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 La crisis económica mundial está contribuyendo a cambiar las relaciones de poder en el mundo, lo cual impactará en los mercados de divisas, la política monetaria…

  
 La crisis económica mundial está contribuyendo a cambiar las relaciones de poder en el mundo, lo cual impactará en los mercados de divisas, la política monetaria, las relaciones comerciales y el papel que desempeñan los países en desarrollo, dijo el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick.

En un discurso pronunciado días antes de las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se celebrarán en Estambul (Turquía), Zoellick dijo que los líderes del mundo deben reformar el sistema multilateral y establecer una “globalización responsable”, la cual promovería un crecimiento mundial equilibrado y estabilidad financiera, abrazaría los esfuerzos globales para contrarrestar el cambio climático y fomentaría la ayuda para los más pobres.

 

 
“El viejo orden económico internacional estaba luchando por mantenerse a la par de los cambios antes de la crisis”, señaló Zoellick ante el auditorio reunido en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados Paul H. Nitze de la Universidad Johns Hopkins, en la ciudad de Washington. “La conmoción actual ha revelado la existencia de grandes deficiencias y necesidades acuciantes. Es hora de ponernos al corriente y avanzar”.

En el discurso titulado “¿Y después de la crisis?”, Zoellick sostuvo que “el examen por los pares de un nuevo marco para el crecimiento sólido, sostenible y equilibrado que se acordó la semana pasada en la cumbre del Grupo de los Veinte (G-20) es un buen comienzo, pero exigirá un nuevo nivel de cooperación y coordinación a nivel internacional, incluida la nueva disposición a tomar en serio las conclusiones del seguimiento mundial. El examen por los pares deberá constituirse en presión de pares”.

También fue importante para el G-20 recordar a aquellos países no incluidos en las conversaciones. “Como se acordó en Pittsburgh la semana pasada, el G-20 debería convertirse en el principal foro para la cooperación económica internacional entre los países industrializados adelantados y las nuevas potencias. Pero no puede ser un comité independiente. Tampoco puede ignorar las voces de los más de 160 países que quedan fuera”.

La enérgica respuesta de China durante la crisis económica y su rápida recuperación pusieron de relieve su creciente influencia como fuerza estabilizadora en la economía mundial de hoy en día. Pero sus líderes enfrentan dificultades derivadas del rápido crecimiento del crédito y la dependencia de la economía respecto de las exportaciones.

Evidentemente, Estados Unidos se vio seriamente afectado por la crisis. Sus perspectivas dependen de si logrará abordar los enormes déficits, recuperarse sin inflación y reformar el sistema financiero. Este país ya se ha repuesto antes de situaciones adversas. “Pero Estados Unidos cometería un error si diera por sentado que el dólar seguirá siendo la moneda de reserva predominante”, aclaró Zoellick. “De aquí en adelante, surgirán cada vez más opciones frente al dólar”.

La crisis ha dirigido la atención de las autoridades normativas hacia el papel significativo de los bancos centrales, los cuales se desempeñaron adecuadamente una vez desatada la crisis, pero su papel en el período que condujo a ella es menos convincente. “En Estados Unidos es difícil investir de más facultades a los tecnócratas independientes y poderosos de la Reserva Federal”, expresó Zoellick. “Mi interpretación de la gestión de la última crisis es que el Departamento del Tesoro necesitaba más facultades para reunir a un conjunto de distintas autoridades encargadas de las reglamentaciones. Además, el Tesoro es un departamento del Poder Ejecutivo y, por lo tanto, el Congreso y los ciudadanos pueden supervisar de manera más directa cómo ejerce toda facultad adicional”.

Los países en desarrollo ya se ubicaban en una tendencia favorable antes de la crisis, y su posición se ha fortalecido aún más debido a ella. Su creciente participación en la economía mundial constituye un hecho positivo. “Un análisis más amplio revela que un modelo de crecimiento más equilibrado e incluyente para el mundo se beneficiaría con la existencia de varios polos de crecimiento”, sostuvo Zoellick. “Con inversiones en infraestructura, las personas y la empresa privada, los países de América Latina, Asia y Oriente Medio en general podrían hacer un aporte a la ‘nueva normalidad’ de la economía mundial”.

Fuente:
Contenido:Banco Mundial.
Imagen:Banco Mundial.







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