En el marco de su participación como panelista en el foro organizado por el Comité de Desarrollo Sostenible de la AMCHAM el pasado mes de Noviembre, Roque Benavides -presidente ejecutivo de la compañía minera Buenaventura- puntualizó con el equipo de redacción de la revista, la posición de su organización sobre la importancia de mantener una gestión empresarial que respete el desarrollo sostenible, con énfasis en el empoderamiento de las comunidades y con presencia del Estado dentro del marco regulatorio que corresponda.
POR NOREYMA PAZ
npaz@stakeholders.com.pe
¿De qué manera considera que el sector minero puede apoyar al desarrollo sostenible en el Perú?
El sector minero es un sector que está a todo lo largo y ancho en el Perú, es un sector que contribuye a la descentralización porque está a lo largo de toda la Cordillera de los Andes. Es importante acotar que hay dos tipos de minería en el Perú: uno formal y uno informal, yo no puedo hablar por el informal o el ilegal ese que no tiene fiscalización, puedo hablar por la minería responsable y sostenible en el sentido que cuida al medio ambiente qué respeta a las comunidades, que genera recursos que son utilizados para el bienestar de las poblaciones donde se trabaja.
Los andes peruanos la mayoría de las zonas donde están las empresas mineras ,son zonas por encima de los 4000 metros de altura , zonas muy agrestes y que por supuesto una alternativa es beneficiarse de la bendición de los recursos naturales Y en ese sentido los minerales son muy importantes. El sector minero y la minería en su conjunto es una bendición, hay gente que desde una ideología cree que los recursos naturales son una maldición, yo por el contrario creo en la bendición de los recursos naturales siempre y cuando se cuida el medio ambiente y se respete a las comunidades donde se trabaja.
¿Cuál considera usted que es el papel del diálogo con las comunidades?
Mucho se ha hablado sobre la confrontación entre las comunidades y las empresas mineras, confrontación hay en todas partes, debemos ser conscientes que el Perú no es una excepción, sin embargo, es evidente que entre peruanos no podemos ser enemigos, no podemos ser adversario políticos (eso lo decía un político que ya falleció hace muchos años Don Ramiro Prialé), no podemos ser enemigos porque el objetivo común de los peruanos es el bienestar y el desarrollo de nuestro país y la única manera de lograrlo es con más diálogo, conversando, llegando a consensos y haciendo que la gente vea los beneficios qué va a conseguir de un proyecto minero.
¿Cuál es la importancia de las políticas públicas como medio para apoyar la industria minera y por tanto apoyar al desarrollo sostenible?
Sobre la base de lo que pasa en Chile y replicándolo al Perú, podemos decir que quién piense en lo ambiental y en lo social sin pensar en lo económico no vive en la realidad, pero quién piensa en lo económico y descuide lo social y lo ambiental pierde el sentido de lo que realidad es una empresa. Nosotros realmente creemos firmemente que el Estado debe acompañar en este desarrollo sostenible, los grandes males en el Perú según mi opinión, son la corrupción, la informalidad y el centralismo.
El tema entonces es cómo atacar estos males; por lo menos el centralismo se ataca generando riquezas y actividad económica en zonas donde no se generaría de otra manera.
¿Qué piensas sobre el empoderamiento de las comunidades aledañas a las zonas mineras?
Las comunidades deben ser empoderadas en varios frentes, por ejemplo en el empleo, en ese sentido la mayoría de las empresas mineras buscamos tener empleo local, es decir de la comunidad directamente relacionada con la mina; sin embargo, para ello tenemos que capacitar a los miembros de esta comunidad, porque no se trata de que el trabajador minero entré a trabajar sin estar capacitado. También hay que empoderar la comunidad en relación a los monitoreos participativos, cuando se habla de temas ambientales -por lo menos en el Perú- se está hablando del agua y con respecto a este tema lo que le preocupa a la comunidad es relación entre la minería y la agricultura. Todo lo relacionado con el agua necesita que sea monitoreada para vigilar la posibilidad de que exista contaminación en ella.
Conviene destacar que las empresas formales y las que estamos listadas en la bolsa de valores, no podemos perjudicar el ambiente, ya que eso tendría un impacto muy negativo en nuestra gestión. En este sentido, las comunidades no están solas en ese empoderamiento, cuenta con la comunidad internacional y los inversionistas nacionales.
Mucha gente cree que la minería es toda inversión extranjera y no es así, en el Perú del 100% de la inversión, 80% es inversión privada y el otro 20% inversión estatal; la cual es muy importante porque está en manos de gobiernos regionales que deben ser eficientes; de ese 80% de inversión privada, el 80% es inversión nacional de peruanos y sólo el 20% es inversión extranjera. Las comunidades tienen que saber que todas las micro y las medianas empresas alrededor de las minas, con toda la actividad económica que generan, está en manos de peruanos, y por tanto muchos de ellos pueden beneficiarse con el desarrollo de una mina.
¿Qué significa para usted un sistema de Economía Libre de Mercado, en relación con el desempeño de su empresa?
La Economía Social de Mercado, es libertad económica, libertad de emprendimiento, de acción, de poder elegir y no es sólo elegir por una economía liberal -significa que es libertad para todo-. Y si es creemos en la libertad, debemos creer en la libre empresa y esto debe implicar el poder de desarrollarse en beneficio de los accionistas, además del beneficio de grupos de intereses, de los stakeholders: las comunidades alrededor de las minas, los trabajadores, las Ong´s, las iglesias, todos aquellos que participamos en un desarrollo, sin dejar de mencionar al Estado al que hay que pagarle los impuestos y por supuesto a las empresas privadas.
Resaltamos como algunas fuentes y redes sociales consideran que la minería no paga impuestos, o en su defecto paga porcentajes muy pequeños, esto no es cierto, Incluso hay un estudio del Instituto Peruano de Economía, que demuestra que el 47% de las utilidades de las empresas mineras son contribuciones e impuestos que le llegan a las arcas del Estado, y este tiene la responsabilidad de redistribuir y generar la equidad que todos queremos en la sociedad peruana.