Hoy en día, nuestro planeta enfrenta graves problemas que afectan nuestras vidas de manera directa o indirecta, como el calentamiento global, la escasez de recursos naturales, la contaminación ambiental y la deforestación. Estos problemas son el resultado de nuestras propias acciones y decisiones. Y si bien la situación es alarmante, aún tenemos el poder y la responsabilidad de cambiar el rumbo. Está en nosotros tomar medidas concretas para revertir esta crisis planetaria y proteger el futuro para las próximas generaciones.
Una forma de hacerlo es a través de la innovación sostenible, un proceso que busca mejorar continuamente los productos y procesos para fomentar un futuro más próspero y amigable con el medio ambiente.
Inicialmente los sectores que impulsaron la innovación sostenible fueron la arquitectura y la construcción (con el objetivo de reducir su consumo de energía) y la industria del transporte (para conseguir vehículos libres de emisiones). Sin embargo, hoy la innovación sostenible está siendo integrada al ADN de muchos otros sectores y empresas que promueven el desarrollo de nuevos productos, servicios o paradigmas de negocio cuya meta es balancear los beneficios económicos y sociales con la protección del planeta.
Es decir, ya no basta solo con producir bienes o servicios rentables: en esta nueva era ha nacido una nueva relación del ser humano con lo que consume. Ya no hay consumidores. Ahora tenemos usuarios conscientes que buscan y reclaman productos que sean sostenibles y generen bienestar al planeta y las comunidades. Esto forma parte de La Revolución Natural, una auténtica transformación hacia prácticas sostenibles y respetuosas con los ecosistemas. La industria de alimentos no es ajena a estos cambios. Desde hace algunos años, en Grupo AJE fomentamos la innovación sostenible a través de cadenas de valor sustentadas en la Revolución Natural. De esta manera, empoderamos a las comunidades y protegemos uno de nuestras mayores ventajas competitivas como país: nuestra biodiversidad.
“En Grupo AJE fomentamos la innovación sostenible a través de cadenas de valor sustentadas en la Revolución Natural”.
Uno de esos proyectos se llama “Superfrutos que conservan bosques”, un modelo que se ha convertido en un ejemplo a nivel mundial. A través de nuestra marca AMAYU, una innovadora línea de jugos 100 % naturales, sin preservantes ni azúcar añadida, generamos cadenas de valor sostenible para especies como el aguaje, camu camu y acaí, los cuales son recolectados por comunidades amazónicas, quienes se comprometen a mantener el bosque en pie y reciben un pago justo por ello.
Esta sinergia con las comunidades amazónicas, que son los verdaderos guardianes del bosque, ha generado una demanda responsable de superfrutos, que además de contribuir a la preservación del medio ambiente, ayuda a transmitir conocimiento y fomentar el compromiso y el trabajo colaborativo para preservar nuestra Amazonía.
De la mano de esta cadena de valor hemos logrado conservar de forma directa más de 100 000 hectáreas de bosques amazónicos y somos aliados de la conservación de cuatro parques naturales del Perú con una extensión de mas de 4 000 000 de hectáreas de bosques primarios y adquirido más de 1 300 000 kilos de producción (superfrutos), que fueron comprados a comunidades amazónicas de cuatro áreas naturales protegidas en el Perú.
En una era donde los usuarios son más conscientes de su bienestar y de su entorno, y eligen productos de bajo impacto ambiental, la innovación sostenible debe ser el camino para impulsar el cambio. Está en nosotros, en las empresas, dar ese primer paso, siguiendo la visión que hemos llamado triple win: es bueno para ti, es bueno para las comunidades y es bueno para la biodiversidad.