Alrededor de 650 millones de personas sufren obesidad en el mundo, y mueren más de cuatro millones al año por causas vinculadas con ella, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Solo en España, el 21,6% de los niños son obesos y el 11,8% tienen sobrepeso, según el informe PASOS 2022 de la Fundación Gasol.
Ante este panorama, el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) presentó en Madrid un proyecto europeo, llamado EprObes, financiado con 10 millones de euros y que durante los próximos cinco años estudiará la obesidad y el sobrepeso para lograr prevenirlos en las primeras fases de la vida. Para ello, los investigadores implicados buscarán biomarcadores, factores de riesgo, un pronóstico y una intervención en etapas tempranas.
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es la utilización de la inteligencia artificial (IA). Los investigadores recurren a ella para el análisis de datos y emplearán algoritmos de aprendizaje automático para diseñar herramientas que apoyen tanto a médicos y profesionales de la salud, como a pacientes en la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad.
Uno de los factores más importantes, comenta Álex Bravo, investigador especialista en aprendizaje automático, es que la IA les permitirá conocer la trayectoria de un paciente, “saber por qué camino va”. El equipo espera poder desarrollar una aplicación que recomiende a cada persona una serie de acciones en tiempo real basadas en sus datos, por ejemplo, que aumente su nivel de actividad física o que mejore su alimentación.
Por su parte, Manuel Tena-Sempere, coordinador del proyecto e investigador principal del CIBEROBN (el área del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición) y de la Universidad de Córdoba, resalta la importancia de desarrollar estrategias efectivas de prevención, especialmente en etapas tempranas, para evitar las complicaciones metabólicas producidas por el sobrepeso. “Hasta el momento, los tratamientos para las formas más comunes de obesidad tienen una eficacia limitada”, comenta.
Para conseguir un tratamiento personalizado de la obesidad y sus comorbilidades, el proyecto investigará los factores de riesgo y protectores y los mecanismos del incremento de peso excesivo en periodos como el embarazo, el desarrollo temprano de la infancia y la adolescencia. Algunos determinantes de la obesidad son el impacto ambiental, las condiciones familiares, el estado metabólico de la madre, el crecimiento del feto y la epigenética.
Otro aspecto que diferencia a este trabajo es que investigará las variables entre sexos para entender mejor cómo influyen las hormonas, el metabolismo, los roles de género, los diferentes contextos sociales y otros factores en la obesidad y las patologías que ocasiona. El fisiólogo de la Universidad de Córdoba detalla que, desde edades tempranas, la diferencia de sexo es determinante en los procesos biológicos que pueden conducir, por ejemplo, a una predisposición diferente al desarrollar obesidad.
Además se estudiará el impacto de factores psicológicos y socioeconómicos, especialmente la salud mental y los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Fernando Fernández-Aranda, jefe de grupo del CIBEROBN, explica que a lo largo de la adolescencia pueden surgir estos trastornos que impactarán en la aparición de una obesidad posterior o viceversa, que una obesidad temprana lleve a sufrir un TCA en la adolescencia. “Detectar esos factores que van vinculados es uno de los objetivos de este proyecto”, subraya.
Para poder abordar todas las aristas del problema de la obesidad, los científicos han incluido cohortes de pacientes en diversas etapas de desarrollo. Se considerará, además de la salud mental, factores como el comportamiento de los individuos o su estilo de vida y se incluirán estudios de intervención y prevención centrados en la dieta, el ejercicio y el entorno personal.