Sin derechos humanos, no es posible hablar de sostenibilidad. Human Rights Watch, organización no gubernamental que vela por los derechos humanos, ha manifestado que en lo que va de las últimas tres décadas el 2020 fue el peor año en lo que respecta al tema en América Latina.
Entre sus argumentos, figura la consolidación de “dictaduras” presentes en países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, sumándose a esta coyuntura la crisis generada por el nuevo coronavirus.
«El año pasado ha sido probablemente uno de los peores para los derechos humanos, yo me atrevería a decir en las últimas tres décadas. Ha sido un año muy duro para la causa de los derechos humanos», expresó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch (HRW).
Sobre estos tres países, Vivanco fue enfático al señalar la responsabilidad de sus gobernantes en la violación de los derechos humanos. «Son tres dictaduras que están más consolidadas y más fuertes que nunca a pesar de los abusos, a pesar de la presión que se ejerce a nivel internacional, de las denuncias, de la documentación que existe sobre crímenes atroces cometidos por esas tres dictaduras», indicó.
En este contexto también tuvo palabras para el mal accionar de las fuerzas del orden en algunos países. Si bien la contención de la pandemia requirió serias medidas de inmovilización, dejó entrever que en casos el exceso de fuerza fue en menoscabo de los derechos humanos y libertades. Añadió que el 2020 fue un año en el que hubo ausencias de liderazgos a favor de estos últimos.
Además, abordó la situación de Brasil y México. Señaló que el liderazgo en los dos países cae en gobiernos “populistas y demagogos”, que están en contra de los valores democráticos, las libertades públicas, el Estado de derecho y los derechos humanos. Tampoco olvidó los lamentables acontecimientos sucedidos durante el año pasado en Colombia, donde hubo un aumento de masacres y asesinatos de líderes sociales y defensores de los derechos humanos.
Otro país por el que mostró preocupación fue El Salvador. Sostuvo que el presidente Nayib Bukele ha utilizado la pandemia para concentrar el poder y menoscabar el de los órganos de control de su gobierno. «Le ha venido como anillo al dedo la crisis de la pandemia para retroceder en materia de controles democráticos y libertades públicas en El Salvador», dijo.
Finalmente, no olvidó lo que fue el gobierno del ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump en el 2020. Para Vivanco, su mal actuar ha influenciado en el deterioro de los derechos humanos en Latinoamérica.