
El potencial peruano en energía solar y eólica instan a que no se pierdan oportunidades. Justamente, ambos modelos permiten una mayor incorporación de energías renovables en favor del medio ambiente y el acceso a una red de energía segura y eficiente.
Por Renzo Rojas
rrojas@stakeholders.com.pe
La Generación Distribuida (GD) y el Autoconsumo representan una enorme oportunidad en cuestión de energías renovables para el país. Permiten su mayor incorporación que va de la mano de una sostenibilidad ambiental, así como una mayor eficiencia, diversidad y seguridad energética que también puede beneficiar a las poblaciones que, incluso, aún no gozan de un recurso tan fundamental como la energía.

Tomás Luy
Gerente general de Novum Solar
“Es la actividad de generar con recursos descentralizados (renovables) energía eléctrica para el consumo de usuarios cercanos a esas fuentes mismas de generación descentralizada. Es tener recursos de generación distribuidos a lo largo de los territorios donde se consume la energía. Puede ser al interior de las ciudades, zonas industriales, agrícolas, complejos mineros, etc.”, señala Tomás Luy, gerente general de Novum Solar, respecto a la GD.
Vale diferenciar que existen básicamente tres modelos de generación de electricidad. Figuran la Generación Convencional (GC), la Generación Distribuida y el Autoconsumo. En ese sentido, para todos los casos existe la alternativa de emplear energías renovables y obtener las ventajas de su uso adecuado.

Paul Súmar Gilt
Socio de Santivañez, Capella,
Rocha, Súmar & Reyes Abogados
“Tienen vocaciones distintas. Autoconsumo es producir electricidad para satisfacer toda o parte de la demanda propia, mientras que GD es producir electricidad en pequeña escala para comercializarla. ¿Qué tan pequeña? Es algo que varía de una legislación a otra. El Autoconsumo podría también comercializar sus excedentes”, indica Paul Súmar Gilt, socio de Santivañez, Capella, Rocha, Súmar & Reyes Abogados.
En el Perú, actualmente predomina la Generación Convencional en donde grandes líneas de transmisión llevan la energía eléctrica a los lugares de consumo. Con ventajas y desventajas de esto último, grandes posibilidades radican al darle impulso al Autoconsumo y la Generación Distribuida, ambos propicios para promover el despliegue de las energías renovables como la solar y la eólica.
Eficiencia energética y sostenibilidad
Tomás Luy menciona que uno de los beneficios de la GD está en la eficiencia de la transmisión de la energía, ya que justamente no tiene que recorrer miles de kilómetros de líneas de transmisión para llegar a los centros de consumo.
Para Paul Súmar, como la GD se encuentra insertada en los centros de consumo o es contigua (especialmente en las ciudades y pueblos), el principal beneficio de la GD es incrementar la seguridad de abastecimiento (resiliencia). Todo ello debido a que disminuye la dependencia de grandes líneas de transmisión eléctrica y recursos energéticos concentrados.
Desde el Autoconsumo, Súmar detalla que es viable cuando su costo es menor al costo total de la electricidad que ofrezca la Generación Convencional o no se tiene acceso a red alguna (aislamiento total): “Autoconsumir es una decisión que obedece a razones económicas. Mi pronóstico es que, en la mayor parte del mundo, incluyendo al Perú, el Autoconsumo de tecnología fotovoltaica crecerá a un ritmo mayor, o mucho mayor, que la GC y la GD”.
Entre otros de los beneficios está la sostenibilidad ambiental para ambos modelos. Contar con GD permite reducir las emisiones de CO2 al reemplazar fuentes tradicionales con recursos renovables como la energía solar, aspecto en el que el Perú tiene gran potencial. En esa línea, una de las fuentes de GD más reconocidas a nivel mundial es la generación solar fotovoltaica porque es muy modular.
“Tenemos generación a partir de un panel solar. Puedo colocar 1, 100 o 1000 paneles y poder ir acumulando más potencia en una planta de generación y así poder suplir la demanda. Al ser tan modular, la generación solar fotovoltaica de manera distribuida trae grandes beneficios, a lo que viene ser la reducción de la huella de carbono”, manifiesta, Tomás Luy, quien agrega que desde Novum Solar vienen trabajando en la distribución y suministro de equipamiento fotovoltaico, así como en la ejecución de proyectos.
