¿Cuáles han sido los mayores logros alcanzados hasta ahora por la empresa en estos 34 años de existencia acompañando los hogares de más de 20 países en tres continentes?
En definitiva, la expansión global e internacionalización de nuestras operaciones. Hoy somos una multinacional de origen peruano, con presencia en más de 20 países de Latinoamérica, Europa, Asia, y África y con ocho marcas globales. Y nuestro crecimiento no se ha detenido, este 2022 ingresamos al mercado de Camerún, y apuntamos a ser líderes con nuestro portafolio, con el respaldo de la calidad de nuestros productos y también con los importantes sponsorship que tenemos, como el Paris Saint Germain, del cual somos aliados regionales y que contribuye al posicionamiento de nuestras marcas a nivel mundial debido al alcance que tiene un club deportivo como el PSG.
Asimismo, nos hemos propuesto liderar la revolución natural. Nuestros orígenes peruanos y nuestra presencia en los países más biodiversos del mundo nos han llevado a enfocarnos en poner en valor la biodiversidad y cultura en los países donde operamos, empoderando a sus comunidades. Nuestra estrategia es integrar la sostenibilidad en toda la cadena de valor, y venimos desarrollando proyectos en los países en donde operamos.
Un punto que también es importante resaltar es que, de acuerdo con Green Initiative, responsable de conducir el inventario de emisiones de la empresa, nuestra huella de carbono corporativa se redujo en un 32% en los últimos 4 años.
¿Cuáles han sido las claves del éxito obtenido por Grupo AJE como multinacional peruana de origen ayacuchano?
El espíritu emprendedor y audaz de los fundadores de AJE siempre los llevó a ver oportunidades con una visión y un modelo de negocio que les proporcionó una ventaja competitiva al ofrecer productos al mercado de gran calidad a un precio accesible, democratizando el consumo de categorías de productos que estaban muy concentradas en los niveles más altos de la pirámide. Contamos con un modelo operativo que se basa en la excelencia operacional y la velocidad para innovar de una manera disruptiva.
Este modelo es parte del ADN de AJE y se respira a través de toda la organización, y luego de que fuera exitoso en sus inicios en Perú, logramos replicarlo a los países donde decidimos expandirnos con mucho éxito.
En AJE existe una sólida cultura y valores que se respiran por toda la organización y sus colaboradores, y esta no solo se mantiene desde sus inicios sino que a través de los años se ha fortalecido.
¿Cómo han logrado transformar las crisis locales e internacionales en nuevas oportunidades a lo largo de estos primeros 34 años de existencia de la empresa?
Operamos en países principalmente emergentes, donde las crisis son bastante frecuentes, como comentábamos anteriormente, nosotros debemos ver siempre que en toda crisis existen oportunidades, lo importante es mantener el norte, el foco estratégico, pero ser suficientemente flexibles, ágiles y adaptarnos rápidamente al nuevo entorno para poder navegar en las turbulencias con éxito. Nuestro modelo de negocio y el ADN de AJE nos permite tomar decisiones ágiles e innovar con velocidad para de esta forma adaptarnos y salir airosos de entornos de crisis.
¿De qué manera la empresa ha reafirmado su compromiso con la sostenibilidad y el consumo responsable en los últimos años?
El consumo responsable se ha convertido en una prioridad a nivel global. Teniendo en cuenta esto, desarrollamos en nuestro portafolio una categoría que genere impactos positivos en las personas que los disfrutan, nuestros usuarios consientes, así como en el planeta, y principalmente brinda desarrollo a las comunidades. Hablamos de nuestra línea de productos Bio Amayu, que nace bajo el movimiento Amarumayu, una nueva línea de negocio basada en los superfrutos amazónicos, que generan beneficios para la salud e involucran a las comunidades quienes recolectan, de forma sostenible y respetando los ciclos de la naturaleza, los insumos utilizados en su elaboración integrándolos en nuestra cadena de valor.
Buscamos, a través de nuestras marcas, potencializar la conservación del medio ambiente y sus ecosistemas. A través de Cielo y de la mano de nuestros aliados, logramos que Machu Picchu se convierta en el primer destino turístico y maravilla mundial en obtener la certificación Carbono Neutral. Asimismo, con la línea Bio Amayu se han desarrollado cadenas de valor sostenibles con los frutos del aguaje y el camu camu, con 150 familias de 9 comunidades amazónicas del Abanico del Pastaza o la Reserva Nacional Pacaya – Samiria.
