Por Stakeholders

Lectura de:

Sin lugar a dudas el agua es un elemento vital pero cabe preguntarse ¿la vida contemporánea será sólo agua? Las inquietudes sobre el presente y futuro del agua son efectivamente legítimas y es positivo que más personas nos preguntemos acerca de cómo hacer para que su uso sea más eficiente, más racional y, por supuesto, más productivo y sostenible en el tiempo.

Quienes demandan la preservación del status quo respecto de los usos del agua anhelan que los grupos humanos permanezcan casi inalterables en el tiempo, lo cual no ocurre. La población crece y sus hábitos de consumo, así como la demanda de bienes y servicios aumentan en búsqueda de alcanzar mayores niveles de calidad de vida.

Cuando alguien, desde el ámbito rural, pretende el uso exclusivo y desmedido del agua por el empleo de técnicas tradicionales de riego, lo que está haciendo es condenar a sus campos a problemas de drenaje y, por ende, a una muy probable salinización; y, por consiguiente, a disminuir su productividad futura. Es el caso de quienes piensan en su bienestar presente y no reflexionan sobre sus posibles impactos, olvidando a las generaciones futuras.

Si, en adición, las condiciones climatológicas cambian por la dinámica de la circulación de las grandes masas de aire que rodean la Tierra, por el cambio en el eje de la misma o por la huella de la presencia humana en el planeta, lo único que queda por hacer es observar, estudiar y prevenir, preparándose para afrontar el desafío planteado. Nadie desea retrotraerse a condiciones del pasado y renunciar a la calidad de vida alcanzada. Lo óptimo es seguir progresando en los índices de calidad de vida y hacer un uso más eficiente de los recursos naturales disponibles en la actualidad.

Si el agua tiende a escasear, sea por el deshielo de los glaciares o el impacto ambiental de las actividades del hombre, lo lógico será almacenar cada año volúmenes de agua suficientes que satisfagan la expectativa de todos; así como buscar los mecanismos más adecuados para identificar y financiar su represamiento y aprovechamiento antes de que este preciado recurso se pierda en el mar.

Todas las personas y las actividades productivas en las que nos desenvolvemos requerimos de agua. Por ejemplo, la agricultura necesita agua para producir los alimentos. En este caso, lo óptimo será mantener o incrementar la producción de alimentos con el menor consumo de agua posible, tal como se hace en la agricultura tecnificada que posibilita una adecuada y floreciente agroindustria.

El cuidado de la salud también requiere de una dotación de agua, tanto para beberla como para la elaboración de medicinas a partir de la obtención de compuestos de la naturaleza y su puesta a disposición de las personas a través de fármacos, vacunas u otros. Por ejemplo, los equipos e instrumental médico con que se cuenta en la actualidad también forman parte de una cadena de valor que se inicia en la obtención de recursos metálicos de la naturaleza por medio de la minería, que también emplea agua.

Esto lo explica el concepto de agua virtual, pues en la producción de cada bien se consume una cantidad de agua. Por este motivo es que, en el intercambio comercial internacional es recomendable que los países logren un balance positivo en su comercio de agua virtual.

Asimismo, el trabajador de cualquier actividad productiva tiene que habitar en algún lugar, en una vivienda digna, cuya edificación activará la industria de la construcción; un sistema financiero que le proporcione el crédito hipotecario que más le convenga; servicios educativos, transportes y de entretenimiento para él o ella y su familia, así como bienes de consumo y bienes duraderos para implementar su casa, etc. Ahora, sabemos cómo es posible lograr el bienestar de que disponemos en la actualidad. A lo largo de la historia hemos transformado el paisaje natural para adecuarlo a nuestras necesidades y hemos pasado de emplear el agua para sobrevivir a usarla para vivir y disfrutarla cada vez más y mejor con mayores niveles de calidad.

Para construir una vivienda se necesita agua y de materiales metálicos y no metálicos. El cemento y la arcilla son no metálicos, las piedras y la arena (fina o gruesa) pueden tener muchos otros compuestos, pero el fierro de construcción y los cables de cobre, los que permiten contar con servicio eléctrico, los cercos metálicos, escaleras, etc. son claramente procesados y obtenidos partir de la actividad minera.

La minería también requiere de agua para procesar los minerales y extraer los metales, buscando procesos cada vez más eficientes que reciclen y empleen menor cantidad de agua. En muchas regiones del Perú, la minería es la industria que trae desarrollo y bienestar, que articula las economías locales con la demanda internacional y que se convierte en una oportunidad de desarrollo cierta y concreta que debemos aprovechar.

Aprovechar la minería con sapiencia significa atraer mayor volumen de inversión para el desarrollo de los múltiples yacimientos cuya potencialidad ya está comprobada. También lo es el incentivar las exploraciones, pues el éxito de las mismas alarga el horizonte de los recursos con que cuenta el país. Además, los recursos económicos generados por la minería pueden y de hecho permiten que, más allá del discurso pro agua, se pase a la acción concreta de contar con la ejecución de obras de represamiento, infraestructura hídrica y generación eléctrica para consolidar el proceso de desarrollo en el que se encuentra el Perú.

Tengamos presente que para desarrollar una cuenca hidrográfica se necesita utilizar su agua de manera eficiente y eficaz, lo que permitirá que genere recursos hídricos para auto sostenerse y proyectarse a futuro. En este sentido, el excedente económico que genera la minería podría ser empleado para poner en marcha los planes de desarrollo que nos beneficie a todos.

Por: Guillermo Vidalón del Pino

Jefe de Relaciones Públicas de Sothern Perú







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.