Concentración y dependencia
En el país, dos fuentes (hidro y gas natural) son las que principalmente proporcionan energía eléctrica a los peruanos. La concentración en su generación es preocupante. Paul Súmar dice que se cuenta con numerosas plantas a gas localizadas en Chilca y un par de distritos más, mientras que el río Mantaro provee a varias hidroeléctricas.
“Los efectos de la concentración podrían exacerbarse en el futuro, gracias a la inexorable promesa de sequías e inundaciones que nos ofrece el cambio climático, así como a los sabotajes y similares en los que podría terminar una conflictividad social descontrolada”, argumenta Súmar. Tomás Luy, por su parte, señala que, a pesar de contar con una matriz relativamente limpia, en definitiva, se viene siendo dependiente del gas para generar energía, un recurso que es finito en un cierto plazo. En hidro, las sequías ya han puesto en jaque al sistema con todo lo que implica un fenómeno como el cambio climático.
“Si por ahí hubiera un problema en el abastecimiento de agua para las hidroeléctricas, como ocurrió a fines del 2022, donde no llegaban las lluvias, se tendrían que encender las reservas frías para generar electricidad. Podemos tener más de esos eventos en los cuales no tenemos control alguno”, agrega el gerente general de Novum Solar.
Reglamentación y financiamiento
En el Perú aún se necesitan ciertas directrices para la regulación de la GD, un fin que debería apuntar más a promover que limitar su despliegue. En el 2006, una ley (28832) contempló por primera vez su desarrollo. Sin embargo, aún se espera por la aprobación de un reglamento final.
“¿Estamos buscando regularla o promoverla? Promoverla. En ese sentido, tenemos que buscar eso, ir analizando quiénes son los diferentes actores dentro de la GD. (…) Hay que pensar en los usuarios finales, quienes verdaderamente la van a adoptar. Desde las pequeñas empresas, las familias, los colegios, la industria, entre otros. Cómo todos ellos pueden terminar siendo usuarios de la GD, y si realmente este modelo que se pensara publicar va a traerles beneficios”, explica Tomás Luy.
Paul Súmar señala que las distribuidoras estatales cubren todo el territorio, a excepción de Lima e Ica. Por tanto, el Gobierno debería pedirles que un porcentaje creciente de sus compras a futuro se anuden hoy con proyectos de GD (un porcentaje con proyectos tipo ground-mounted, y el resto techos solares). No hace falta norma, según menciona, sino apenas una llamada telefónica desde Fonafe.
“Recién en tercer lugar, pondría la necesidad de un reglamento de GD. Lo más importante es que se aleje al COES de gobernar cualquier aspecto de GD (que lo hagan las distribuidoras con algún marco sencillo que apruebe Osinergmin). Segundo, permitir generación remota, es decir, que los excedentes puedan ser inyectados en lugar distinto al de consumo, y community solar, que permite a varias personas o empresas compartir los beneficios de una misma instalación solar de autoconsumo. Al final estaría el precio que la red paga por los excedentes”, añade.
Por otra parte, el tema financiero es otro punto clave si se quiere impulsar cualquiera de los modelos. Se necesitan mecanismos de financiamiento para que los usuarios no tengan que asumir en su totalidad las inversiones iniciales. “Por el lado del Autoconsumo, lo que falta es financiamiento de largo plazo a tasas bajas. Me parece que COFIDE está trabajando la idea. En buena hora”, subraya Paul Súmar.
Promover la Generación Distribuida o Autoconsumo debe ser una prioridad en las políticas públicas del Gobierno, sobre todo porque se brinda oportunidades para usuarios que no cuentan con correcta eficiencia energética o, peor aún, no tienen acceso al servicio eléctrico.
“Por ejemplo, si tuviéramos una escuela, en vez de traer energía de una planta de generación eléctrica ubicada muy lejos, podríamos generar energía en el techo con paneles solares para que se pueda autoconsumir, justamente, en las mismas aulas”, finaliza Tomás Luy