Por Stakeholders

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Un sector puede ser crítico para una ciudad, pero no tener impacto para otra. Sin embargo, la movilidad suele ser un tema importante para todas las ciudades de tamaño mediano y grande en el Perú. La gestión inteligente de la movilidad, tanto en el transporte público como en la gestión del tráfico, puede suponer un aumento muy importante de la calidad de vida de los ciudadanos y la competitividad de las ciudades.

“La manera más inmediata de abordar el problema de transporte es con un control inteligente semafórico y un sistema de transporte público cada vez más inteligente. En Lima hay proyectos en marcha e Indra viene haciendo estudios preliminares, pero tenemos claro que se tiene que avanzar principalmente por el lado del transporte público”, dice César Valero, director de Smart Cities de Indra en España. “Hay que dotar a los vehículos de mayor tecnología y hacer que el ciudadano esté cada vez más próximo y afín al transporte público, volviéndolo más sencillo y cómodo”.

Todas las ciudades son candidatas a ser Smart Cities. Todas tienen un camino, pero prioridades distintas, por lo que las autoridades son quienes marcan la estrategia de la ciudad. “El proyecto de Smart City tiene que ir de acuerdo con lo que el alcalde considera es más urgente en una ciudad”, dice César Valero. “Primero se tienen que analizar las visiones a corto, medio y largo plazo y a partir de ahí hacer un mapa de situación de infraestructura, servicios y analizar cómo volverla inteligente”.

Las nuevas Ciudades Inteligentes, con las tecnologías implicadas, suponen la oportunidad de encontrar nuevos modelos de gestión y explotación, generando ahorros significativos, imprescindibles en un momento de escasos recursos. Los usuarios podrán beneficiarse de servicios inteligentes y personalizados en los más diversos entornos de su vida cotidiana. 

“Es un proceso a largo plazo. Muchos de los planes estratégicos son a diez años, por ejemplo. Es un camino para ser más smart”, dice César Valero. “El transporte público, por ejemplo, afecta organizaciones, regulaciones y normativas de la ciudad y no solamente se trata de tecnología. A corto plazo se ven algunos resultados, pero se trata de una decisión con visión a largo plazo”.

En ciudades de Europa, por ejemplo, Indra viene trabajando con empresas distribuidoras de gas y diseña soluciones tecnológicas para mejorar la eficiencia energética de los hogares a través de la instalación de sistemas domóticos y del uso de las tecnologías de la información (TIC), permitiendo una reducción de hasta un 20% en el consumo energético de los hogares. 

Este ahorro, a su vez, también reduciría significativamente las emisiones de CO2 de los hogares y su consumo de agua.

 “Este modelo genera ahorros importantes, pero la inversión para implementar una ciudad inteligente varía mucho según el grado de tecnología que ya exista en la ciudad, el tamaño de la misma y del alcance de la solución que se persigue”, afirma César Valero. “La situación tecnológica inicial de cada ciudad debe ser tomada en cuenta para el desarrollo de la Ciudad Inteligente, pero en ningún caso supone un límite”.

En el ámbito de la vivienda y el hogar se ha producido un cambio de tendencia a la hora de gestionar uno de los factores más importantes en ellas: la energía. Indra trabaja actualmente en el desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones para la eficiencia energética y la sostenibilidad de la mano de las denominadas redes inteligentes o Smart Grids. La apertura del Perú a las Smart Grids aportará ventajas para el sistema eléctrico actual y hará posible asegurar la integración de nuevas energías renovables. Indra fue elegida por Osinergmin para diseñar el plan estratégico para la implementación en el sistema eléctrico peruano de las Smart Grids, lo que permitirá mejorar la fiabilidad del sistema, haciendo posible además asegurar la integración de nuevas energías renovables (600 MW previstos en Perú en los próximos dos años).

Indra es una de las principales multinacionales tecnológicas de Europa y Latinoamérica. Es la segunda compañía europea de su sector por inversión en I+D, con 550 M€ invertidos en los últimos tres años. Las ventas en 2011 ascendieron a 2.688 M€ y en la actualidad más de la mitad de los ingresos proceden del mercado internacional. Cuenta con 40.000 profesionales y con clientes en 118 países.







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