En el marco del Día Mundial de la Alfabetización (8 de septiembre), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) abordó el impacto que ha tenido la pandemia de COVID-19 en los programas de alfabetización en todo el mundo, incluyendo las tasas preocupantes de países con personas que carecen de la capacidad de lectoescritura.
Según la organización, las estadísticas muestran que en el mundo un aproximado de 773 millones de adultos y jóvenes no cuenta con las competencias básicas para escribir y leer. Este contexto es aún más preocupante, ya que centros y programas del sector educativo se han visto obligados a cerrar, afectando de sobremanera también a quienes llevaban el proceso de alfabetización.
“Los programas de alfabetización de adultos han estado ausentes de los planes de respuesta educativa, la mayoría de los que existían se suspendieron y solo algunos cursos se mantienen de manera virtual mediante la radio, la televisión o los espacios al aire libre”, mencionan desde la UNESCO.
En este sentido, continuar con la alfabetización de millones de adultos y jóvenes cobra mayor importancia ante la pandemia, debido a que la información útil para la prevención del contagio no puede ser accesible del todo.
Desde la organización, señalan que la tasa más alta de alfabetizados está en regiones como Asia Central, Europa, América del Norte, Asia del Este y del Sudeste. Sobre las que tienen menos alfabetizados, están territorios como África subsahariana y sur de Asia. Los que tienen tasas medias son América Latina y el Caribe, Asia occidental y Norte de África.
Por otra parte, también observan una tasa menor de alfabetización de mujeres en comparación con los hombres. Para el 2017, de acuerdo a información del Instituto de Estadísticas de la Unesco, había 750 millones de analfabetos, de los cuales 277 millones eran hombres y 473 millones eran mujeres. Asimismo, el 90% de hombres estaban alfabetizados frente al 83% de mujeres, todos mayores de 15 años.
Respecto a la población mayor de 65 años, 67% eran mujeres sin la capacidad debida de lectoescritura. Similar es el porcentaje para ellas entre las edades de 24 y 65 años, el cual se midió en 63%. Y entre 15 a 24 años de edad, el porcentaje para las féminas desciende a 57%.
Proceso interrumpido
Otra cifra reveladora de los estragos causados por la crisis de COVID-19, al menos en su primera fase, es la concerniente a la población estudiantil que ha visto interrumpida su proceso de enseñanza, porcentaje tazado en 91% en todo el mundo y que representa a 1,600 millones de estudiantes. A estas circunstancias se suman los 617 millones de niños y adolescentes que no tienen los niveles mínimos de competencias para la lectura y matemáticas.
La UNESCO ha reconocido que en las últimas cinco décadas se avanzó en torno a la alfabetización. Sin embargo, deja un mensaje con la intención de que se reajusten y reformulen las políticas que rigen el sector, con el fin de afrontar de la mejor manera el freno de la pandemia en la enseñanza.