La Amazonía atraviesa una de las etapas más críticas de su historia reciente. Un nuevo estudio científico reveló que, en solo una década, entre 2013 y 2023, la región registró más de 12.500 desastres climáticos que afectaron a millones de personas y deterioraron infraestructura esencial, evidenciando la creciente presión que el cambio climático ejerce sobre sus ecosistemas.
Los investigadores advierten que la magnitud real de la crisis podría ser aún mayor debido a la falta de información completa y a los subregistros detectados en varios países amazónicos. Esta brecha de datos no solo oculta la dimensión del problema, sino que también limita la capacidad regional para diseñar estrategias de prevención y adaptación efectivas.
La Amazonía se enfrentó a más de miles de desastres climáticos
El análisis solo pudo incluir información de cinco países, pues Venezuela, Surinam, Guyana y Guayana Francesa no entregaron registros oficiales. Además, los investigadores detectaron inconsistencias en la manera de reportar los eventos, lo que impidió obtener un panorama integral.
Para el equipo, este vacío evidencia “una crisis socioambiental mal comprendida”, pero también una oportunidad para coordinar mecanismos regionales de prevención y adaptación.
Los datos muestran que las inundaciones fueron el evento más frecuente, con 4.233 casos, seguidos por 3.089 deslizamientos y 2.607 tormentas. Las tendencias variaron entre países: Ecuador registró más de 300 deslizamientos en zonas del piedemonte andino; Perú concentró el mayor número de tormentas; y Brasil mostró un incremento de inundaciones.
Los incendios forestales, 2.016 casos, aumentaron en todos los países, impulsados por prácticas agrícolas y acaparamiento de tierras, especialmente en Bolivia, Brasil y Colombia.
Sin embargo, los eventos más vinculados al cambio climático fueron los menos documentados. Las olas de calor (105 casos) y las sequías se registraron casi exclusivamente en Brasil y Bolivia, lo que obligó a descartarlos del análisis principal. Investigaciones previas confirman su presencia en toda la región, lo que refuerza la existencia de un subregistro crítico.
El estudio identificó 41 municipios con más de 50 desastres en 10 años, y 10 que superaron los 100 eventos. Destacan Zamora y Limón Indanza en Ecuador por deslizamientos; Trinidad en Bolivia por inundaciones; Chachapoyas en Perú por tormentas; y varios municipios del Guaviare colombiano por incendios ligados a deforestación.
Los impactos recaen de manera desproporcionada sobre las poblaciones más pobres y dependientes de bosques y ríos. Los incendios amazónicos son responsables del 80 % del aumento regional de contaminación por partículas finas, afectando a 24 millones de personas y enviando a 150.000 brasileños a hospitales, incluso en ciudades como São Paulo.
El informe recomienda fortalecer sistemas de alerta temprana, mejorar la conectividad en zonas remotas, estandarizar reportes públicos y dirigir fondos a comunidades locales. Para las autoras, la Amazonía requiere una coordinación transnacional urgente: “Los eventos climáticos no reconocen fronteras”.









