Japón es una de las naciones más avanzadas en tecnología a nivel global. A pesar de ello y que la sociedad haya adoptado esa modernidad, la tradición prevalece como parte de su cultura.
Esto se refleja en el principio Monozukuri, que significa el arte y la ciencia de la fabricación. Este principio combina la alta tecnología y los conocimientos tradicionales de manera sencilla.
Históricamente, el concepto pertenece a una ética de trabajo basada en el conocimiento profundo, la multiplicidad de habilidades y la pasión. Además, va acompañado de una fuerte ambición por alcanzar la perfección y el reconocimiento en la sociedad japonesa.
Las empresas japonesas basan su filosofía en una visión a largo plazo en lugar de resultados a corto plazo. Por ello están promoviendo un crecimiento sostenible, conservando los antiguos principios de la artesanía, así como una voluntad de contribución a la sociedad.
Monozukuri y fabricación sostenible
En lo que concierne a la fabricación, el concepto de Monozukuri, menciona que se debe aplicar un criterio responsable en lo relacionado al uso de los recursos para evitar caer en el derroche. Debe estar en armonía con la naturaleza y aportar valor a la sociedad. Cuando se utiliza un bien o un esfuerzo humano, debe generarse un beneficio para la sociedad, además de, mantener el equilibrio entre producción, recursos y sociedad.
Si las empresas adoptan el concepto de Monozukuri, podrán centrarse en eliminar los residuos y racionalizar los procesos para conseguir una reducción de costes sostenible, al mismo tiempo que se reinvierten los beneficios y el esfuerzo tanto en los empleados, como en la sociedad y el planeta.
Este enfoque global no solo genera un impacto positivo en la empresa y sus clientes, sino que también garantiza un crecimiento sostenible.
Japón nos deja muchas lecciones con su manera de gestionar los negocios. Cabe resaltar que la innovación en tecnología no es el único camino hacia el éxito, sino que también pueden aplicarse métodos tradicionales que son esenciales para tener armonía con nuestro entorno y quienes nos rodean.
Enfoque en el cliente
La práctica Monozukuri, busca poner al cliente en primer lugar, es así como las empresas japonesas piensan en la perspectiva a largo plazo y en lo que podría necesitar el cliente, así como en las necesidades de la industria. Asimismo, brinda productos de la mejor calidad y niveles de servicio que se ganan la confianza de los clientes.
Calidad frente a cantidad
En Japón, es primordial la selección de materiales, ellos hacen sus productos pensando en la durabilidad. El Monozukuri considera todos los aspectos, desde los materiales empleados hasta el proceso de fabricación, y aplica varios principios fundamentales que lo diferencian de otras formas de producción.
Primero, buscan mejorar constantemente los procesos de trabajo. Una empresa debe centrarse en un objetivo mayor y adoptar un enfoque único que genere mejoras continuas que le permitan lograrlo. A pesar de que aparezcan barreras, las empresas siempre tienen la fuerza necesaria para seguir adelante.
En conclusión, el objetivo final es obtener un producto de mayor calidad elaborado de la forma más eficiente, que genere un valor original y que marque una diferencia en la vida de las personas, sin dañar el entorno que nos rodea.