La falta de acción concreta por parte de la mayoría de los países pone en riesgo los objetivos globales de conservación establecidos para debatir en la COP16, que se desarrolla en Cali (Colombia). Los líderes llaman a una acción urgente para evitar la pérdida irreversible de ecosistemas.

Por Stakeholders

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En el marco de la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) sobre biodiversidad, que se lleva a cabo en Colombia, los avances en la implementación de los compromisos globales para detener la pérdida de biodiversidad han generado preocupación. A pesar de las expectativas depositadas en esta cumbre, solo 35 de los 196 países participantes han presentado hasta la fecha sus planes de acción completos para la conservación de la biodiversidad.

Colombia, México, Cuba y Surinam fueron las únicas naciones latinoamericanas que hicieron la entrega de este documento.

La COP16, considerada como un punto clave en la lucha contra el colapso de los ecosistemas, busca fortalecer la implementación de acuerdos alcanzados en anteriores cumbres, especialmente el Marco Global de Biodiversidad adoptado en la COP15 en el 2022. Este marco establece metas ambiciosas para proteger el 30% de la tierra y los océanos del planeta para 2030, restaurar ecosistemas dañados y detener la extinción de especies. Sin embargo, el bajo número de países con planes de acción completos pone en riesgo el cumplimiento de estos objetivos.

La importancia de los planes de acción nacionales

Los planes de acción nacionales sobre biodiversidad (PANB) son herramientas clave que permiten a los países traducir los compromisos internacionales en medidas concretas y adaptadas a sus realidades locales. Estos planes deben incluir estrategias detalladas para la conservación de hábitats, la protección de especies amenazadas y la gestión sostenible de los recursos naturales.

“La falta de cumplimiento por parte de la mayoría de los países es alarmante”, afirmó durante la conferencia María Cecilia Medina, coordinadora de la Red de Acción Climática Global. “Esto no solo refleja una debilidad en la voluntad política, sino también en la capacidad de muchos países para diseñar e implementar políticas integrales en tiempos de crisis ambiental”, agregó.

Entre los principales obstáculos que enfrentan muchos países para presentar planes de acción completos se encuentran la falta de financiamiento, la ausencia de datos actualizados sobre biodiversidad y la falta de cooperación internacional. Además, muchos países en desarrollo han señalado que necesitan más apoyo técnico y financiero de las naciones más ricas para cumplir con las metas acordadas.

A pesar de estos desafíos, algunos países han logrado destacar con propuestas robustas y alineadas con las metas globales. Entre ellos se encuentran Costa Rica, Nueva Zelanda y Noruega, cuyas iniciativas han sido elogiadas por integrar tanto la conservación como el bienestar de las comunidades locales.

Llamado a la acción

La COP16 sigue siendo una oportunidad crucial para que los países que no han presentado sus planes puedan hacerlo antes de que concluya la cumbre. Los líderes mundiales han reiterado la urgencia de actuar de manera decisiva para evitar un colapso ecológico irreversible.

“El tiempo para postergar las decisiones ha terminado. Si no tomamos medidas urgentes, perderemos la oportunidad de revertir la pérdida de biodiversidad en esta década crucial”, advirtió Elizabeth Mrema, secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica.

Mientras las negociaciones continúan, la presión sobre los gobiernos y las empresas para comprometerse con acciones más ambiciosas sigue creciendo, especialmente en un momento en que los efectos del cambio climático y la degradación de los ecosistemas son más evidentes que nunca.







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