Por Stakeholders
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Usar a perros como carnadas para el entrenamiento de otro, práctica conocida como ‘sparring’, será castigada con tres a cinco años de pena privativa de la libertad. Así lo informó el juez Walter Huayllani Choquepuma, titular del Juzgado de Investigación Preparatoria Supraprovincial de la Corte de Lima, tal como figura en el artículo 206° del Código Penal que concierne a los actos de crueldad contra los animales.
Esta práctica representa una actividad ilícita al generar daño, maltrato y dolor a un animal. Mutilaciones, inyecciones de anabólicos, peleas con animales de carnada y otras crueles prácticas se llevan a cabo en Lima.
“La sanción será de tres a cinco años de pena privativa de la libertad con la posibilidad de darse una pena efectiva a quien utilice estos animales con fines de “sparring” provocando su muerte, lo cual significará el internamiento en una cárcel pública”, mencionó el magistrado.
Asimismo, señaló que, si el animal resulta herido producto de esta actividad ilícita, la persona o personas involucradas podrían recibir una condena de hasta tres años de cárcel.
El funcionario explicó que los veterinarios que suministran medicinas o vitaminas a los animales, los criadores de perros, entre otros, podrían estar incluidos en este ilícito, y también podrían ser condenados hasta con cinco años de prisión.
“Es evidente que el ‘sparring’ no es ejecutado por una sola persona, intervienen en este hecho desde quien captura al perro, quien lo entrena, quien suministra las medicinas. Interviene un conjunto de personas que pueden calzar en esta agravante”, añadió.
Cabe resaltar que los dueños de los canes, que son entrenados para pelear, podrían ser procesados y condenados debido a su situación de garantes del animal, al permitir estas conductas agresivas.
Los propietarios de los canes que permiten que sus animales sean educados con fines de ataque, tendrán también responsabilidad penal.