A nivel global, por ejemplo, tenemos participación en 2 comunidades en la provincia de Samutsongkram, en Tailandia, donde la plantación de flor de coco de 4,8 hectáreas produce un suministro de 24.000 litros de jugo al mes.
¿Puede explicarnos en qué consiste la llamada “revolución natural” que Grupo AJE ha puesto en marcha para preservar el medio ambiente y la biodiversidad existente en el Perú?
El cambio climático y sus consecuencias en la vida de todos los que habitamos el planeta nos colocan frente a una crisis que nos lleva a cuestionarnos sobre la relación que tenemos con la tierra. Estamos pasando de una revolución industrial en dónde el consumo de recursos naturales, de forma desmedida, para satisfacer las necesidades del consumidor nos llevó al extremo y hoy estamos en un punto álgido. Es ahí donde nace la Revolución Natural, basada en una nueva relación del ser humano con lo que consume. Pasamos de ser consumidores a usuarios conscientes con un enfoque al que llamamos “triple win”: “bueno para tí”, “bueno para el medio ambiente” y “bueno para las comunidades”.
Pero no solo nos preocupamos por la preservación del medio ambiente en el Perú y sus ecosistemas, sino que lo estamos ampliando a nuestras operaciones en el mundo. Un ejemplo de esto es el proyecto que tenemos en la Biósfera Maya que, en alianza con Wildlife Conservation Society, Grupo AJE ayudará a preservar un humedal crítico de la Laguna del Tigre, el área más biodiversa de Centroamérica.
Al otro lado del mundo hemos firmado con la UNESCO y el gobernador de Ayutthaya, una alianza para proteger Parque Histórico certificado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1991.
¿Qué resultados concretos han alcanzado con el proyecto “Superfrutos que conservan bosques” en materia de resguardo de diferentes reservas nacionales en el país?
Uno de los más importantes es conservar el bosque y su biodiversidad. La Amazonía global está amenazada por la deforestación y mantener el bosque en pie es la forma más segura de conservarla.
A través de nuestras bebidas Bio Amayu, hechas a base de superfrutos recolectados en el corazón de las comunidades amazónicas, utilizando prácticas de cosecha sostenible y ayudando a mitigar el cambio climático, hemos planteado la estrategia ideal para lograr resultados a largo plazo y, de esa manera, conservar las áreas protegidas en el país (Pacaya Samiria, Manu).
Actualmente se trabaja con 12 comunidades amazónicas, con miras de llegar a 20 a finales de año, en las cuales se ha beneficiado a 150 familias. Del 2018 a la fecha, se han comprado directamente a las comunidades más de 700 toneladas, con un impacto aproximado de 30,000 hectáreas totales y 8,000 aprovechables.
¿Cómo han venido trabajando el tema de protección de especies emblemáticas, como lo son la tortuga Taricaya en la provincia de Maynas y las tortugas gigantes de las Galápagos?
A través de nuestras marcas y nuevamente trabajando en conjunto con nuestros aliados, nos hemos convertido en protectores de diferentes es-pecies, tanto en regiones del Perú como fuera de él.
Desde el año 2019 participamos con nuestra línea de bebidas naturales Bio Amayu, del Festival de las Tortugas de Agua Dulce de la Amazonía Peruana, que tiene como objetivo la repoblación, con fines de conservación, de crías de taricaya en ambientes naturales en la provincia de Maynas, del departamento de Loreto.
Por su parte, CIELO es protectora de las tortugas gigantes de Galápagos, gracias a un convenio que se firmó por 4 años con la Fundación Galápagos Conservancy, con el objetivo de realinear y expandir los esfuerzos de conservación hacia la restauración total del complejo de tortugas en números, rango, impacto ecológico e importancia económica por todo el archipiélago.
Proteger la fauna es la vía más rápida y segura para conservar otras especies y mantener el valor de la naturaleza.
¿De qué manera logran establecer relaciones exitosas con las comunidades locales que apoyan y trabajan con ustedes en sus proyectos de protección del medio ambiente?
Creo que todo se basa principalmente en la confianza y la colaboración. Ha sido un proceso de aprendizaje el poder integrar a las comunidades amazónicas en nuestra cadena de valor, y gracias al movimiento Amarumayu lo hemos logrado. Las comunidades hoy son nuestros aliados y principales protectores de los bosques, ya que están teniendo un ingreso asegurado y constante al poner en valor los superfrutos entendiendo además la importancia de que sea a través de una cosecha sostenible, es decir, manteniendo los árboles en pie.
