Por Stakeholders

Lectura de:

Silvana Rebaza
Gerente de COP26 y Política Climática de la Embajada Británica

A medida de que los países continúan desplegando medidas para combatir la crisis sanitaria y económica generada por la pandemia del coronavirus, nos preguntamos cómo construir una nueva normalidad más resiliente y sostenible que permita anticipar y manejar eventos disruptivos. La urgencia de esta coyuntura nos invita a reflexionar sobre otros retos estructurales sobre los que aún hay una agenda pendiente de acción que, de no ser priorizados ahora, podría incluso traer consecuencias más devastadoras de las que vivimos actualmente.

La emergencia climática tiene ya algún tiempo en las agendas nacionales y multilaterales. El avance, sin embargo, es aún insuficiente. Necesitamos decisiones ambiciosas y articuladas a nivel global. La Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático número 26 (COP 26), liderada por el Reino Unido en asociación con Italia, tiene, entre otros, el objetivo principal de trabajar con los Estados miembros para llegar a metas de carbono neutralidad; proteger y adaptar a las comunidades y a los hábitats naturales; movilizar financiamiento climático desde el sector público y privado; y trabajar de manera articulada y colaborativa entre todos los Estados miembros.

A cinco años de la suscripción del Acuerdo de París, la COP26 marca un hito importante, a partir del cual todos los países deberán comunicar o actualizar sus objetivos de reducción de emisiones para demostrar cómo integrarán este compromiso en su economía y en sectores específicos de la misma. A noviembre de este año, los países se reunirán en Glasgow para comunicar cómo han actualizado sus objetivos para el 2030, para que estén en línea con mantener el aumento de temperatura a 1,5 grados.

La Presidencia de la COP26, liderada por Reino Unido, está trabajando de manera cercana a todos las partes para apoyar en la gestión de  los crecientes impactos del clima, de manera que las metas sean suficientemente ambiciosas, pues solo de manera coordinada lograremos cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Asimismo, toda la economía global necesita cambiar. Empresas, bancos, aseguradoras y todos los inversores tendrán que ajustar sus modelos de negocio y desarrollar  planes para la transición a una economía de emisiones cero y ponerlos en práctica. Esta es la escala y la velocidad de los cambios que la COP26 promueve. Se requiere apoyo de todas las formas de financiación: financiación pública para el desarrollo de infraestructura  para hacer la transición a un entorno más ecológico y a una economía resiliente al clima; financiación privada para financiar la tecnología e innovación, y ayudar a convertir los miles de millones de dinero público en millones de inversión climática total.

Desde la Embajada Británica en Lima apoyamos esta agenda a través de una serie de iniciativas que ayudan a que Perú cumpla con los compromisos climáticos establecidos a nivel multilateral. Nuestra agenda bilateral se centra en la lucha contra la deforestación y protección de la biodiversidad; la promoción y desarrollo de mecanismos de inversión y finanzas sostenibles; el diseño de infraestructura sostenible y el uso de evidencia para la toma de decisiones basados en ciencia y tecnología. A seis meses de Glasgow, la cooperación entre ambos países seguirá creciendo y de la misma manera continuará pos COP26, pues el camino a la carbono neutralidad es un objetivo en común sobre el cual tanto Perú como Reino Unido trabajan y se apoyan mutuamente.

 







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