Durante la emergencia se construyeron más de 6,000 alojamientos temporales y más de 700 viviendas permanentes antisísmicas y saludables…
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Benefició a más de 10,000 familias damnificadas de Pisco, Chincha, Ica. Durante la emergencia se construyeron más de 6,000 alojamientos temporales y más de 700 viviendas permanentes antisísmicas y saludables. Se reconstruyeron y rehabilitaron escuelas para 60,000 niños. Se canalizaron esfuerzos y donaciones por US$ 25,084,381 de dólares. |
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Más de 10,000 familias integrantes de comunidades rurales y periurbanas de Pisco, Chincha e Ica, saben hoy como responder ante un desastre, conocen de primeros auxilios, han sido capacitados para llevar un negocio propio y sobre todo, saben trabajar en comunidad.
“Este es el verdadero legado de dos años de trabajo conjunto: el empoderamiento de familias y comunidades para que se constituyan en actores principales de su propio desarrollo”, explicó Fernando Casanova, Representante Regional para los Países Andinos de la Federación de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, durante la conferencia de prensa en la que se presentó el Informe ‘Operación Terremoto Perú-2007’ El documento contiene la relación pormenorizada de las acciones llevadas a cabo por las Sociedades que componen el Movimiento Internacional de la Cruz Roja, a consecuencia del terremoto de 7.9 grados que devastó las provincias de Pisco, Chincha e Ica en el 2007, con un saldo de 500 muertos, 130 mil familias damnificadas e ingentes pérdidas materiales. Según el Informe, el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja respondió a la tragedia con un programa integral de asistencia de tres etapas. Así, la ‘Operación Terremoto’ prestó ayuda de emergencia, transición y reconstrucción integral con la participación de la población. En la primera etapa, explicó Casanova, el Movimiento respondió inmediatamente proporcionando suministros de socorro a más de 100 mil personas con la finalidad de asegurar su salud y bienestar (carpas, frazadas, menaje de cocina, elementos de higiene personal, vestimenta, etc.). Además de 7 millones de litros de agua y atención de salud básica y apoyo psicosocial a más de 18,000 personas, entre niños, niñas y adultos. En la segunda etapa de la operación, el Movimiento construyó alojamientos temporales que beneficiaron a 6,008 familias en Chincha, Ica y Pisco y les permitió superar la emergencia de no tener donde vivir mientras se iniciaba el proceso de reconstrucción En la tercera fase, se impulsó la participación de la población en el programa de reconstrucción con el fin de garantizar la sostenibilidad de las obras, ejercer un efecto multiplicador en la recuperación frente al desastre y establecer comunidades fuertes y unidas. En esta etapa, el Movimiento en coordinación con sus socios estratégicos (PUCP, CIDAP, PREDES, Fundación Arquitectos de la Emergencia) capacitó a maestros de obra, ingenieros y arquitectos de la región en el uso de la quincha, adobe mejorado y otras técnicas en torno a la construcción de viviendas antisísmicas y ecológicas a bajo costo, culminando con la construcción de 761 viviendas para familias vulnerables. Se ha transferido la tecnología a las comunidades que ahora también tienen conocimientos sobre cómo buscar solución a los problemas de propiedad. El Movimiento ha invertido en la infraestructura local: ha reconstruido 12 escuelas públicas y reparó las 19 centros educativos dañados en diferentes distritos de Chincha, Pisco e Ica. Se han construido además cuatro centros comunales, un centro de salud y equipado otros siete. Por su parte, Mario Ríos, Director Ejecutivo de la Sociedad Peruana de la Cruz Roja, señaló que la tercera etapa denominada de Reconstrucción Participativa, no contempló solo la construcción de casas sino también mejorar las condiciones de vida de la población. Para ello se impartieron cursos de autoestima y trabajo en equipo, entrenamiento en primeros auxilios, charlas sobre ecología, uso de letrinas, manejo del agua, nutrición, sexualidad, planificación familiar, etc. Contando con la presencia de los representantes de las sociedades de la Cruz Roja de Alemania, Bélgica, España y Estados Unidos, además de pobladores de la zona afectada, Fernando Casanova presentó también el informe de la auditoria realizado por la reputada empresa auditora Price Waterhouse Coopers, dando su conformidad a los estados contables presentados por el Movimiento respecto a los US$ 25,084,381 de dólares y donaciones canalizados durante la emergencia. |