Por Renzo Rojas
rrojas@stakeholders.com.pe
Uno de los objetivos del Gobierno peruano es proveer de electricidad a todos sus habitantes.
Su correcto suministro optimiza la calidad de vida de cada uno de ellos y permite también el progreso de la nación. A inicios del presente año, la sociedad peruana quedó consternada con la imagen de un niño estudiando bajo la luz de un poste en la costa norte del país, ya que este no contaba con electricidad en su hogar debido a la situación económica de su familia. Sin ser el único caso, aún en muchas partes del interior del territorio nacional existen hogares que necesitan urgentemente este recurso.
En este escenario, se requiere que el Gobierno y las empresas correspondientes articulen el desarrollo de sus actividades para el beneficio de la sociedad y del sector.
Además, y como se mencionó en uno de los informes precedentes, en este propósito también se necesita ser responsable y sostenible con el entorno. Hay empresas como Kallpa, Statkraft y ELECTROPERU S.A. que vienen desempeñándose en el sector eléctrico de manera destacable, y la dimensión de su aporte es importante en la provisión de electricidad a las comunidades. Asimismo, el rol de ellas es aún más trascendental cuando hablamos del bienestar que generan en el marco de la Responsabilidad
Social Empresarial (RSE).
Por otro lado, según data del Ministerio de Energía y Minas (Minem), la producción de electricidad en el mes de agosto del 2019 ha sido de 4 710 gigavatio-hora (GW.h.). Tal generación proviene desde dos puntos: el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN) y los Sistemas Aislados. Del primero es la mayor cantidad (4527 GW.h.), mientras que del segundo la cuantía es mínima (184 GW.h.). Adicionalmente, la producción ha tenido un salto cuantitativo sorprendente en los últimos 18 años. Información del Minem señala que en el 2000 la producción fue de 19 923 GW.h., y en el 2016 de 51 647 GW.h; es decir, un aumento de más del 100%.
Todo lo anterior, indica que el sector cobrará más importancia en los años venideros. De cara al Bicentenario de la Independencia, el mercado eléctrico va a tener una preponderancia sustancial, a lo que sumado a la incursión de las energías renovables, las empresas van tener un protagonismo esencial para establecer un mercado inclusivo y generador de bienestar y modernización, uno comprometido con el desarrollo sostenible.
Hay mucho que trabajar para cerrar las brechas que afectan, especialmente, a las comunidades más vulnerables. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), más del 15% de hogares en el área rural no contaron con energía eléctrica por red pública en el segundo trimestre del 2019. Bajo la luz de un poste o frente a un pequeño fuego de un fósforo, son muchas las familias que aún no poseen este recurso. En este contexto, cada acción que realicen las empresas ayuda a luchar frente al subdesarrollo, un periplo en el que el Perú todavía lleva con dificultad algunas cuestiones. Es impostergable esta labor, y para su solución el sector público, el privado y la sociedad civil deben aunar esfuerzos para alinear estrategias y objetivos.