Al menos 40 migrantes perdieron la vida en un incendio en una estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez (México), en la frontera con Estados Unidos.
Si bien se desconocen las causas del siniestro, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, responsabilizó a una protesta de migrantes por el incendio.
“Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron, a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados, movilizados, y como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego”, declaró.
No obstante, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se mostró “profundamente entristecido” por la muerte de los 40 migrantes y pidió una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido.
Además, el vocero del secretario general, Stéphane Dujarric, insistió en el compromiso de Naciones Unidas de trabajar con las autoridades de los países donde se producen movimientos de personas migratorias “para establecer rutas más seguras, reguladas y organizadas”.
Según el diario El Universal, entre los detenidos «había familias completas, pero las mujeres y los niños fueron llevados a un lugar aparte de los hombres». El INM también informó que los migrantes que sobrevivieron al incendio fueron trasladados a varios hospitales de la zona para atender las heridas que sufrieron.
Cabe mencionar que el gobierno mexicano también ha afrontado críticas de organizaciones de derechos humanos por aceptar las políticas estadounidenses y desplegar a más de 20.000 elementos de las Fuerzas Armadas en las fronteras para tareas migratorias.