Días antes del inicio de la cumbre, Sultán al Jaber sostuvo que “no existe ninguna ciencia” que apunte a que la eliminación progresiva del petróleo, gas y carbón permita alcanzar la meta más ambiciosa del Acuerdo de París.
De Sultán al Jaber, el ministro de industria de Emiratos Árabes Unidos y presidente de la COP28, la cumbre del clima que se celebra en Dubái, está en el medio de la polémica desde que a inicios de año se supo que sería el encargado de dirigir las negociaciones de esta conferencia internacional. Porque, además de ministro, es el consejero delegado de la empresa nacional de petróleo y gas de su país, ADNOC.
Este domingo se han difundido unas declaraciones suyas, del 21 de noviembre (nueve días antes de arrancar la COP28), en las que afirma que no existe “ciencia” que respalda que para evitar lo peor del calentamiento global se deban eliminar progresivamente los combustibles fósiles.
Las declaraciones las hizo durante un encuentro online en el que participaba también Mary Robinson, ex enviada especial de la ONU para el cambio climático. En un momento de la conversación, Robinson le interroga sobre si apoya que se tenga que poner fin a los combustibles fósiles, algo que centra en gran parte las discusiones en la COP28, en la que participan los representantes de casi 200 naciones. Y Al Jaber responde: “De ningún modo me sumo a ningún debate alarmista. No existe ninguna ciencia, ni ningún escenario, que diga que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo que permitirá alcanzar los 1,5°C”, según el vídeo de ese encuentro que ha difundido este domingo el diario británico The Guardian.
Pero sí existe un amplio respaldo científico a la necesidad de desengancharse de los combustibles fósiles para cumplir el Acuerdo de París, que fija como objetivo que el incremento de la temperatura se quede entre los 1,5 grados Celsius y los 2. El propio António Guterres, secretario general de la ONU, dejó claro qué camino se debe seguir en el discurso que ofreció en la apertura de la COP28. “El límite de 1,5 grados solo es posible si finalmente dejamos de quemar todos los combustibles fósiles”, sostuvo. “No podemos salvar un planeta en llamas con una manguera de combustibles fósiles”, recalcó Guterres, que lleva años poniendo en el punto de mira de sus discursos a los combustibles fósiles.
Desde hace más de tres décadas, la ONU cuenta con un panel de expertos internacionales, conocido por sus siglas IPCC, que analizan la ciencia climática para establecer las bases científicas del conocimiento sobre el calentamiento global. Además, realizan evaluaciones y la sexta concluyó esta primavera. Entre otras muchas conclusiones, el IPCC deja claro que los combustibles fósiles —el petróleo, el gas y el carbón— son los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero y, por tanto, del cambio climático.
Es más, se establecía que para cumplir con el Acuerdo de París se necesitan reducciones muy profundas —en algunos casos del 100%― del uso del carbón, el petróleo y el gas para 2050. Aunque no se rechazaba la posibilidad del uso de las técnicas de captura del dióxido de carbono, lo que permitiría seguir quemando estos combustibles, la alternativa clara son las renovables, cuyos costes se han desplomado. Incluso, el IPCC establecía una ruta que pasa por que en 2050 el uso global de carbón, petróleo y gas tendrá que haberse reducido un 100%, un 60% y un 70%, respectivamente, en comparación con los niveles de 2019 si se quiere cumplir que la temperatura no supere los 1,5 grados. Si se aplican las medidas de captura y almacenaje de dióxido de carbono, que en estos momentos son marginales y costosas, esas reducciones se suavizaron algo.
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Pero en la tensa charla difundida este domingo, Sultán al Jaber espeta a Robinson: “Por favor, ayúdenme, muéstrenme la hoja de ruta para una eliminación gradual de los combustibles fósiles que permitirá un desarrollo socioeconómico sostenible, a menos que quieran llevar al mundo de nuevo a las cavernas”.
Estas palabras conocidas ahora se suman a otra polémica que se generó solo unos días antes de comenzar la cumbre, cuando se filtraron unos documentos supuestamente del equipo de Al Jaber en los que se apuntaba a que Emiratos Árabes Unidos podría usar la cumbre para cerrar acuerdos comerciales con algunos países para el uso de combustibles fósiles. Al Jaber tardó dos días en contestar y cuando lo hizo fue para negarlo. “Estas acusaciones son falsas, no verdaderas, incorrectas y no son precisas”, dijo el ministro de EAU, que prometió que nunca ha visto o empleado esos documentos en sus reuniones. Y agregó: “¿Piensan que Emiratos Árabes Unidos o yo mismo necesitamos la COP o la presidencia de la COP para establecer acuerdos comerciales o relaciones comerciales?”.
El papel que pueda desarrollar Emiratos Árabes Unidos en esta cumbre es muy criticado por algunas organizaciones ecologistas. Porque de esta COP28 algunos países esperan que salga un llamamiento explícito a abandonar los combustibles fósiles, algo que no se ha logrado en anteriores cumbres de la ONU. Al Jaber asegura en la charla que su equipo ha incluido este asunto en la agenda de las negociaciones, pero no lo respalda a tenor de sus declaraciones. En cualquier caso, la presidencia de este tipo de citas debe ser neutral. “La presidencia debe ser imparcial y superar los conflictos de intereses”, advertía hace unos días en EL PAÍS Laurence Tubiana, una antigua diplomática francesa considerada una de las arquitectas del Acuerdo de París.