El último informe de ACNUR revela una realidad urgente: el cambio climático está forzando a más de 67.000 personas al día a abandonar sus hogares. Inundaciones, olas de calor y sequías extremas están golpeando con fuerza a comunidades que ya vivían al límite.
La crisis se agrava donde el clima y la guerra se cruzan. El 75% de los desplazados por conflictos viven en países altamente expuestos a desastres climáticos, lo que los obliga a huir una y otra vez mientras la ayuda sigue siendo insuficiente.
¿Por qué más de 67.000 personas huyen a diario por el cambio climático?
El informe subraya que los conflictos armados y el cambio climático se potencian mutuamente. A mediados de 2025, 117 millones de personas habían sido desplazadas por la violencia y la persecución, y el 75% de ellas vive en países altamente expuestos a riesgos climáticos extremos.
“Las condiciones meteorológicas extremas están poniendo en mayor peligro la seguridad de las personas; están interrumpiendo el acceso a los servicios esenciales, destruyendo hogares y medios de vida y obligando a las familias —muchas de las cuales ya han huido de la violencia— a huir una vez más”, afirmó Filippo Grandi, Alto Comisionado de ACNUR.
La agencia alerta que los recursos básicos para los refugiados se encuentran cada vez más limitados. En Chad, los desplazados por la guerra en Sudán reciben menos de 10 litros de agua diarios, cifra muy por debajo de los estándares de emergencia.
Las proyecciones para 2050 son alarmantes: algunos campos de refugiados podrían enfrentar hasta 200 días de estrés térmico extremo al año, con graves riesgos para la salud. “Es probable que muchos de estos lugares se vuelvan inhabitables debido a la combinación mortal de calor extremo y alta humedad”, advierte ACNUR.
En 2025, 1,2 millones de refugiados regresaron a sus hogares, pero la mitad lo hizo en zonas altamente vulnerables al clima.
El informe también señala que el 75% del suelo africano se está deteriorando y que más de la mitad de los asentamientos de refugiados se ubican en áreas de alto estrés ambiental, lo que reduce el acceso a alimentos y agua y alimenta el reclutamiento de grupos armados en regiones como el Sahel.
Financiación insuficiente y llamado urgente en la COP30
Actualmente, los países que acogen refugiados reciben solo una cuarta parte de la financiación climática que necesitan.
“Los recortes de financiación están limitando gravemente nuestra capacidad para proteger a los refugiados y a las familias desplazadas de los efectos del clima extremo”, advirtió Grandi en la inauguración de la COP30 en Belém, Brasil.
Su mensaje fue claro: “Si queremos estabilidad, debemos invertir donde las personas corren mayor riesgo… Esta COP debe dar lugar a medidas reales, no a promesas vacías”.
El informe confirma que el cambio climático es ya un motor central de desplazamientos forzados y que la COP30 representa un punto de inflexión para garantizar acciones concretas que eviten que millones de personas sigan siendo expulsadas de sus hogares.









