Por Stakeholders

Lectura de:

Antes de iniciar operaciones en 2004, Camisea tuvo el desafío de contribuir a la producción de energía limpia en Perú siendo una operación sostenible durante todo su ciclo de vida, lo que conllevó a desarrollar un modelo de operación “off shore in land” ejecutando actividades fluviales y helitransportables, evitando la apertura de caminos para no causar impactos sociales y ambientales, así como conservar la biodiversidad de la Amazonía cusqueña en la que se encuentran los yacimientos de gas natural (Lote 88 y 56) y la Planta Malvinas.

En Pisco (Ica), donde se ubica la Planta de Fraccionamiento de Líquidos de Gas Natural y el Terminal Marino, se protege también la diversidad biológica presente en el área de influencia que colinda con la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas.

La eficiencia energética y la medición de la huella hídrica de toda la operación, complementan este compromiso de largo plazo de Camisea con el cuidado de su entorno.

Protegiendo la biodiversidad

En 2001, Camisea estableció su compromiso con la biodiversidad en la selva de Cusco, lo que permitió que en 2002 se diseñara el Programa de Monitoreo de Biodiversidad (PMB) en el Bajo Urubamba, uno de los 34 hotspot del mundo por concentrar una gran variedad de flora y fauna.

En 2005, incorporando las recomendaciones de la sociedad civil, ONG’s internacionales, el BID y la CAF (hoy Banco de Desarrollo de América Latina) el PMB inició sus actividades de detección de cambios y generación de recomendaciones que entrega a Pluspetrol, operador de Camisea, para que ejecute medidas que eviten, minimicen y/o corrijan impactos en la biodiversidad, estableciendo un sistema de alerta temprana.

Gracias al uso de satélites y drones este programa midió el impacto de la huella paisajística de Camisea en el Bajo Urubamba demostrando que ésta es menor al 0,2% del área total de la concesión, evidenciando que si es posible para el sector operar en un área sensible, conservando la biodiversidad.

Coinvestigadores matsiguenkas junto a un grupo de investigadores independientes, custodian, registran y preservan más de 2,200 especies terrestres y acuáticas, logrando además registrar 700 nombres de especies en lengua matsigenka junto a sus denominaciones científicas, debido al trabajo recíproco con los investigadores de universidades nacionales e internacionales.

Asimismo, en Pisco, desde 2003 se ejecuta el Programa de Monitoreo Ambiental Marino Costero con el objetivo de evaluar el comportamiento del agua marina en la costa de Paracas, área de influencia de la Planta de Fraccionamiento de Líquidos de Gas Natural y del Terminal Marino. Esta iniciativa tiene también el fin de velar por la preservación de la diversidad y abundancia de la fauna marina en la Bahía de Paracas y en la Reserva Nacional de Paracas.

Reduciendo emisiones GEI

En 2012, Camisea implementó el proyecto Eficiencia energética: reducción de emisiones CO2 en la Planta de Gas Malvinas, que permite una reducción de emisión anual de 51,000 t de Gases de Efecto Invernadero (GEI) gracias a una tecnología que  recupera el calor residual de gases de combustión de dos turbocompresores que se usan en el proceso de producción del gas natural, evitando así las emisiones por la quema de gas en dos hornos que hubieran sido necesarios en ausencia del proyecto implementado en Malvinas.

En los últimos ocho años se redujeron más de 310,000 t de GEI, que equivale a plantar 851,000 árboles en una ciudad.

Se trata del único proyecto de esta naturaleza acreditado por el sector hidrocarburos de Perú y de América Latina, estando registrado en el Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y siendo validado por el Ministerio del Ambiente, formando parte de las 34 iniciativas privadas para la mitigación de cambio climático a nivel nacional.

Al ser parte del marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio de Naciones Unidas, permite la transacción de las reducciones de emisiones como bonos de carbono. En 2020, se realizó  el primer acuerdo de venta de bonos de carbono en el mercado voluntario. Parte de los ingresos se destinarán para desarrollar iniciativas de mitigación y adaptación ante el cambio climático en las comunidades matsiguenkas, ubicadas en el área de influencia de Camisea.

Midiendo la huella hídrica

La gestión del agua se basa en cuatro principios alineados a las iniciativas y agenda nacional para el aprovechamiento sostenible, uso eficiente, conservación y protección de su calidad:

  1. Planificación temprana del proceso y opciones de minimización de consumo de agua. El diseño de la Planta de Fraccionamiento de Líquidos de Gas Natural en Pisco, zona con limitadas fuentes de agua dulce, tuvo como prioridad el uso sostenible del recurso hídrico optándose por una tecnología que sustituye el 100% de consumo de agua de calentamiento y enfriamiento, por el empleo de un fluido térmico, aire y propano, como fuentes que se emplean en un circuito cerrado, evitándose el consumo de 545 m3/día y logró cero vertimientos industriales.
  2. Selección adecuada de las fuentes de agua. Se evalúan alternativas y se adoptan medidas que consideren a otros usuarios. También se identifican los impactos potenciales en los servicios ecosistémicos. Tras la caracterización ambiental y social que se realiza con la población usuaria, se definen las fuentes de uso y se especifican los regímenes máximos de uso atendiendo la condición de mínimo caudal como en las épocas de estiaje. Además se implementan monitoreos.
  3. Eficiencia en el uso del recurso. La educación ambiental, las campañas de reducción de consumo y el uso de sistemas inteligentes de detección y minimización de fugas, contribuyen con este objetivo al igual que el reuso en un sistema cerrado. Se han logrado reducciones de 70% en el consumo de agua, planteando su reutilización por tramos o por equipos.
  4. Protección y monitoreo de la calidad de recursos hídricos. Esta herramienta demuestra la conservación de los recursos hídricos en Camisea, la cual se realiza desde etapas previas al inicio de las operaciones, ampliándose a través del tiempo. Existen más de 180 estaciones de control de calidad de agua superficial y subterránea.






Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.