Por Stakeholders

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El estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha determinado que las inversiones anuales en soluciones pensadas en la naturaleza tendrán que triplicarse de aquí al 2030 y cuadruplicarse para el año 2050. Asimismo, asegura que la inversión actual no es suficiente para mejorar la perspectiva. Por lo tanto, instan a los diferentes actores involucrados a “redoblar la apuesta” para alcanzar la cifra de los 8,1 billones.

Los autores del informe hacen un llamado a las empresas, autoridades e instituciones financieras para superar este déficit de inversión, en el cual se sitúe a la naturaleza como el centro de la toma de decisiones económicas en el futuro. Asimismo, hacen hincapié en que este debe ser un punto esencial a tratar en la recuperación pospandemia.

«La pérdida de biodiversidad ya le cuesta a la economía mundial el 10% de su producción cada año. Si no financiamos suficientemente las soluciones basadas en la naturaleza, afectaremos a la capacidad de los países para avanzar en otros ámbitos vitales como la educación, la sanidad y el empleo. Si no salvamos la naturaleza ahora, no podremos alcanzar el desarrollo sostenible», sostiene Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.

Según el medio de comunicación español Diario Responsable, la naturaleza solo representa actualmente el 2,5% del gasto de estímulo económico previsto tras la llegada del coronavirus. Por ello, resaltan que la transformación debe ser estructural, a través de una reconstrucción pensada desde la sostenibilidad.

La publicación del PNUMA destaca la importancia de invertir de forma más inteligente, debido a la urgencia en la que debe ser llevada a cabo esta tarea. Según el informe del PNUMA, las soluciones basadas en los bosques, incluida la gestión, conservación y restauración de los mismos, requerirán más de 200 mil millones de dólares de gasto anual en todo el mundo. Dicha cifra equivaldría a un promedio de 25 dólares o más por ciudadano en el presente año.

En dicha investigación se ha determinado que la financiación privada que apuesta por las soluciones basadas en la naturaleza solo representa el 14% a la fecha. Sin embargo, en la financiación del clima, la inversión del sector privado representa la mayor parte de los flujos de capital (56% según la Iniciativa de Política Climática).

Dada la diferencia, el aumento del capital privado para soluciones pensadas en la naturaleza es uno de los principales retos para las empresas durante los próximos años. Para lograrlo, el enfoque sostenible debe estar presente en cada organización, para que el crecimiento económico sea también beneficioso para el planeta.

«El informe es una llamada de atención para que los gobiernos, las instituciones financieras y las empresas inviertan en la naturaleza, incluyendo la reforestación, la agricultura regenerativa y la restauración de nuestros océanos», concluyó Inger Andersen.

 

Vía Diario Responsable







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