Durante un desayuno de trabajo organizado por Stakeholders y Rainforest Foundation US, especialistas, representantes indígenas, autoridades públicas, cooperación internacional y sector privado advirtieron sobre la expansión de la minería ilegal, la aceleración del cambio climático y las brechas persistentes en financiamiento, gobernanza y articulación multisectorial. El evento reunió a más de 50 asistentes en Lima.

Por Stakeholders

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La Amazonía peruana atraviesa una de las coyunturas más críticas de los últimos años. A la expansión de la minería ilegal, la deforestación y los cultivos ilícitos se suman sequías extremas, incendios forestales, inundaciones y presiones crecientes sobre los territorios indígenas. Con este diagnóstico urgente, Stakeholders y Rainforest Foundation US realizaron el 26 de noviembre el desayuno de trabajo “La Amazonía en emergencia, los retos pendientes”.

Javier Arce, director de la revista Stakeholders, abrió la jornada reafirmando el compromiso del medio de comunicación en la discusión ambiental. “Buscamos abrir un diálogo multisectorial con la profunda vulnerabilidad de nuestra Amazonía frente al cambio climático y el crecimiento de los delitos ambientales”, señaló.

El panel principal “Emergencia Amazonía: retos en primera línea por el cambio climático y el crecimiento de los delitos ambientales” estuvo moderado por Gina Ruiz Caro, directora para la Amazonía Occidental de Rainforest Foundation US. En su intervención destacó la presencia del público, ya que refleja el compromiso de los múltiples sectores convocados. Además, recordó, que “la Amazonía atraviesa una emergencia y es urgente construir puentes entre gobiernos, comunidades, empresas, cooperación y sociedad civil para encontrar soluciones concretas”.

Urgencia y retrocesos normativos

La apertura del panel estuvo a cargo de Tabea Casique, secretaria de AIDESEP, quien llevó la voz de las comunidades amazónicas frente a la presión simultánea del cambio climático y los delitos ambientales.

“Los recursos, la biodiversidad, los bosques no se cuidan solos (…) por eso defendemos nuestros derechos colectivos y la gobernanza propia de los pueblos indígenas”, afirmó. Casique advirtió además sobre retrocesos normativos: “Las leyes peruanas actualmente para nosotros muestran retrocesos (…) la ampliación de Reinfo es una amenaza, porque la Amazonía debe estar libre de minería”.

La lideresa enfatizó que, pese al incremento de amenazas, las comunidades nativas siguen siendo un actor clave en la conservación. “No hay nadie que cuide mejor el territorio amazónico que quienes están ahí desde siglos y siglos”, remarcó.

En ese sentido, desde el sector público, Silvia Cristina Rodríguez, directora general de Cambio Climático del MINAM, presentó los avances y compromisos asumidos por el país en el marco de la COP30 a fin de salvaguardar la Amazonía.

“Los retos de la Amazonía no pueden ser enfrentados por un solo actor; necesitamos espacios concretos de trabajo articulado”, sostuvo. Rodríguez explicó que la actualización de la NDC 3.0 incorpora medidas específicas para bosques, señalando que han “reafirmado compromisos al 2035 con una meta de no superar los 176 millones de toneladas de CO₂ equivalente”.

Enfatizó también el avance del Perú en materia regulatoria: “Somos uno de los países más fuertes en la región con un marco normativo e institucional para movilizar financiamiento de alta integridad”.

Sobre el recién anunciado Fondo de Bosques Tropicales para Siempre (TFF), indicó que, aunque aún está en construcción, ofrece una oportunidad para canalizar recursos directos a las comunidades. “Esperamos que al menos el 20% de los recursos vaya directamente a los pueblos indígenas”, señaló.

Prevención, restauración y conocimiento

Desde COSUDE, Jocelyn Ostolaza, oficial regional del programa, explicó los esfuerzos para fortalecer la resiliencia de los territorios amazónicos, con especial atención al manejo integral del fuego, la reducción del riesgo de desastres y la restauración forestal.

“El fuego tiene un componente cultural; para manejar la amenaza debemos entender el rol que juega en la Amazonía”, afirmó. Además, subrayó la necesidad de escalar aprendizajes: “Ya existe muchísimo conocimiento; el desafío es cómo escalamos estas buenas iniciativas”.

Ostolaza también subrayó la importancia de la conexión ecosistémica entre las alturas y la selva: “Los Andes y la Amazonía están conectados y uno depende del otro”.

En tanto, Roxana Ramos, directora del proyecto BLF Andes Amazónico de Practical Action, presentó experiencias concretas en cadenas como café y cacao, incluyendo sistemas de acreditación de producción libre de deforestación.

“Tenemos una solución práctica en mano terreno; el reto es cómo escalarla a políticas públicas”, aseguró. Sin embargo, advirtió que los marcos normativos continúan desfavoreciendo a los productores formales frente a las economías ilegales. “Ser legal en Perú en términos de bionegocios es extremadamente más caro que ser minero ilegal”, señaló.

Ramos alertó que sin infraestructura, energía y reglas claras, las alternativas económicas sostenibles difícilmente competirán con actividades ilícitas que ofrecen jornales de hasta 70 dólares diarios.

Empresa privada: innovación y trabajo directo con comunidades

El sector privado también expuso avances y desafíos. Carla Sánchez, jefa de Sustentabilidad de Natura Perú, destacó el rol de la empresa al trabajar directamente con comunidades amazónicas bajo un modelo de conservación productiva.

“Enfrentamos la crisis climática con la selva en pie, y no hay selva en pie sin las comunidades”, enfatizó. Explicó que Natura ya ha incorporado insumos amazónicos peruanos en su cadena de valor, como la manteca de copoazú y que la empresa prioriza procesos que fortalezcan la gobernanza local. “Nuestros productores no nos conocían; trabajamos primero la confianza y el acompañamiento técnico para que puedan convertirse en proveedores”, señaló.

También advirtió los efectos del cambio climático sobre la producción.“Nuestros aguajales peruanos están en zonas inundables; el cambio climático hace más difícil lograr la calidad que necesita la industria cosmética”.

Un llamado a actuar desde todos los sectores

El panel coincidió en que Perú debe fortalecer su acción interna y elevar la ambición en coordinación intersectorial. “Necesitamos sumar fuerzas para que nuestro desarrollo económico sea más sostenible y resiliente”, señalaron los participantes.

Como cierre, Ruiz Caro invitó a cada asistente a convertirse en un agente activo de transformación. “Estamos aquí para amplificar un mensaje: la Amazonía está en emergencia y cada uno debe ser un embajador de soluciones”.

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