Un nuevo estudio sobre el impacto de la emergente “economía verde” en el mundo del trabajo, dice que los esfuerzos para combatir el cambio climático podrían conducir…
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Aunque el informe es en general optimista acerca de la creación de nuevos empleos para abordar el cambio climático, también alerta que muchos de estos trabajos pueden ser “sucios, peligrosos y difíciles”. Las áreas que despiertan preocupación –en especial aunque no exclusivamente en las economías en desarrollo – incluyen la agricultura y el reciclado, en donde es necesario modificar con rapidez situaciones de bajos salarios, inseguridad de los contratos de trabajo y exposición a materiales peligrosos.
El informe dice además que se crean muy pocos empleos verdes para los más vulnerables, es decir los 1.300 millones de trabajadores pobres (43 por ciento de la fuerza de trabajo mundial) del mundo con ingresos tan bajos que no les permiten a ellos ni a sus familiares superar el umbral de la pobreza de 2 dólares por persona al día, o los cerca de 500 millones de jóvenes que buscarán trabajo en los próximos 10 años.
Los empleos verdes reducen el impacto ambiental de las empresas y el sector económico hasta niveles sostenibles. El informe se concentra en “empleos verdes” en la agricultura, industria, servicios y administración que contribuyan a preservar o restablecer la calidad del ambiente. Hace además un llamado a adoptar medidas que garanticen “trabajo decente” con el fin de reducir la pobreza al mismo tiempo que se protege el ambiente.
El informe dice que el cambio climático en si mismo, el proceso de adaptación y los esfuerzos para frenarlo al reducir las emisiones, tienen repercusiones de gran alcance en el desarrollo económico y social, en los modelos de producción y, por lo tanto, en el empleo, ingresos y reducción de la pobreza. Estas repercusiones implican tanto mayores riesgos como oportunidades de empleo para los trabajadores en todos los países, pero en particular para los más vulnerables, en los países menos desarrollados y en los pequeños Estados Insulares.
El informe hace un llamado a lograr “transiciones justas” para aquellos afectados por el cambio hacia una economía verde y para aquellos que deben adaptarse al cambio climático, facilitando el acceso a economías alternativas y oportunidades de empleo para empresas y trabajadores. De acuerdo con el informe, es esencial un diálogo social entre gobiernos, trabajadores y empleadores, no sólo para aliviar las tensiones y sostener políticas ambientales, económicas y sociales mejor informadas y más coherentes, sino también para involucrar a los interlocutores sociales en el desarrollo de estas políticas.
Otras conclusiones importantes del informe:
– El mercado global de productos y servicios ambientales debería aumentar de los actuales 1.370 millones de dólares al año a 2.740 millones para 2020, de acuerdo con un estudio citado en el informe.
– La mitad de este mercado se refiere a la eficiencia energética y el resto a transporte sostenible, suministro de agua, gestión de servicios sanitarios y de los desechos. En Alemania, por ejemplo, la tecnología ambiental se cuadriplicará hasta alcanzar el 16 por ciento de la producción industrial para 2030, el empleo en este sector superará el de la gran industria de herramientas y automotriz de ese país.
– Los sectores que tendrán especial importancia en términos de impacto ambiental, económico y en el empleo son el suministro de energía, en particular la energía renovable, edificios y construcción, transporte, industria básica, agrícola y forestal.
– En Estados Unidos, las tecnologías limpias constituyen el tercer sector que capta más capital de riesgo después de la información y la biotecnología. En China, el capital de riesgo verde se duplicó con creces, hasta alcanzar el 19 por ciento del total de la inversión en los últimos años.
– 2,3 millones de personas encontraron nuevos empleos en el sector de la energía renovable en los últimos años, y el potencial de crecimiento del empleo en este sector es enorme. El empleo en energías alternativas podría crecer hasta 2,1 millones en energía eólica y 6,3 millones en la solar.
– La energía renovable genera más trabajos que los combustibles fósiles. Están previstas inversiones por 630 mil millones de dólares para 2030 que se traducirán en por lo menos 20millones de nuevos empleos en este sector.
