Lima, 8 de abril de 2019. – El Grupo AJE, a través de su marca de agua “Cielo”, en alianza con la cadena de hoteles Inkaterra y la Municipalidad de Machu Picchu, lograron que la ciudad de Machu Picchu sea la primera de Latinoamérica y Perú en gestionar el 100% de sus residuos sólidos, convirtiéndolos en un recurso en vez de un problema.
Continuando con las iniciativas para la conservación y el cuidado medioambiental de Machu Picchu, la multinacional peruana, Grupo AJE, en alianza con la cadena de hoteles Inkaterra, presentó la primera Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos que tiene la capacidad de procesar a través de pirólisis (descomposición química a altas temperaturas en ausencia de oxígeno) ocho toneladas de residuos al día para generar bio-carbón, un fertilizante natural que ayudará a la reforestación del bosque de nubes andino y contribuirá con la productividad agrícola en Machu Picchu. Esta tecnología ha sido desarrollada por la empresa peruana Alimenta.
Asimismo, el Bio-Carbón se destinará al proyecto “Reforestación de un millón de árboles para el Santuario Histórico de Machu Picchu” dirigido por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), el cual tiene por objetivo sembrar árboles de la quina en la ciudadela inca.
“Estamos muy contentos de ser parte de este cambio en la ciudad de Machu Picchu y de poder anunciar que, con esta nueva planta, se cierra el círculo de sostenibilidad por el que hemos venido trabajando durante los últimos tres años. Oficialmente, Machu Picchu se convierte en modelo de ciudad sostenible para el Perú y Latinoamérica”, aseguró el director ejecutivo de Comunicaciones y Sostenibilidad del Grupo AJE, Jorge López-Dóriga.
«La alianza estratégica entre Inkaterra, el Grupo AJE y la Municipalidad de Machu Picchu tiene por objetivo que nuestra maravilla sea percibida como un destino sostenible y se convierta en un ejemplo de gestión para el ecoturismo a nivel mundial. Hemos conseguido despertar la conciencia ecológica de la comunidad, que actualmente segrega los residuos desde los hogares y establecimientos. Hoy presentamos una tecnología innovadora que contribuirá a la agricultura tradicional y ayudará a restaurar el bosque de nubes andino en Machu Picchu”, agregó José Koechlin, presidente de Inkaterra.
Para cerrar el círculo de sostenibilidad en Machu Picchu, el Grupo AJE e Inkaterra entregaron al SERNANP una Planta Compactadora de Residuos Plásticos destinada a la limpieza y el reciclaje en el Camino Inca, la ruta de trekking más famosa de Sudamérica.
La primera iniciativa, encabezada por el Grupo AJE, Inkaterra y la Municipalidad de Machu Picchu, se realizó en el 2017 al donar la Planta Compactadora de Residuos Plásticos. Esta acción ayudó a evitar que nuestra maravilla del mundo ingrese a la lista de patrimonios en riesgo de la UNESCO. Actualmente, se procesan 6 toneladas diarias de plástico PET en esta planta.
En el 2018, se inauguró la Planta de Transformación de Aceite en Biodiesel y Glicerina en las instalaciones de Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel. A través de la recolección de aceite vegetal usado en los hogares, albergues y restaurantes de Machu Picchu, se producen 20 galones diarios de combustible biodiesel. Mensualmente, son tratados seis mil litros de aceite usado, evitando que sean vertidos en el caudal del río Vilcanota. Se calcula que un litro de aceite contamina mil litros de agua. Por otro lado, la glicerina obtenida en este proceso de fabricación de biodiesel es utilizada por la Municipalidad de Machu Picchu para la limpieza de los pisos de piedra, reemplazando así a los productos químicos.
En el 2018, el proyecto de convertir la ciudad de Machu Picchu en un modelo de sostenibilidad global, ganó el premio Líderes + 1 y, en Alemania, el prestigioso premio Die Goldene Palme en la categoría «Turismo Responsable».