Cabe destacar que este trabajo ha implicado además de las comunidades y sus líderes, involucrar a diversas entidades del estado y del sector privado, un esfuerzo que gracias a que nos mueve un objetivo común ha sido extraordinariamente colaborativo y participativo.
¿Cómo fue su participación en el proyecto de certificación Carbono Neutral de Machu Picchu por parte de Green Iniciative?
Esta alianza de Grupo AJE con Inkaterra, la Municipalidad distrital de Machu Picchu y SERNANP, nació a raíz de manejo de residuos en el santuario, por la cual en el 2016 UNESCO evaluó la inclusión de la ciudadela inca en la lista de Patrimonios Mundiales en Riesgo.
Desde entonces, se viene trabajando en diferentes iniciativas como la implementación de dos Compactadoras de residuos plásticos, una planta de biodiesel, un pirolizador de residuos orgánicos y una trituradora de vidrio, las que han contribuido a conseguir la certificación de destino Carbono Neutral, condición que se le otorgó por ponerse unas metas concretas para retirar de la atmósfera la misma cantidad de CO2 que ha emitido.
Con este proyecto y luego de 10 meses, se logró transportar 12 toneladas de PET reciclado de Cusco a Lima, las cuales serán usadas en la planta de reciclaje que próximamente inauguraremos y que permitirá procesar 900 TN al mes.
¿Quiénes han sido sus principales aliados en el desarrollo de todos sus proyectos de sostenibilidad?
En esta nueva era de la Revolución Natural que es la era colaborativa, nadie puede hacer nada por sí solo. Es por eso que hemos estrechado alianzas muy importantes.
Formamos parte del comité directivo (y somos socios fundadores) del Pacto para la cultura 2030 en Perú, de la UNESCO y el Ministerio de Cultura del Perú.
El gobierno británico, a través de Partnerships for Forests, es un gran apoyo en el proyecto de Superfrutos que Conservan Bosques.
Desde el inicio de este maravilloso modelo de economía circular de Machu Picchu Carbono Neutral, trabajamos de la mano con Inkaterra y a partir de ahí, con la municipalidad distrital de Machu Picchu y el SERNANP.
Nos unimos a la ONG ARBIO para contribuir a la investigación científica, preservación y protección del shihuahuaco, árbol milenario y especie en alto riesgo, conocido como “el gigante del Amazonas”, en la cuenca del río Las Piedras, en Madre de Dios.
Una de nuestras últimas alianzas ha sido con la Asociación María Reiche Internacional Artes & Ciencia, en favor de las Líneas y Geoglifos de Nasca, en la región Ica; así como para trabajar en objetivos comunes para la protección y conservación de los Acueductos de Nasca y por la reforestación de los guarangos en la zona de Majuelos, en colaboración con el Ministerio de Cultura y la UNESCO.
¿En qué consistió el “Voluntariado Global” que activaron en su aniversario número 34 en todos los países donde se encuentran presentes?
La sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente es un pilar fundamental para Grupo AJE, no solo en Perú, sino también a nivel global. Con ocasión del 34° aniversario, llevamos a cabo el “Voluntariado Global”, una jornada de un total de 2372 horas que se realizó en simultáneo alrededor del mundo. Esto como parte de nuestro Programa Global de Voluntariado Corporativo, SENTIR, que busca desde hace más de un año la participación activa de los colaboradores, donde se brinda el espacio donde puedan “Sentir sus Acciones” mediante varias actividades.
Es así que alrededor de 600 colaboradores de Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, México, España, Egipto, India, Indonesia y Tailandia, junto a sus familias, realizaron acciones de limpieza y mantenimiento de playas, lagos, ríos y áreas verdes de sus principales ciudades.
Esta es la primera vez en que los países en que está presente Grupo AJE se unen con diferentes organizaciones locales para lograr este sueño de fomentar un sentido de responsabilidad con el medio ambiente.
¿Hacia dónde apunta el plan de expansión de marcas que tiene Grupo AJE como multinacional peruana?
Empezamos el plan de expansión hace 24 años, con países de Latinoamérica como Venezuela, Ecuador y México. Posteriormente nos pusimos la meta de ingresar a Asia y África y lo logramos. Actualmente, nuestro reto es llegar a los mercados de Estados Unidos y Europa, para lo que estamos trabajando con nuestro portafolio y sus innovaciones.