Varios expertos, que participaron en el IV Congreso Internacional de Compliance y Lucha Anticorrupción, hablaron de cómo estas dos herramientas se complementan y son fundamentales para hacer cumplir las mejores prácticas en toda empresa, que desee actuar correctamente y quiera ser sostenible en el tiempo.
POR DAVID RODRÍGUEZ ANDARA
drodriguez@stakeholders.com.pe
Uno de los grandes retos de las empresas de hoy día es lograr consolidar una cultura basada en principios éticos. Es allí donde el buen Gobierno corporativo y el Compliance se complementan para alcanzar este propósito dentro de las organizaciones.
Así lo sostuvo José Manuel Peschiera, Superintendente del Mercado de Valores (SMV), durante su participación en el IV Congreso Internacional de Compliance y Lucha Anticorrupción (organizado por World Compliance Association), donde comentó que las prácticas de buen gobierno corporativo y compliance ya no son simplemente una opción en las empresas, sino una exigencia de los tiempos que se viven para lograr su sostenibilidad en el largo plazo.
“Las empresas hoy ya no se diferencian sólo por lo que producen, sino por cómo producen. Por ello es necesario consolidar una cultura organizacional basada en principios éticos. También es fundamental contar con un sello corporativo propio que identifique a la empresa con las mejores prácticas y que deje claro la integridad de que todo se está haciendo correctamente. No es cumplir por cumplir. Se trata de generar una política o una cultura organizacional orientada a hacer lo correcto”, afirmó.
Peschiera mencionó que las mejores prácticas de Gobierno corporativo de una empresa contribuyen a mejorar la administración de los riesgos, lo cual se traduce en una mejor gestión de la organización.
“El Gobierno corporativo paga y paga bien, pues ofrece una serie de ventajas a las compañías y favorece a una mayor valorización de sus acciones. Por eso es importante que el directorio de una empresa marque bien los lineamientos que van a regir la organización sobre la base de una cultura sostenida en principios éticos”, afirmó.
Al respecto, señaló que el buen Gobierno corporativo fortalece la protección al inversionista y favorece mercados más confiables y eficientes. A su juicio, esto se debe a que mejora la percepción de la empresa ante los propios accionistas y el mercado.
Destacó que entre los principales avances en materia de Gobierno corporativo en el Perú se encuentran el Código de Buen Gobierno Corporativo y Reporte sobre Cumplimiento; los Lineamientos para la Calificación de Directores Independientes; el artículo 51 de la Ley del Mercado de Valores que regula el tema del manejo de conflictos de interés; los Estándares mínimos de Gobierno Corporativo para entidades autorizadas por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV); y la Adhesión del Perú a los Principios de Buen Gobierno Corporativo emitidos por la OECD.
Efectividad del programa de cumplimiento
A demás de tener un buen Gobierno Corporativo, las empresas deben contar con un programa de cumplimiento o Compliance que sea efectivo y que dificulte cualquier conducta anti ética o comportamiento que vaya en contra de las normas y leyes que regulan la organización, para así minimizar cualquier riesgo que pudiese afectar su desenvolvimiento y reputación.
Sobre este tema, Teresa Tovar Mena, socia del Estudio Echecopar (asociado a Baker & McKenzie), explicó que es importante evaluar la efectividad de este tipo de programas mediante la aplicación de estándares que sean transparentes y entendibles por todos.
Tovar Mena, quien también participó como ponente el IV Congreso Internacional de Compliance y Lucha Anticorrupción, señaló que los Lineamientos para evaluación de programas de compliance corporativo, elaborados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos en 2015 y actualizados en su tercera versión en junio de 2020, funcionan como una guía para alcanzar una buena práctica en las áreas de cumplimiento de las empresas.
Al respecto, destacó que estos lineamientos hablan de la Mejora Continua, que permite una actualización del programa de cumplimiento sobre la base de lecciones aprendidas y la evaluación de riesgos periódicos. “Contar con lecciones aprendidas permite a la empresa la actualización de sus políticas y procedimientos, para así generar mejores acciones de remediación”, comentó.
Asimismo, resaltó que para contar con un buen programa de cumplimiento se debe dar un nivel adecuado de recursos y empoderamiento al Compliance Officer u Oficial de Cumplimiento, para que éste pueda cumplir sus funciones a cabalidad y así pueda ayudar a fomentar una cultura de Compliance en toda la organización.
Aseguró que los lineamientos formulados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos también han puesto énfasis en el uso y acceso de fuentes de información para mejora y reforzamiento de los programas de cumplimiento. De esta manera el Compliance Officer tendrá claro para qué usará la información que recolecte a la hora de realizar evaluaciones periódicas de riesgos que amenazan a la empresa.
Indicó que el uso de tecnologías para generar indicadores no requiere de grandes presupuestos, pues debe ajustarse al tamaño y necesidades de cada empresa. En cuanto al tema de las capacitaciones, subrayó que la empresa debe buscar mecanismos para medir su efectividad en el comportamiento de los empleados y en las operaciones como tal.
La experta también destacó la importancia de contar con un canal de reporte o canal adecuado de comunicación que sea confiable, para que trabajadores y terceras partes puedan aportar elementos o informaciones importantes para la compañía.
“Con todos estos lineamientos, queda claro que los programas de cumplimiento o Compliance hoy día no son estáticos, sino que se adaptan y requieren de otras experiencias y cambios de contexto. Eso permitirá tomar acciones en la organización en caso de que se detecten incumplimientos, aprovechando las lecciones aprendidas tanto en la empresa como en otras del mismo sector o la misma región”, puntualizó.