El lunes pasado, la Comisión de Producción del Congreso debatió por segunda vez el predictamen de una nueva Ley General de Pesca. Tras las intervenciones de los congresistas, se confirmó el consenso que existe en todas las bancadas sobre la urgente necesidad de actualizar la ley, pero igual se aprobó una cuestión previa (tal como sucedió en la sesión anterior) para que haya más debate sobre el dictamen final.
Según Oceana Perú, este mecanismo pone nuevamente en pausa la aprobación de cuatro proyectos de ley de diferentes bancadas (los PL 712/2021, 828/2021, 1477/2021 y 2236/2021), los cuales buscan, en esencia, evitar la sobreexplotación de nuestros recursos en las primeras cinco millas del mar peruano a partir de una adecuada reclasificación de la flota pesquera.
“Es decir, enviar a las embarcaciones de menor escala que utilizan redes de arrastre o cerco mecanizado (las cuales son poco selectivas y dañan el fondo marino) fuera de esta zona, debido a su vital importancia en la sostenibilidad de nuestros recursos. Además, el dictamen busca la implementación de mecanismos de transparencia y participación ciudadana en la toma de decisiones futuras”, señaló la organización en un comunicado.
La actual Ley General de Pesca tiene 30 años de vigencia y hay varios aspectos que ya se encuentran desfasados o requieren de necesarias actualizaciones o mejoras normativas a fin de asegurar la sostenibilidad de las pesquerías, según la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
El texto sustitutorio del proyecto de la nueva Ley General de Pesca tiene varios puntos destacables y se encuentra en la Comisión de Producción del Congreso a la espera de ser aprobado antes de que termine la actual legislatura.
“Todo proyecto de ley es perfectible, pero hoy se hubiera podido dar un paso importante para que el proyecto de ley pase al pleno para su debate y perfeccionamiento”, dijo Carmen Heck, directora de políticas de Oceana.
Por su parte Juan Carlos Sueiro, director de pesquerías de la organización, señaló que las demandas de los pescadores artesanales son urgentes, para ellos y para la salud de nuestro mar. “Ahora lo que toca es que todas las partes trabajen coordinadamente y se pongan la mano al pecho para llegar a un consenso”, señaló.