Los gobiernos de Egipto e Indonesia habían decidido que tanto El Cairo como Yakarta ya no serán sus capitales, según información difundida en diversos medios de comunicación. ¿El motivo?, la escasa habitabilidad producto del cambio climático.
Ciudades del mundo como Nairobi, Bagdad, Calcuta, El Cairo, Yakarta o Nueva Delhi, son algunos ejemplos de urbes donde la población supera excesivamente a las poblaciones totales de países como Australia o Canadá. Además, estas ciudades conforme han ido creciendo han traído consigo múltiples problemas reflejados en una pobre calidad de vida percibida y experimentada por sus habitantes.
En ese sentido, problemas como la falta de agua, la seguridad alimentaria, el aumento de temperaturas y la polución ambiental (especialmente en cuanto a la calidad del aire se refiere) han vuelto invisibles a estas ciudades.
Cabe resaltar que el Cairo —junto con Lima— ocupan el primer y segundo lugar en el ranking de las ciudades más grandes del mundo ubicadas en desiertos.
Respecto a la capital egipcia, su población (9.54 millones) es casi similar a la de Yakarta (10.56 millones) y Lima (10.04 millones). El problema es el crecimiento desordenado, la infraestructura incorrecta para el tratamiento de residuos como de aguas servidas en línea con carencias físicas de agua y sistemas de transporte ineficientes, los cuales han originado un verdadero desastre en términos de calidad de vida y salubridad.
En conclusión, si Egipto o Indonesia (o el Perú) cambian sus capitales a fin de descentralizar su crecimiento considerando su actual condición, el progreso de esas iniciativas dependería exclusivamente de un correcto planeamiento demográfico, infraestructural y urbano. Por ello, es clave tomar en cuenta el cambio climático a la hora de ejecutar sus planes.