
En el evento de Perú Sostenible varios ponentes abordaron temas relacionados a la contribución de una sociedad más equitativa, inclusiva y sostenible. Al respecto, algunas de las participaciones que destacaron fueron la de María Antonieta Alva, ex ministra de Economía y Finanzas, y Rebecca Henderson, docente de Harvard Business School.
Por Renzo Rojas
rrojas@stakeholders.com.pe
Entre los problemas principales que afectan al Estado a la hora de apostar por la innovación, se encuentra el entendimiento común donde se considera que este solo puede entrar a regular el mercado, lo que deviene también en su rol mínimo desde la innovación.
Así lo señaló María Antonieta Alva, ex ministra de Economía y Finanzas y directora de proyectos en ONG Acasus, durante la sesión “Keynote: Generemos innovación, creemos valor” del evento de Perú Sostenible 2021, en la cual indicó que otro obstáculo es la confianza que existe entre el sector público y privado peruano, la cual se debe afianzar ya que “la contribución entre ellos dos es fundamental para impulsar la innovación.
Sin embargo, a su juicio, la corrupción en el Perú ha generado una enorme desconfianza entre estos dos actores. “Debemos trabajar en cómo reconstruir esa confianza”, sostuvo Alva.
Comentó que otro problema, el cual se vincula a su experiencia profesional como funcionaria pública, tiene que ver en que la innovación, al requerir experimentación, puede resultar en ocasiones en un fracaso. Al respecto, indicó que aquí los Gobiernos enfrentan dos desafíos: consecuencias de índole políticas del fracaso, además de legales para un servidor público. Este escenario debe llevar a la siguiente interrogante: “¿cuál es el tipo de servicio público que necesitamos construir para nuestro país?”, subrayó.
Reimaginando el capitalismo
Rebecca Henderson, docente en Harvard Business School, fue también una de las especialistas internacionales invitadas del evento de Perú Sostenible 2021. La autora de “Reimaginando el capitalismo en un mundo en llamas” mencionó que el capitalismo, pese a que es una de las grandes invenciones de la raza humana, necesita ser transformado para contribuir al bienestar. “Ha impulsado gran prosperidad, pero hoy en día no está funcionando”, enfatizó.
Agregó que las crisis que vienen antecediendo a la pandemia, como el cambio climático y su reflejo en los grandes incendios forestales, inundaciones, sequías, etc., requieren llevar a este sistema económico y social a otro nivel.
“Algunos de mis estudiantes me comentan por qué no tachar totalmente el capitalismo. Es un error. Solo el capitalismo puede generar la innovación, la creatividad, las soluciones que necesitamos, los buenos empleos a gran escala. Tenemos que construir un sistema sostenible y justo. Pero tiene que ser reimaginado”, resumió.
¿Cómo debe ser reimaginado? Para Henderson, una buena parte de la solución es reevaluar los panoramas que se presentan alrededor de sí los Gobiernos están siendo transparentes, confiables, responsables y democráticos.
A ello hay que sumarle la oportunidad de tener una sociedad civil muy fuerte, para que ni el mercado libre ni el Estado vayan más allá de lo debido, aunque contando con reglas claras y beneficiosas para todos. Eso es parte de la solución.
Por otro lado, en esta búsqueda de un nuevo capitalismo, dijo que es urgente repensar el propósito con el que vienen trabajando las empresas.
“El propósito de las firmas debe ser contribuir al crecimiento y a la prosperidad de toda la sociedad. No solo es ganar dinero. Todas las empresas tienen que competir para sobrevivir, pero ese no es el punto. Deben tener un propósito que las impulse. Las compañías privadas son las instituciones más fuertes en el planeta. Cuando ellas están alineadas a la idea de construir una mejor sociedad para todos, las cosas pueden cambiar”, finalizó Henderson.
Más empleos dignos e inclusivos
En Perú Sostenible también tuvo lugar una sesión para dialogar acerca del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico. José Carlos Saavedra, socio – economista principal de Apoyo Comunicación, habló sobre el reto que representa generar más empleos en el país, especialmente en medio de una crisis sanitaria que ha puesto en ‘jaque’ la subsistencia de millones de peruanos.

“Según el INEI, la pandemia ha destruido cerca de un millón de empleos formales en comparación con los niveles que veíamos pre pandemia. Esta es una caída de 24 % del empleo de mayor calidad en el Perú, y esto ha venido de la mano con una reducción de un 16 % en el ingreso laboral promedio de la población. Esto es bastante grave”, explicó.
Añadió que la pandemia ha dejado muy en claro lo esencial que es que las personas tengan un empleo formal que, al fin y al cabo, se convierte en un mecanismo de protección social para los peruanos. Es decir, ofrece seguros de vida y salud, o un respaldo económico ante un despido arbitrario, que en esta pandemia ha sido la salvación para muchas familias.
También participó en este tema, Rosario Bazán, CEO de Danper, quien consideró que no se puede aspirar a erradicar la pobreza y mejorar las condiciones de vida de las personas sin un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible. Este, prosiguió, debe llevar al Estado a implementar una inversión social que urge para brindar acceso a los servicios básicos del desarrollo humano.
“Antes de la pandemia, la pobreza era del 20 %. En la pospandemia esta alcanza a un 30 % de la población, de acuerdo con el INEI. Es decir, aproximadamente 10 millones de peruanos y peruanas viven en condiciones de pobreza, excluidos de los servicios básicos como lo son acceso el acceso a agua y saneamiento, educación, vivienda, entre otros”, indicó.
Por su parte, Álvaro Calado, director ejecutivo del Programa Nacional para la Empleabilidad del MTPE, analizó el problema del desempleo desde otra óptica, la cual tiene que ver con las competencias para el trabajo por parte de la fuerza laboral. Mencionó que su baja calificación tiene relación con la mala calidad de la educación básica en los inicios, que afecta al desarrollo de competencias cognitivas de los jóvenes o trabajadores en general.
Otro segundo elemento es un tema de calidad, cobertura y acceso desigual a la educación superior, tanto técnica como universitaria. En ese sentido, el representante del MTPE subrayó también que otro factor que afecta conseguir un empleo formal es la experiencia.
“Adicionalmente hay un problema de experiencia laboral de los jóvenes, que, al buscar su primer empleo, a veces se ve sin incentivo su contratación. Esto hace que se inserten en empleos que son de poca productividad o que requieren poca capacitación”, concluyó.