Para SEDAPAR, empresa regional de agua que está presente en las ocho provincias de Arequipa, los proyectos de desarrollo tienen que ser sostenibles en impacto y en inversión.
Así lo sostiene Juan Carlos Córdova, ingeniero civil de la UNSA con Maestría en Gerencia Social (PUCP) y gerente general de esta importante empresa de servicios, que actualmente cuenta con más de 700 trabajadores y una facturación anual superior a los 45 millones de dólares.
Córdova, quien también es considerado como Líder Mundial del Agua 2018 y 2019, y que ha sido invitado y participante en las reuniones Global Water Leaders Summit en París (2018) y Londres (2019), refiere que han aprovechado este tiempo de pandemia para apoyar a aquellos lugares que están fuera del rango de atención de la empresa.
SEDAPAR brinda un servicio esencial: agua y saneamiento, ambos básicos para el desarrollo humano ¿Qué brechas existen en ese sentido en Arequipa? ¿Cuáles son los proyectos que tiene en marcha SEDAPAR?
Efectivamente, existe una brecha de cobertura tanto de agua como de alcantarillado en la región, y SEDAPAR es una empresa presente en las ocho provincias de Arequipa. Queremos cerrar estas brechas. Por eso, este año SEDAPAR está promoviendo su inversión más grande a la fecha en Arequipa, de manera directa y con recursos propios, marcando un hito en la historia de la empresa. Hay un paquete de 70 millones de soles a ejecutarse en proyectos de agua y alcantarillado para las provincias de la región.
A ello se suma otra licitación de 70 millones de soles para el proyecto de agua y alcantarillado para el cono Sur-Oeste de la ciudad. El proyecto en provincias más importante es el de Camaná, que renovará totalmente el 100% de sus redes de agua potable para mejorar calidad, mejorar presiones y optimizar su sistema. Es un proyecto valorizado en más de 12 millones de soles para renovar redes por primera vez en su historia. Todo ello con recursos propios.
Adicionalmente, hace 3 años empezamos a gestionar con el Banco Mundial, a través de su Programa de Modernización, financiamiento para otros proyectos. Así, hemos conseguido como empresa 300 millones de soles de inversión para Arequipa. Con este presupuesto del Banco Mundial, destinaremos 50 millones para proyectos integrales en Caravelí y en Chuquibamba. Y luego viene un proyecto de 200 millones de soles para el Cono Norte de la ciudad de Arequipa.
Fuera de eso, tenemos una cartera de proyectos por 100 millones de soles para los que estamos buscando financiamiento, para intervenir en Chiguata y en el Cono Sur Este de Arequipa, que incluye Sabandía, Characato y Socabaya. Finalmente, tenemos una política de trabajo para la renovación de redes en las provincias de Islay, Castilla y Cotahuasi. En esta última son dos plantas de tratamiento aguas residuales.
¿Qué está implementando SEDAPAR para mejorar la experiencia de los usuarios?
El tema de la pandemia ha modificado la manera de trabajar y SEDAPAR, no ha sido la excepción. Afortunadamente, en el año 2018 emprendimos un programa de innovación tecnológica, en el que uno de los aspectos a considerar fue la optimización de nuestros sistemas internos. Así, lanzamos nuestra oficina virtual para digitalizar todos nuestros procesos. Entonces, al venir la pandemia, ya teníamos la atención virtual funcionando con un año de anticipación y toda la infraestructura preparada. Gracias a ello, fuimos reconocidos a nivel nacional por nuestra plataforma de atención. Las personas pueden acceder a través de nuestra página web o descargar la aplicación disponible en App Store o en Play Store, y allí realizar todo tipo de trámites, reclamos o consultas de sus recibos de hasta los últimos seis meses, así como la gestión de pagos con tarjeta Visa desde cualquier lugar.
Existen personas que no están familiarizados con el tema tecnológico, como nuestros usuarios de la tercera edad. Para estos casos, hemos habilitado línea comercial que atiende exclusivamente a este público. Mientras nuestras oficinas se mantienen cerradas, implementamos este servicio para proteger la salud y la seguridad de nuestros usuarios y trabajadores. También creemos que así concientizamos a la población, pues hay personas que todavía quieren hacer de manera presencial lo que podrían hacer de manera telefónica. Con el servicio telefónico el tiempo de espera es de 10 a 15 minutos, mientras que por la web puede ser atendido en 2 minutos de la misma manera. Con las campañas de difusión realizadas, actualmente tenemos 90000 inscritos, demostrando que los usuarios se están adaptando a estas nuevas tecnologías.
