Cuando pensamos en qué caracteriza el contexto actual, no podemos dejar de pensar en el efecto que la Pandemia ha dejado tanto en el ámbito profesional como personal. Nuestra forma de pensar, sentir y actuar definitivamente cambió. El ámbito social y laboral en el que ahora navegamos es notablemente diferente y cuando pensamos en esos cambios, uno de los más resaltantes es la manera en la que la tecnología y lo digital invadieron nuestras casas, ahora oficinas; así como nuestras vidas y relaciones a través de la pantalla.
En el marco de este contexto, en NTT DATA quisimos investigar y profundizar en las percepciones y opiniones que tanto profesionales como expertos organizacionales tienen con relación a las características, habilidades y destrezas que los profesionales deben desarrollar para ser exitosos bajo los nuevos esquemas de trabajo en los próximos 5 años. De la misma manera, fue también importante entender las expectativas que los profesionales ahora tienen de las empresas en las que trabajan o desean trabajar.
Experiencias como las que hemos vivido en los últimos 2 años han puesto en perspectiva muchos elementos que nos obligan a repensar el actuar organizacional y los ajustes culturales que las organizaciones han estado y seguirán experimentando en esta etapa de ajustes.
El estudio se realizó en Brasil, Colombia, México, Chile, Perú, España y Portugal, integrando la visión de ejecutivos de grandes empresas y especialistas en Cultura Organizacional y comportamiento
humano.
Los resultados del estudio permitieron corroborar el impacto en el aspecto emocional y psicológico; los sentimientos y preocupaciones que aparecieron con más fuerza en la investigación fueron la ansiedad, falta de confianza, miedo e inseguridad; pero al mismo tiempo curiosidad. Lo anterior implica que las organizaciones pongan foco en mitigar este tipo de sentimientos y generen sensación de certidumbre y visión de futuro que otorgue la tranquilidad y el optimismo que se requiere para transformar emociones negativas en emociones que impulsen la motivación y la confianza.
Si bien el futuro no admite predicciones, es fundamental trabajar en dibujar escenarios que brinden tranquilidad y contribuyan a dejar de lado las inseguridades. Este aspecto resulta fundamental cuando miramos que 48% de los encuestados está preocupado por el conflicto generacional, entendiendo que las generaciones más jóvenes están más capacitadas para el trabajo en un universo digital; así mismo, el 41% de los encuestados expresa preocupación en torno a cómo la tecnología podría reemplazar sus
actuales funciones.
Entonces, qué características serán diferenciadoras en los próximos 5 años y cómo los profesionales y las organizaciones se preparan para desarrollarlas, es una cuestión fundamental. Algunas de las más destacadas en el estudio son la Innovación, la capacidad de ser flexibles y adaptables, habilidades de comunicación y foco en el aprendizaje constante, entre otras.
Desde la perspectiva del liderazgo, las habilidades emocionales serán las más relevantes, donde poner a la persona en el centro hará la diferencia; líderes sensibles y empáticos, que logren inspiran serán críticas en la conducción de sus equipos hacia el éxito.
Finalmente, también las expectativas de los profesionales en torno a las empresas han cambiado. Nuevos formatos laborales, que incluyan el trabajo a distancia, el apalancamiento en la tecnología como habilitador y el balance trabajo-vida personal, son y seguirán siendo fundamentales para que una organización sea un lugar atractivo para trabajar. Estas nuevas condiciones tienen una implicación importante para las organizaciones desde la perspectiva cultural que no deberá ser ignorada.
Aún queda tarea hacia adelante para delinear nuevos formatos que permitan a los profesionales cubrir sus expectativas y al mismo tiempo habiliten a las empresas a mantener y continuar consolidando su cultura organizacional, ahora en un universo más digital y a distancia.