a la supervivencia; es el miedo. Paralizante a veces, impulsor de toma de decisiones en otras tantas, se le culpa de guerras y a la vez es combustible de la creatividad e inspirador de la supervivencia. Hoy lo tenemos combinado con la incertidumbre y el resultado es una detonación en la toma de decisiones que conlleva a un comportamiento inusual y diferenciado en la forma de vivir y sobre todo en la de comprar.

Pero esta no es la primera pandemia importante que vive la humanidad, existieron muchas. La peste negra (1347-51) que se estima que mató a doscientos millones de personas, casi el 40% de población de Europa; la Viruela (1520) matando a cincuenta y seis millones; la pandemia de influenza de 1918 mal llamada “la gripe española” o la plaga de Justiniano (541), ambas con 40 millones de personas fallecidas y esta última se cree que contribuyó a la caída del imperio Romano, por solo citar algunas. Pero todas tienen una característica común, todas cambiaron el comportamiento del ser humano.

En la actualidad, el miedo, nos predispone a conductas y comportamientos y es porque somos por encima de todo, unas criaturas emocionales. Existe una realidad y es que nuestro cerebro es un órgano hiperconectado, pero hay una ¿ particularidad que se antepone, las emociones siempre tienen prioridad.

Empezamos a repensar la convivencia, el multitasking y aprender a solucionar problemas domésticos con el boom de los tutoriales, que enseñan desde solucionar una gotera hasta cómo cocinar comida criolla. El desempleo nos trae el auge del trabajo creativo y el cambio radical de algunos negocios.

Las empresas agilizarán sus proyectos de digitalización y trasformación, usando la tecnología para brindar mayor eficiencia a procesos y robotizar actividades repetitivas.

Carlos Castillo, Gerente de Marketing y Comunicaciones de NTT Data Perú

En lo relacionado a la economía, la disminución del efectivo llegó y sin lugar a dudas se sostendrá en el tiempo, el ahorro como hábito, la bancarización como experiencia fruto, por ejemplo, de la canalización de ayuda del estado.
Habrá inversión en salud y prevención, el ecommerce seguirá creciendo como resultado, entre otras cosas, de la mayor confianza por el pago on-line. El delivery y los negocios de última milla seguirán en auge.

Las empresas agilizarán sus proyectos de digitalización y trasformación, usando la tecnología para brindar mayor eficiencia a procesos y robotizar actividades repetitivas. Está el auge de asistentes virtuales, chatbots, RPA, implementación de metodologías ágiles, la desaparición de las barreras que había para cloud, la analítica de datos aplicados a la prevención de enfermedades, IoT, y plataformas de trámite online.

El sector educativo es probablemente uno de los que más tratan de “normalizar” lo máximo posible la situación echando mano de la tecnología. La educación híbrida será algo común, ahora que colegios y universidades vuelven.
Al ya conocido Zoom, se suman plataformas como Teams de Microsoft, Webex de Cisco, Google Meet, todas ellas orientadas principalmente al mundo corporativo, son ahora herramientas usadas en educación, sumadas a las aplicaciones especializadas, como Googleforedu, Bookcreatorapp, Edpuzzle, Brainpop, Academons, Cerebriti, entre otras, muchas de ellas ofrecidas gratuitamente mientras dure la pandemia.

En lo relacionado a la salud, se dará énfasis a la salud física pero también mental. Se vuelve a la espiritualidad, comportamiento explicado por la cercanía de alguna forma a la muerte. La sobreinformación de la salud, medicamentos y tratamientos específicos. Valoración de productos orgánicos y estimulantes naturales del sistema inmunológico. Inversión en prevención, planes médicos, seguros.

Ecología y el cuidado del medio ambiente será angular en estos tiempos, la conciencia medioambiental valorando el entorno natural como algo esencial de toda sociedad. Se seguirá con las campañas para la desaparición del plástico, bonos verdes y sociales.

Para todo esto el internet será imprescindible y también los sistemas de seguridad informáticos. Las plataformas que midan la productividad del trabajo remoto y las plataformas colaborativas serán necesarias. Del otro lado de la moneda están la reducción en rentas de oficinas e incluso renegociación de alquileres pactados. Los espacios y la sobreoferta harán caer los montos de alquiler y los grandes centros financieros irán decayendo.

Las Telco (empresas de telecomunicaciones) tendrán un gran reto en soportar una carga mucho mayor de conexiones a la red, lo cual exige una infraestructura digital más robusta para dar respuesta a todas las necesidades.

Asimismo, el miedo a la compra se dará básicamente por productos internacionales, la transparencia en la información de las marcas será crucial, aparecerán nuevos embalajes vinculados a la seguridad y salubridad, las marcas nacionales cobraran importancia, bienvenidas serán las marcas nacionales y la empresas pequeñas y ágiles.

Finalmente otro sentimiento y actitud que surge es la solidaridad, y esperamos que prevalezca sobre el miedo.







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