¿Qué acciones ha implementado SEDAPAR en materia de sostenibilidad? ¿Qué acciones de responsabilidad social tienen en marcha?
Nosotros estamos alineados totalmente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Asimismo, SUNASS, el regulador de agua potable, ha emitido su Benchmarking 2020, en el cual SEDAPAR ha figurado como la empresa número uno a nivel nacional dentro del ranking de las empresas más grandes y con el más alto porcentaje de cumplimiento entre las 49 empresas evaluadas. También, el año pasado hemos obtenido la trinorma, la certificación ISO 9001, ISO 14001 y OHSAS 18001 para La Tomilla I, la planta más antigua que tenemos. Decidimos empezar con esta planta por su antigüedad, tiene más de 50 años de existencia, consiguiendo certificar su calidad, gestión ambiental y gestión de seguridad y salud, brindando garantía a la población de que nuestros procedimientos cumplen con todas las normas internacionales. Próximamente, replicaremos esto en nuestras otras plantas de agua y desagüe que son muchísimo más modernas y que están alineadas con las condiciones.
En el mismo sentido, nosotros siempre trabajamos con responsabilidad social. Tenemos un programa de educación sanitaria para que la población valore el agua, pero también atendemos a los usuarios que en algún momento tienen algunos inconvenientes con el servicio. Las obras más complicadas de ejecutar por su relación con la población son las obras de saneamiento, ya que muchas veces tenemos que intervenir incluso en la puerta de los hogares de nuestros usuarios. Con el eslogan “Que la molestia de hoy es el beneficio de mañana”, estamos interviniendo en algunos lugares luego de 30 o 40 años, que ya necesitan renovación para mejorar el servicio.
También hemos aprovechado este tiempo de pandemia para apoyar a aquellos lugares que están fuera de nuestro rango de atención. Hay zonas que, por cuestiones de factibilidad de servicio, por lejanía u otros, no forman parte de SEDAPAR y tienen dificultades en el sistema de agua y alcantarillado. Hemos repartido agua potable en cisternas certificadas de manera gratuita a todos estos lugares y también hemos instalado 48 tanques en toda la región para puntos de lavado de manos gratuitos para la población. Todo ello en coordinación con las municipalidades. Asimismo, tenemos una nueva flota de maquinaria hidrojet, retroexcavadoras, mini cargadores entre otros, que hemos llevado a nuestras oficinas zonales de Arequipa, Mollendo, Pedregal y Camaná, para trabajos de limpieza de alcantarillado y de pozos sépticos.
SEDAPAR es una empresa que se autofinancia, operamos gracias a los cobros que realizamos. De ello, separamos fondos para ejecutar obras como las que he mencionado y también tenemos un fondo llamado Merece, que es un mecanismo de retribución de los servicios eco sistémicos. Tiene alrededor de 7 millones y está dirigido a la ejecución de proyectos relacionados directamente con el abastecimiento del agua en la ciudad. Por ejemplo, hemos detectado una serie de problemas en las zonas de pastoreo cercanas, la gente de las comunidades alto andinas que es donde nace el agua, para ejecutar proyectos con Merece. Estamos evaluando los proyectos que tengan mayor beneficio para la población, pero que además estén directamente relacionados con el agua, por ejemplo, la siembra de agua y mantener un círculo sostenible del recurso. Pensamos en una gestión sostenible del agua con positivo impacto social y ambiental.
Charcani VII es un proyecto que usa la gestión hídrica para generar energía y que será ejecutado por EGASA. ¿Qué clase de beneficios cree que pueden traer este tipo de proyectos para Arequipa?
Sobre el proyecto de Charcani VII, sé que va a reemplazar y va a modernizar la capacidad de generación eléctrica. La evaluación del impacto ambiental es lo que permite que las obras sean sostenibles y entiendo que en esta obra se ha hecho toda una evaluación de impacto. Muchas de las críticas que he escuchado, creo que son por falta de conocimiento del proyecto, más que por otro tema. Pero en este momento, nosotros tenemos un río importante, el Río Chili, que hace unos años lamentablemente era una cloaca porque recibía todos los desagües de la ciudad, pero que afortunadamente hoy está recobrando vida, encontrando fauna natural en el río. El Chili está con nueva vida, nosotros tratamos en planta el agua residual y la devolvemos en buenas condiciones al río. Y Charcani VII también es parte de la modernidad. En algún momento leí sobre reclamos sobre la ubicación del proyecto, pero entiendo que se han levantado observaciones. El tema ambiental-ecológico, también se puede manejar adecuadamente porque están reemplazando tres centrales antiguas por una nueva, optimizando todo. En general se espera que, al hacer mayor generación de electricidad, pues habrá mayor competencia y se espera que los precios tiendan a ser más competitivos. No es nuestro tema específico, pero entiendo que debe ser positivo para la ciudad.
