Aunque los feminicidios registraron una ligera disminución en 2025, las cifras de violencia hacia las mujeres siguen siendo alarmantes en el Perú. Cambios legislativos recientes y la ausencia de propuestas en campaña electoral agravan la vulnerabilidad de miles de peruanas.

Perú enfrenta un grave retroceso en la lucha contra la violencia de género pese a la caída de feminicidios. Expertas alertan sobre riesgos y piden acciones urgentes.
Perú enfrenta un grave retroceso en la lucha contra la violencia de género pese a la caída de feminicidios. Expertas alertan sobre riesgos y piden acciones urgentes.

Por Bryam Esquen Del Carmen

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Cada 25 de noviembre se recuerda el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, un tema que sigue siendo de urgencia pendiente tanto en el Perú como a nivel mundial. En el caso de nuestro país, a pesar de que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) reportó que, hasta octubre del 2025, hubo una disminución de los casos de feminicidio, con una baja del 12,5 % respecto a 2023 y 2024, al reportarse 119 casos. En lo que va de este año, el mismo reporte evidencia que 16 mil mujeres fueron víctimas de violencia sexual.

La cifra evidencia la urgencia de actuar frente a la problemática que aqueja a este sector de la población peruana. Esto debido a que la violencia de género no es un fenómeno ajeno. Esta puede encontrarse presente en los hogares, barrios y centros laborales. Ante esto, Valeria Novoa, voluntaria del movimiento Manuela Ramos, conversó con Stakeholders para abordar esta temática.

25N: la lucha de las mujeres peruanas por no ser víctimas de la violencia de género

A inicios del mes de junio de 2025, el congresista de Renovación Popular, Alejandro Muñante, presentó ante el pleno un proyecto de ley cuyo título busca sancionar las «denuncias falsas» en procesos de violencia familiar. La propuesta plantea sancionar con penas de entre tres a seis años de cárcel.

En palabras de Muñante, las mujeres cuando van a hacer la denuncia en las comisarías al momento de evaluar si su pareja es un potencial feminicida, “por cólera colocan, en una escala del 1 al 10, el máximo”. Ante esto, Novoa señala que este proyecto de ley busca revictimizar a las denunciantes.

“Se sabe que muchas mujeres tienen miedo a denunciar, por las represalias que puedan tener. Además, ahora pueden ser sancionadas por iniciar un proceso administrativo, a pesar de que muchas veces es difícil encontrar pruebas en algunos casos”, relata.

A ello se suma que el Congreso peruano aprobó eliminar, con 68 votos a favor, el enfoque de género y la sustitución de la Educación Sexual Integral (ESI) del sistema educativo nacional.

De acuerdo con el texto aprobado, todas las entidades del Estado deberán revisar y modificar sus documentos para adecuarlos a un único marco conceptual: la “igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”. Una medida que desvirtúa la violencia de género.

“Estas leyes definitivamente llevan a que las mujeres cada vez más se encuentren en una posición que las desfavorece. No quieren darles a las víctimas las herramientas para poder este luchar contra el sistema que lo suprime”, señala.

Dichas leyes refuerzan la gravedad del contexto. Tan solo Lima, La Libertad y Arequipa concentran el mayor número de víctimas en el 2025. Entre las regiones, la capital peruana encabeza la lista con 23 casos, seguida de La Libertad con 14 y Arequipa con 10. El mes de marzo fue el que más reportes de feminicidio registró este año, con 17 víctimas.

Actualmente, Perú se encuentra en el inicio de una contienda electoral, donde los candidatos expresarán sus ideas para un mejor país. Sin embargo, ninguno de los que figuran en las listas ha señalado, ante los medios de comunicación, algunas políticas para erradicar la violencia contra la mujer.

“Es una forma de invisibilizar la violencia, porque estos casos merecen ser tratados. Debemos hablar sobre qué podemos hacer para mejorar y tener una sociedad más desarrollada y sostenible”, menciona Novoa.

Por su parte, Jaira Alencastre, jefa de la Fundación Instituto Natura, destacó que la violencia no solo es física, esta puede manifestarse de forma silenciosa.

“El primer paso es identificarlas: reconocer esas señales que muchas veces pasan inadvertidas bajo la idea de “así se demuestra el amor o el cuidado”, y que terminan normalizando una situación de agresión peligrosa”, remarca.

¿Qué soluciones podrían darse para abordar la problemática de género en el Día Internacional de la No violencia contra la Mujer?

Para Adriana Giudice, CEO de Austral Group, relató al diario El Comercio que el sector privado tiene un rol decisivo para expandir el alcance de buenas prácticas a nivel nacional, como lo son los Centros de Emergencia Mujer (CEM), donde se brindan charlas sobre masculinidades positivas, crianza sin violencia y equidad.

De acuerdo con Valeria Novoa, se debe abordar los temas de educación sexual y el enfoque de género desde el punto de vista científico.

“Tenemos que reinstalar la Educación Sexual Integral (ESI) y volver a sensibilizar acerca de que la violencia no es unidimensional, ya que tiene distintos ejes, no solo sexual o física”, acota.

Asimismo, para Novoa, otro punto a tener en cuenta es la capacitación que el Estado debe hacer en sus centros de ayuda. Esto se debe a que, de acuerdo con un informe de la Defensoría del Pueblo, las denuncias no son atendidos con inmediatez.

“Se debe sensibilizar no solo a la población, sino también a las personas que trabajan con estos grupos: personal de salud, personal policial, agentes de comisaría y abogados que trabajen en estos casos”, puntualiza Novoa.

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