El caso de Lolita, la orca que vivió más de 50 años en cautiverio, simbolizó la crisis del Seaquarium y el modelo de entretenimiento de animales marinos.

El histórico acuario de Miami cerró tras décadas de denuncias por maltrato animal, fallas sanitarias y la presión de organizaciones ambientalistas.
El histórico acuario de Miami cerró tras décadas de denuncias por maltrato animal, fallas sanitarias y la presión de organizaciones ambientalistas.

Por Stakeholders

Lectura de:

El Miami Seaquarium, uno de los parques más emblemáticos de Estados Unidos, cerró sus puertas tras casi 70 años de actividad, luego de denuncias por maltrato animal. La operadora, The Dolphin Company, presentó una solicitud de bancarrota y mantiene una batalla legal con el condado de Miami-Dade por el control del predio.

El cierre marca el fin de una era en el entrenamiento marino, tras años de controversias por las condiciones de sus animales, especialmente el caso de Lolita, la orca que pasó más de cinco décadas en cautiverio. Organizaciones como PETA celebraron la medida y exigen la reubicación de más de 100 especies que permanecen en el lugar.

Miami Seaquarium: de ícono turístico a símbolo de controversia

Fundado en 1955, el Seaquarium fue durante décadas un emblema del turismo en Miami. Con más de 15 hectáreas frente a la Bahía Vizcaíno, el parque albergaba delfines, orcas, tiburones, manatíes, tortugas, aves y reptiles, ofreciendo espectáculos y exhibiciones diarias. Sin embargo, el modelo de entretenimiento con animales entró en crisis ante el rechazo público a estas prácticas.

El caso más emblemático fue el de Lolita, una orca capturada en 1970 que vivió más de cinco décadas en cautiverio. Tras dejar de participar en espectáculos, su tanque fue cerrado al público en 2021. Lolita falleció en 2023 por una condición renal, antes de concretarse su traslado a un santuario en el Pacífico, lo que reavivó las críticas al parque y a su administración.

Las denuncias sobre muertes de mamíferos marinos, deficiencias sanitarias y violaciones a normas de bienestar animal fueron constantes en los últimos años. Informes del gobierno estadounidense reportaron fallas en la atención veterinaria y deterioro de los tanques, mientras que grupos como PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) lideraron campañas para exigir el cierre.

“El público ya no quiere seguir viendo animales encerrados en tanques pequeños, donde no tienen nada que es natural e importante para ellos”, declaró Wendy Fernández, vocera de PETA. Según la organización, muchos animales eran forzados a convivir con especies incompatibles, lo que derivaba en estrés y lesiones.

Un debate global sobre el cautiverio animal

El cierre del Seaquarium coincide con una transformación global del entretenimiento marino. Desde el estreno del documental Blackfish en 2013, que denunció el trato a las orcas en parques como SeaWorld, la industria ha enfrentado protestas, pérdidas económicas y reformas legales que buscan limitar el cautiverio de animales silvestres.

La audiencia judicial prevista para este viernes definirá los próximos pasos en el proceso legal. Uno de los puntos en agenda es la posible venta del predio a Terra Group por 22,5 millones de dólares, mientras continúa la disputa entre la empresa y las autoridades locales.

Con su cierre, el Miami Seaquarium deja atrás siete décadas de historia, marcadas tanto por la fascinación del público como por el creciente cuestionamiento ético hacia el cautiverio animal.

LEA TAMBIÉN: Según la ONU, las empresas peruanas piden más regulación en economía circular, clima y anticorrupción







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.