Entiendo que por ser un tema de modernidad en cuanto a generación de energía y por el impacto ambiental positivo que tendrá, usted sí está de acuerdo con este tipo de proyectos.
Pasando el tema de la de la reactivación económica, ¿cómo resumiría el papel de SEDAPAR en ello y qué otros proyectos son esenciales para la reactivación de la región?
En lo que a nosotros respecta, como empresa de saneamiento, al momento de la pandemia hemos paralizado obras por encima de 60 millones de soles que estaban en diferentes etapas. Pero ahora, a nivel de reactivación, creo que los que mayor inversión estamos haciendo somos las empresas de agua. Son más de 70 millones de soles que como SEDAPAR estamos ejecutando desde que se ha permitido, cumpliendo todos los protocolos necesarios, en la ciudad de Arequipa y en provincias de la región. Vienen nuevos proyectos y así estamos contribuyendo con la reactivación. Por ejemplo, veamos el impacto para una ciudad como Camaná de una inversión de 12 millones de soles y con uso intensivo de mano de obra. Imagínate una obra de 20 millones en Caravelí, la mano de obra no calificada para trabajar toda la gente que pueda trabajar ahí. Otra obra de alrededor de 15 millones en Chuquibamba. Todas son inversiones que nunca había hecho SEDAPAR en estos lugares y que hoy se hacen realidad.
Y en términos más generales, debemos ver los proyectos que lamentablemente siguen paralizados, como el proyecto Majes Siguas II y la carretera Arequipa-La Joya, paralizada por 10 años. Pensando en el sector minero, tenemos el proyecto Tía María, inversión gigante que está paralizada y que he leído que podría dar paso a la minería informal en la zona. Todos estos proyectos son inversiones urgentes, que esperamos que en los próximos meses puedan tener visos de solución.
Es importante el impacto económico, pero también el impacto social que puedan tener los proyectos para la reactivación económica. Proyectos de energía renovable como Charcani VII, los proyectos de SEDAPAR que llevan agua y saneamiento, proyectos que alguna manera promuevan el desarrollo sostenible de la región ¿Qué papel cree que cumplen este tipo de proyectos en la reactivación?
Qué duda cabe, es básico que se trabajen este tipo de proyectos porque estamos hablando de la sostenibilidad de la ciudad para los siguientes años y, en general, el mundo está trabajando en esa dirección. En nuestro caso particular, existe el concepto de la economía circular del agua, desde momento en el que captas el agua hasta el momento en que la entregas a la planta de aguas residuales. Le haces el tratamiento y reutilizas el recurso en la industria, en la agricultura, en la minería, cerrando el círculo virtuoso del agua, como también se lo conoce. Eso, definitivamente, genera desarrollo sostenible. Queremos evitar generar desechos que dañen al ambiente y evitar dejar bombas de tiempo que podrían aparecer en 20 años. Definitivamente los proyectos de desarrollo tienen que ser sostenibles en impacto y en inversión. Lo que emprendemos en SEDAPAR tienen mucho de ese enfoque, garantizar sostenibilidad mirando hacia adelante, para no tener dificultades.
¿Qué mensaje final dejaría a la población arequipeña?
Nosotros no vendemos agua, llevamos vida. Sin agua, no hay vida, por eso es que el llamado a la comunidad es a que establezcamos mecanismos de coordinación, de entendimiento porque creo que esa es la única manera de sacar la ciudad adelante. Evitar las trabas e inconvenientes que finalmente pueden afectar a la población. Nosotros, desde el directorio, la gerencia y todos los trabajadores, tenemos claro que somos servidores públicos y siempre hemos querido poner énfasis en el tema del servicio, estar a disposición de la gente, tratar de mejorar y optimizar todo lo posible, garantizando un desarrollo adecuado para el usuario.
En Arequipa estamos acostumbrados y tenemos la fortuna de que abrimos el caño y siempre sale el agua, pero hay sitios muy cercanos donde solo reciben agua una vez a la semana. En el Perú, solo hay tres ciudades, entre ellas Arequipa, que tienen más de 23 horas de continuidad en el servicio de agua potable, es decir, casi todo el día. Debemos valorar esto para hacer un uso adecuado de este recurso y ser conscientes que ello nos da calidad de vida. Valoremos el servicio como tal y exijamos a nuestras autoridades que estos proyectos que traerán sostenibilidad y desarrollo sean ejecutados de una vez, trabajando por el bien de la comunidad.