La energía solar térmica está experimentando un gran auge en Europa, la superficie total de colectores instalados a finales del 2000 fue de 10,4 millones de metros cuadrados, y el aumento promedio año a año se calcula en un 10%.
El sol es, desde los albores de la historia, una fuente inagotable de recursos para el hombre y los seres vivos. Sin embargo, en este comienzo de siglo es posible preguntarse si la espectacular revolución tecnológica que vivimos desde hace pocas décadas ha servido para algo en el aprovechamiento de esta incomparable opción energética, frente al creciente desgaste e incertidumbres de las energías tradicionales.
En estos últimos años, se está produciendo un aumento notable de instalaciones de energía solar térmica y fotovoltaica a causa, por una parte, de la sensibilidad creciente de la sociedad desarrollada hacia la necesidad de sustituir los combustibles fósiles y, por otra, de los avances en los sistemas (mejora de la calidad y reducción de costos). El calentamiento de agua mediante energía solar y la producción de electricidad, más allá de ser una alternativa ecológica, se ha convertido en una tecnología económicamente atractiva y competitiva.
En Chile, el uso de la energía solar es de antigua data, utilizada ya en las salitreras para desalinizar agua, hasta nuestros días, donde su principal uso está radicado en la zona norte de Chile y en zonas alejadas con carencia de energéticos tradicionales. Hoy es posible encontrar en el mercado local una variada oferta de equipos de calentadores solares térmicos y fotovoltaicos nacionales, pero también de países como Australia, Israel, Japón, Brasil, y USA. En el ámbito de los servicios de instalación y mantención de equipos solares existen al menos una veintena de empresas registradas. Según datos proporcionados por estas empresas, un sistema de calentadores solares se amortiza al cabo de unos tres años.
El cobre, con sus propiedades físicas, participa en todo el proceso de ‘cosechar’ energía solar, desde la construcción de los absorbedores que captan y transfieren la energía, hasta todo el sistema de conducción de fluidos a altas temperaturas y manteniendo óptimas condiciones de higiene gracias a la acción bactericida de las cañerías de cobre.
En este marco ICA (Internacional Copper Association Ltd.), en conjunto con empresas del rubro solar, está impulsando y ha iniciado una campaña para promover el uso de la energía solar en Latinoamérica, a través de la promoción de nuevas aplicaciones tales como los ‘techos energéticos’ y por intermedio de la difusión de las propiedades, capacitando y promocionando su uso a nivel residencial, comercial e institucional.
Según Miguel Riquelme, Director de ICA Latinoamérica, las ventajas de esta fuente de energía son apabullantes: “es limpia, inagotable y es una alternativa a la actual dependencia del petróleo y otras alternativas menos seguras (centrales nucleares) y más contaminantes (centrales térmicas y nucleares)”, comenta el ejecutivo.
Su principal punto débil es que la radiación solar en invierno (cuando más energía necesitamos) es menor. Por otro lado, se hace imprescindible desarrollar la tecnología de captación, acumulación y distribución de energía solar para que pueda ser competitiva frente al resto de las opciones energéticas que se ofrecen al usuario.