El panorama de la conservación de la biodiversidad está en constante evolución, con nuevas amenazas y oportunidades que surgen regularmente. En ese sentido, un reciente análisis ha identificado 15 problemas emergentes de preocupación para la conservación de la biodiversidad global.
Este proceso, que arrancó en 2009, ha demostrado ser clave para anticipar y mitigar posibles impactos negativos en la biodiversidad.
Un panel de 31 científicos y profesionales presentó un total de 96 temas, que se clasificaron según su novedad y la probabilidad de impacto en la conservación de la biodiversidad.
Entre los avances tecnológicos emergentes, destacan las impresoras de ADN de sobremesa y la creación de alimentos ricos en proteínas a partir del aire. Estos desarrollos podrían influir significativamente en la conservación biológica en el futuro, ya sea de manera positiva, como la reducción de la presión sobre la tierra para la producción de alimentos, o negativa, afectando ecosistemas marinos y terrestres.
Las innovaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los sistemas industriales y energéticos también han sido un tema recurrente en el análisis. Pese a los programas anunciados por varios gobiernos para apoyar la producción y el uso de hidrógeno de baja emisión, la implementación ha sido desigual, resaltando la necesidad de políticas más efectivas.
Los problemas principales
Nuevas fuentes de hidrógeno para la producción de energía: el uso del hidrógeno como fuente de energía ha crecido considerablemente. La mayoría se produce a partir de gas natural, pero los avances recientes podrían permitir el uso directo de agua de mar en la electrólisis de hidrógeno verde. Sin embargo, la extracción de hidrógeno podría significar el desarrollo de infraestructuras de transporte en ecosistemas relativamente intactos y el riesgo de fuga de gases de efecto invernadero.
La economía del hidrógeno podría incrementar los niveles de metano atmosférico.El hidrógeno puede ser el combustible limpio del futuro, pero tiene riesgos.
Producción de amoníaco descarbonizado: el amoníaco, utilizado principalmente como fertilizante, se produce a partir de combustibles fósiles mediante el proceso Haber-Bosch. Un método novedoso utiliza microgotas de agua y malla de grafito recubierta de óxido de hierro para convertir materiales ampliamente disponibles en amoníaco, lo que podría desempeñar un papel importante en la reducción de emisiones de CO2.
Alimentos y piensos a partir de bacterias autótrofas oxidadas por hidrógeno: la producción de alimentos es un importante impulsor de la pérdida de biodiversidad. Empresas están trabajando para producir proteínas económicas con bacterias autótrofas que oxidan el hidrógeno, lo que podría descentralizar y desacoplar la creciente demanda de proteínas del impacto ambiental de su producción.
Aceleración de la fotosíntesis artificial sin luz en la agricultura interior: mejorar la eficiencia de la fotosíntesis podría apoyar la producción sostenible de alimentos. Un proceso electrocatalítico creado en laboratorio, que requiere acetato en lugar de glucosa, ha demostrado ser hasta 18 veces más eficaz que la fotosíntesis biológica, permitiendo la producción urbana de alimentos en edificios de varios pisos.
Adopción extensiva de técnicas de mineralización de carbono: la aplicación de polvo de roca, especialmente basalto, en tierras agrícolas podría mineralizar grandes cantidades de dióxido de carbono. Aunque puede aumentar los rendimientos de los cultivos, sus impactos ambientales más amplios, como la contaminación por metales pesados, aún no están claros.
Evidencia de disminución de poblaciones de lombrices en grandes regiones: las lombrices de tierra son ingenieros del ecosistema cruciales para la fertilidad del suelo. Modelos simples sugieren que el uso de pesticidas podría haber reducido sus poblaciones a nivel global, lo que tendría efectos significativos en la salud del suelo y la estructura y función del ecosistema.
Uso de ecoacústica para monitorear la ecología del suelo: las tecnologías acústicas se utilizan para evaluar la presencia de animales subterráneos. La ecoacústica del suelo es un uso relativamente nuevo de esta tecnología, que podría proporcionar una comprensión más completa de la estructura y función de la comunidad del suelo.
Los incendios forestales dañan las oscilaciones climáticas: Los incendios forestales y la quema de biomasa asociada a la utilización del suelo producen aerosoles que afectan los patrones de nubes y precipitaciones. Se presume que estos aerosoles pueden influir en las oscilaciones climáticas, como el fenómeno de El Niño, lo que tendría amplias implicaciones para la conservación de la biodiversidad.
Terremotos, incendios y huracanes: los desastres naturales de los últimos años.
Impresoras de ADN de sobremesa: estas impresoras pueden producir ADN de doble cadena y presentan nuevos riesgos ecológicos y éticos, como la transferencia involuntaria de material genético a poblaciones silvestres y la creación de especies cultivadas invasoras.
Extrapolación de evaluaciones de toxicidad química: los mecanismos como las vías de resultado adverso (AOP) podrían permitir la identificación de la toxicidad potencial de nuevos químicos antes de que se acumulen observaciones de sus impactos, mejorando la aplicación efectiva de agroquímicos con menor riesgo para especies no objetivo.
NEOM (The Line) ciudad de rascacielos lineal: este desarrollo en Arabia Saudita podría presentar un riesgo importante para las especies migratorias, especialmente aves paseriformes, debido a su diseño y dimensiones. Aún no se ha publicado una evaluación de impacto ambiental.
Ostrero Unicolor: La humanidad habría provocado la extinción de unas 1.430 especies de pájaros.
Muertes masivas de erizos de mar perjudican los ecosistemas marinos: los eventos recientes de mortalidad de erizos de mar en el Caribe y el Mediterráneo han revelado posibles cambios en algunos de los mares más diversos del mundo, lo que podría señalar una amenaza emergente para los ecosistemas tropicales a nivel global.
Eliminación de dióxido de carbono del océano: aunque esencial para limitar el calentamiento global, la eficacia de las tecnologías basadas en el océano para la eliminación y almacenamiento a largo plazo de carbono, así como las consecuencias ambientales potencialmente dañinas, aún deben comprobarse.
Temperaturas globales cada vez más altas. Por primera vez, ya hemos rebasado el límite de temperatura global de 2ºC. El aumento de temperaturas en la zona crepuscular afecta la bomba biológica de carbono: se predice que el aumento de temperaturas disminuirá la eficiencia de la bomba biológica de carbono en la zona mesopelágica, lo que podría afectar la disponibilidad y calidad de los alimentos para los organismos de aguas profundas y reducir el potencial de secuestro oceánico de carbono.
El derretimiento del hielo antártico daña las corrientes oceánicas profundas: se sugiere que la reducción en la densidad del agua provocada por el incremento del deshielo y la reducción en la concentración de sales puede reducir la circulación abisal en un 40% para 2050, lo que perjudicaría los flujos de nutrientes, los niveles de oxígeno en el océano y el clima global.