Con el objetivo de continuar impulsando la educación y el progreso de las zonas más vulnerables donde opera la compañía, la Fundación Prosegur ha incorporado a su programa Piecitos Colorados, dos nuevas escuelas a nivel nacional. Se trata de la institución educativa N° 70703 – Yocará, ubicada en el distrito de Juliaca, provincia de San Ramón en Puno, y el centro N° 20001 Las Vegas situado en la provincia de Piura.
Para transformar las escuelas, el proyecto plantea un modelo de intervención integral en cuatro etapas: reconstrucción de infraestructuras y servicios básicos, formación nutricional, mejora educativa, y el fomento del deporte. Todas estas fases se implementan, de manera progresiva y de acuerdo a las necesidades de cada centro.
En la escuela de Yocará – que actualmente atiende a 56 niños del nivel inicial y primaria – la Fundación Prosegur ha edificado un aula climatizada con sistema de muro Trombe para los alumnos más pequeños, que contrarresta el intenso frío que azota esta zona altoandina durante los meses de heladas, permitiendo que los niños puedan estudiar a una temperatura adecuada. Además, las aulas han sido equipadas con mobiliarios pertinentes y se ha construido un espacio de juegos recreativos con material reciclado.
En la escuela Las Vegas de Piura – que educa a 111 niños de primaria y secundaria – el trabajo se ha iniciado con un diagnóstico situacional de las infraestructuras a fin de atender las necesidades más urgentes y que impacten de manera directa en la calidad de vida de los niños.
Con estas iniciativas, la Fundación busca combatir el abandono escolar e incentivar el desarrollo sostenible de las comunidades, convirtiéndose en un agente de cambio en cada una de las escuelas que apoya. A nivel global, Piecitos Colorados se encuentra implementado actualmente en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay, con más de 5.000 menores beneficiados. En nuestro país, ya son cinco los centros educativos que forman parte de este proyecto, que está mejorando la calidad de vida de más de 670 alumnos.
Trabajo en equipo y sostenibilidad
La esencia del programa reside en el trabajo en equipo y la corresponsabilidad entre comunidad educativa y empresa, para hacer posible el cambio. Comenzando por la alta dirección, toda la estructura organizativa de Prosegur participa y respalda el programa, cuya gestión integral recae en manos de la compañía a través de su Fundación.
Existe además una vinculación especial entre los colaboradores de Prosegur y el proyecto, ya que son los propios empleados quienes pueden proponer escuelas al programa e implicarse en los equipos de trabajo para contribuir a mejorar las comunidades de su entorno.
“La intervención de Piecitos requiere una intensa colaboración entre todos los agentes implicados. Por ello, una vez seleccionados los centros, se firma un convenio de adscripción con las autoridades locales donde se establecen – de manera transparente- los derechos y obligaciones por parte de la empresa y del centro educativo. Además, la escuela se convierte en un espacio para impulsar el voluntariado corporativo, conectando el espíritu solidario de la plantilla con las necesidades reales de cada centro,”, comentó Susana Reátegui, Responsable de la Fundación Prosegur en Perú.
Entre los impactos que está logrando este proyecto de Cooperación al Desarrollo se destaca una mayor participación de las familias en las actividades educativas; así como la motivación del cuerpo docente y alumnos al verse mejoradas las condiciones físicas de las escuelas y sus herramientas de enseñanza.