Una ONG quiere distribuir dispositivos solares entre las familias que reciben remesas. Un aparato único con radio, cargador de celular y linterna costaría US$ 35… |
Una ONG quiere distribuir dispositivos solares entre las familias que reciben remesas. Un aparato único con radio, cargador de celular y linterna costaría US$ 35.
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En febrero de 2009, casi un año antes del devastador terremoto que golpeó Port-au-Prince, un grupo de emprendedores había comenzado a explorar modos de proveer al país con dispositivos de energía limpia, sostenible y asequible utilizando el poder de las remesas enviadas por las familias desde el extranjero. La necesidad era inmensa: con una población de 8,9 millones de personas, Haití tenía la más baja cobertura de electricidad del Hemisferio Oeste, con apenas 12,5% de sus habitantes con algún acceso confiable.
Financiado por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), parte del Grupo del BID, representantes de Arc Finance, y la fundación suiza BASE, produjeron un exhaustivo estudio, “Financiando energía sostenible a través de los flujos de remesas”, enfocado en Haití y la República Dominicana. El foco en ambos países no sólo respondió a las imperiosas necesidades de energía de las naciones de la isla, sino porque ambos reciben un elevado monto de remesas en relación al tamaño de sus poblaciones, y la mayoría desde el área de New York. De acuerdo al FOMIN, los haitianos en el extranjero envían US$ 1.800 millones a sus familias cada año, cifra equivalente al 26% del PIB del país. Después de una serie de entrevistas y grupos de enfoque (focus groups) en New York, Haití y la República Dominicana, el equipo de Arc/BASE fue capaz de concluir, además de otros hallazgos, que los remesadores desde Estados Unidos tenían voluntad de comprar tecnologías de energía limpia para sus familias en casa. Reuniones con grupos de esos remesadores y receptores arrojó algo más de luz sobre los desafíos que la provisión de energía enfrenta en ambas naciones, donde persiste una alarmante falta de infraestructura y confianza en el sistema eléctrico y numerosos cableados ilegales. “No es que tengamos un problema con la electricidad”, dijo uno de los participantes en uno de las sesiones grupales. “Es que simplemente no hay”. El fin de la oscuridad Todo eso hasta el 12 de enero, cuando el terremoto de 7.3 grados en la escala Richter golpeó Haití, destruyendo la mayor parte de los edificios de la capital y urgiendo a los líderes mundiales a reunir masivos esfuerzos para rescatar a la devastada nación. Pero lejos de detener la iniciativa de Arc/BASE alrededor de las remesas, que había comenzado varios meses antes, la catástrofe le dio un renovado sentido de urgencia. “El terremoto en realidad reforzó la necesidad de nuestro plan”, dice Nicola “Niki” Armacost, la británica que fundó y es directora ejecutiva de Arc Finance, una organización basada en New York creada en 2008 para promover y expandir el acceso de los pobres al financiamiento de la energía, agua y otras necesidades básicas. “Ahora, más que nunca, la gente necesita proveer a sus familias con energía”. Entre los productos presentados a los remesadores y receptores estaban siete dispositivos alimentados a energía solar con precios que van de US$ 35 para un artefacto que contiene radio, linterna y cargador de celular a US$ 900 por un televisor solar. Quizás no de modo sorprendente, el producto que resultó más popular fue la radio-linterna-cargador, quizás porque fue percibido por la mayoría como “práctico, portátil, barato y nada vulnerable a los robos [comparado con los paneles solares, por ejemplo]”, dice Armacost. Si bien todavía no está claro cómo el terremoto impactó en las pocas familias que tenían acceso a electricidad antes de la tragedia, tanto el FOMIN como Arc estiman que el número de personas viviendo fuera de la red eléctrica ha ido en realidad hacia abajo. Ciertamente, tras la catástrofe, enfrentada a una reducción de la provisión de diesel, más y más gente comenzó a usar generadores, que son altamente contaminantes. “Como mínimo, [esta iniciativa] es incluso más importante ahora que lo fue antes”, dice Greg Watson, especialista en remesas del FOMIN. “Haití estaba ya viviendo fuera de la red eléctrica y ahora esa red está dañada… si no destruida”. Moviéndose a toda velocidad, Arc Finance y el FOMIN están cerca de cerrar un acuerdo con una compañía haitiana del área de telecomunicaciones y otra de transferencia de dinero para usar sus redes e infraestructura para proveer una serie de dispositivos de energía, incluidos la radio-linterna-cargador de US$ 35 y un equipo hogareño de iluminación solar de US$ 500. (El acceso a electricidad en Haití puede ser el más bajo de Occidente, pero no ciertamente la penetración de la telefonía, que llega al 70% de las personas.) “Cuanto más rápido se ponga en manos de las familias haitianas los dispositivos solares, más rápida será la recuperación de la nación”, dice Watson. Fuente:
Contenido:
http://www.iadb.org/micamericas/section/detail.cfm?id=6504§ionID=SPCAL
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