Por Stakeholders

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La crisis sanitaria ocasionada por la pandemia ha dejado en un estado más vulnerable a muchas regiones del mundo que ya contaban con precariedades en su sistema de salud. Sumado a ello, la crisis climática se convierte en un multiplicador de amenazas al afectar a los países con gobernanzas débiles y economías frágiles.

La organización de acción médico-humanitaria, Médicos Sin Fronteras (MSF), atiende en carne propia la terrible situación que se vive alrededor del mundo. En base a su experiencia, ellos son testigos del angustiante panorama y asisten a personas víctimas de enfermedades y crisis humanitarias que, según todos los indicios, se ven agravadas por el cambio climático y la degradación ambiental.

Si bien la ciencia ya ha manifestado que el cambio climático es un agravante de las crisis humanitarias, existe también un consenso científico que afirma que las consecuencias en la salud pueden ser incluso más negativas. Un claro ejemplo de estas consecuencias son las enfermedades infecciosas como la malaria, el dengue, el cólera, entre otras.

Recientemente, en el marco del Día de la Tierra, la ONU afirmó que una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses. Asimismo, de estas enfermedades, se ha detectado que el 75% proviene de animales. Esto muestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.

El compromiso es necesario para enfrentar la crisis

La crisis climática es también una crisis humanitaria. En ambos casos el origen proviene de los humanos y es por ese motivo que ellos mismos son quienes deben buscar soluciones efectivas. De igual manera, también se debe pensar en medidas preventivas que se puedan tomar lo más pronto posible para evitar sobredimensionar la actual situación.

La inestabilidad política de muchos gobiernos a nivel mundial ha traído también serias consecuencias en temas de atención y gestión de crisis. Lamentablemente muy pocos países han logrado hacer un control efectivo de la crisis sanitaria, al igual que solo un reducido grupo ha sido capaz de tomar medidas serias para enfrentar el cambio climático.

Así como ya ha quedado instaurado en la mente de cada uno cuáles son las medidas que evitan el contagio de la COVID-19, se debe trabajar de igual manera en una o varias acciones que motiven el cuidado del medioambiente. Para enfrentar al cambio climático se necesita una “vacuna” que comprometa a cada ser humano con la lucha y no le sea indiferente.

 

Vía El País







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