El senador nigeriano Ike Ekweremadu, exvicepresidente de la cámara alta de ese país intentó extraer un riñón a un joven para que sea trasplantado a su hija. Por ello, el político fue condenado a más de nueve años de cárcel en Londres (Reino Unido). Su esposa Beatrice y el doctor Obinna Obeta, que actuó como “intermediario”, también fueron declarados culpables.
El acto fue reprochado por el juez Jeremy Johnson, del tribunal penal de Londres, quién mencionó que el político ha participado de un “comercio despreciable” aprovechándose de la “pobreza, miseria y desesperación” de personas vulnerables.
El funcionario le había ofrecido al joven 7.000 libras (8.800 dólares) y la posibilidad de quedarse a vivir y trabajar en el Reino Unido. La víctima, un vendedor callejero de 21 años y nacido en Lagos, logró darse cuenta a tiempo que lo habían engañado por los exámenes médicos que le realizaron en un hospital del noroeste de Londres.
En mayo de 2022 se negó a la intervención y escapó para acudir a la policía buscando a alguien que le salvase la vida; detalló durante el juicio.
Por su parte, Esther Richardson, responsable de la unidad de lucha contra la esclavitud moderna de la policía de Londres, calificó la condena de “significativa” y elogió la valentía de la víctima por denunciar los hechos.
Gracias a la rápida acción del joven, el trasplante no se llegó a realizar y la familia Ekweremadu fue detenida en el aeropuerto londinense de Heathrow en junio de 2022. Desde entonces, Ike Ekweremadu, ha estado en vigilancia para que no escape del Reino Unido.
El juicio en Londres fue seguido con mucho interés en Nigeria, ya que la familia Ekweremadu tiene “poder e influencia”, detalló la fiscalía.
En la actualidad, el político aún es parte del Parlamento hasta que tome posesión el nuevo Senado elegido a inicio de año.
A través de un comunicado emitido por la policía tras la sentencia en marzo, la fiscal Joanne Jakymec juzgó la “total indiferencia de los acusados por el bienestar y la salud de la víctima” al usar su “considerable influencia” para sus beneficios frente a una víctima que sólo tenía una “comprensión limitada de lo que sucedía.