– En agricultura, 12 millones de personas podrían trabajar en biomasa para la producción de energía y otras industrias relacionadas. En un país como Venezuela, una mezcla de etanol de 10 por ciento en los combustibles podría generar un millón de empleos en la industria de la caña de azúcar para 2012.
– Una transición hacia la eficiencia energética en las viviendas a nivel mundial podría generar millones de trabajos, al mismo tiempo que hacer más limpios los empleos existentes para muchos de los cerca de 111 millones de trabajadores que trabajan en el sector de la construcción.
– Inversiones en el aumento de la eficiencia energética de los edificios podrían generar otros de 2 a 3,5 millones de empleos verdes en Europa y Estados Unidos, con un potencial mucho más alto para los países en desarrollo.
– En la actualidad, el reciclado y la gestión de los desechos emplea cerca de 10 millones de personas en China y 500.000 en Brasil. Se espera que este sector crezca con rapidez en muchos países frente al aumento de los precios de las materias primas.
El informe ofrece ejemplos de la creación masiva de empleos verdes en todo el mundo: en China, 600.000 personas están empleadas en la producción de energía térmica y en la instalación de productos como calentadores de agua solares; en Nigeria, la industria de biocombustibles basada en el cultivo de la mandioca y la caña de azúcar podría sustentar y emplear a 200.000 personas; en India, para 2015 se podrían crear 900.000 empleos en la gasificación de biomasa, de los cuales 300.000 serían en la fabricación de hornos y 600.000 en áreas como la fabricación de briquetas y gránulos y en la cadena de suministro de combustible; en Sudáfrica, 25.000 personas desempleadas, trabajan ahora en la conservación como parte de la iniciativa “Working for Water”.
El camino hacia empleos verdes y trabajo decente
“Una economía sostenible no puede continuar externalizando los costos ambientales y sociales. El precio que la sociedad paga por las consecuencias de la contaminación o las enfermedades, debe reflejarse en los precios del mercado. Por lo tanto los empleos verdes deben ser trabajo decente”, dice el informe.
El documento recomienda un número de alternativas para avanzar hacia un futuro más sostenible al orientar inversiones hacia medidas de bajo costo que deberían ser tomadas de inmediato y que incluyen: la evaluación del potencial para empleos verdes y vigilancia de los progresos para constituir un marco para políticas e inversiones; abordar el actual cuello de botella en las calificaciones profesionales y satisfacer las exigencias de capacitación porque la disponibilidad de tecnología y recursos para inversiones sólo puede ser desarrollada de manera eficaz con empresarios calificados y trabajadores capacitados; y garantizar la contribución de las empresas y del sector económico en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero con iniciativas para generar empleo en lugares de trabajo verdes.
El informe muestra que los mercados verdes prosperan y la transformación avanza sobre todo en los países donde ha habido un apoyo político fuerte y consistente en los más altos niveles, incluyendo objetivos, sanciones e incentivos, como leyes de introducción y normas de eficiencia para edificios y electrodomésticos así como investigación activa y desarrollo.
El estudio recomienda además la redistribución de subsidios, beneficios de las ecotasas y/o de la subasta de los créditos de carbón que generan enormes flujos de recursos de cientos de miles de millones de dólares. Aquellos generados en Estados Unidos y Europa bastarían para apoyar economías más verdes y la creación de empleos verdes tanto en el sur como en el norte industrializado. La cooperación Sur-Sur puede desempeñar un papel más importante al transferir tecnologías probadas y conocimientos prácticos.
El informe dice que el logro de un nuevo acuerdo sobre clima más exhaustivo y decisivo, cuando los países se reúnan para la Cumbre de las Naciones Unidas sobre clima que se realizará en Copenhague a finales de 2009, será vital para la aceleración del crecimiento de los empleos verdes.
El informe fue encargado y financiado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en el marco de la iniciativa conjunta “Empleos verdes” del PNUMA, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Internacional de Empleadores (OIE) y la Confederación Sindical Internacional (CSI), que juntas representan millones de empleadores y trabajadores en todo el mundo. Fue elaborado por el Instituto de la Vigilancia Mundial (Worldwatch Institute) con asistencia técnica Cornell University Global Labour Institute.